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Aspectos claves


1. Condiciones previas para el desarrollo

2. Organizacion y objetivos de desarrollo

3. Produccion de alimentos y manejo de los recursos pecuarios


Los aspectos claves de las estrategias para el desarrollo de las tierras áridas que se describen a continuación, cubren los principales elementos que deben examinarse para la evaluación o formulación de estrategias para estas áreas. Tales estrategias deben solucionar las necesidades inmediatas de los habitantes de las tierras áridas, en especial en relación con el alivio de la pobreza, y asegurar, a un plazo más largo, la mejora de la ordenación de los recursos de las tierras de cultivo y de pastoreo. Cada aspecto clave debe considerarse para determinar su importancia en cada escenario particular, y en el evento de ser relevante, asegurar que será tomado en cuenta en la estrategia de desarrollo de las tierras áridas o dentro de otras estrategias nacionales. Debe tenerse en cuenta que la capacitación y el desarrollo de recursos humanos no está dado por el nivel de importancia de un elemento separado, sino que debe considerarse en cada aspecto clave cuando sea relevante.

Los aspectos claves se agrupan en tres categorías. Las condiciones previas para el desarrollo son de especial importancia para el desarrollo de las tierras áridas y así están explcitamente enunciadas. Su importancia reside en el hecho de que las tierras áridas, a pesar de su degradación y condiciones de vida difíciles, están a menudo colocadas en un bajo nivel dentro de la escala de valores de las prioridades políticas. Esto podría no ser cierto en los países donde todas o la mayoría de las tierras son áridas, pero en otras partes, las necesidades de desarrollo de las tierras áridas rara vez determinan las políticas y prioridades nacionales; ocurre más usualmente que las tierras áridas sean consideradas como áreas problema, justificando apenas una pequeña participación en los servicios sociales y en los presupuestos agrícolas, y surgiendo sólo en la agenda política en momentos de carestía o de conflictos civiles.

El segundo grupo de los aspectos claves se relaciona con la organización y los objetivos de desarrollo y de nuevo trata asuntos que no son sólo pertenecientes a las tierras áridas. Sin embargo, ellos presentan formas específicas dentro del contexto de las tierras áridas. Todo el énfasis está puesto sobre las áreas y comunidades seleccionadas. Esto involucra cambios en la organización y procedimientos regulares de los gobiernos, así como en el diseño de programas y proyectos, a fin de sustituir los proyectos ambiciosos y de término fijo por el desarrollo gradual y localmente dirigido. Como punto central de todo el tema está la participación comunitaria en todo el proceso de desarrollo, y la recogida de información adecuada para una buena planificación del desarrollo.

Los componentes agrupados bajo la producción de alimentos y el manejo de los recursos pecuarios se relacionan específicamente con las tierras áridas y cubren aspectos e insumos generados por la estacionalidad, fragilidad e inseguridad de tales ambientes. El enfoque está dirigido a la base de recursos y a la asistencia técnica para mejorar y sustentar la productividad de las tierras de cultivo y de pastoreo, dentro del contexto de fortalecimiento institucional identificado anteriormente. Estos aspectos podrían ampliarse para cubrir los sectores no agrícolas —incluyendo la conservación de la vida silvestre y el turismo, la explotación de minerales y el desarrollo industrial — pero se consideran muy especializados para ser tratados en el presente documento. Sin embargo, ellos ofrecen oportunidades de empleo local (entre otros beneficios), de tal manera que podrían contribuir a reducir la presión sobre las tierras áridas al igual que a generar ingresos. Desde luego las estrategias para las tierras áridas necesitan asociarse con aquellas para otras áreas y sectores.


Condiciones previas para el desarrollo


1.1 Reducción de la presión demográfica
1.2 Compromiso político
1.3 Mercadeo e infraestructura rural


Reducción de la presión demográfica

El rápido crecimiento de la población en las décadas recientes ha sobrecargado las tierras áridas más allá de su capacidad, aun bajo un tipo de agricultura mejorado. El crecimiento de la población tiene una influencia fundamental sobre la agricultura y los alimentos en todo el mundo, y, en la mayoría de los países en vía de desarrollo, la agricultura sostenible sólo podrá ser factible si se reduce la presión demográfica sobre los recursos naturales. Cada espacio de tierra bajo la modalidad de subsistencia en el uso de la tierra, tiene una capacidad máxima de sustento de la población; cuando esa capacidad se excede la tierra está sobreexplotada y sobreviene, como consecuencia, su degradación. En el caso de las tierras áridas, donde el ambiente es especialmente frágil, la capacidad de sustento de la población es baja y las probabilidades de sobreexplotación son mayores.

A menos que exista un compromiso para reducir el crecimiento de la población, tanto a nivel del gobierno como de la comunidad, cualquier estrategia establecida para mitigar la pobreza e incrementar la productividad será sólo a corto plazo e insostenible, conduciendo finalmente a una mayor degradación de los recursos por la presión agrícola y al aumento del número de reses.

La planificación familiar no siempre es aceptada inmediatamente y, aun en los sitios donde opera, puede tomar años para que los efectos sean sustancialmente notorios. No obstante, ella juega un papel central en la reducción de los problemas futuros de las tierras áridas. Es en consecuencia un asunto da gran urgencia para los gobiernos acelerar la ejecución de programas nacionales de planificación familiar. Son necesarios tanto el compromiso como la concientización para superar el cúmulo de obstáculos de orden religioso, social y técnico que debe enfrentar una planificación familiar efectiva y para diseñar programas adecuados a las condiciones locales. En las tierras áridas, donde las familias a menudo están alejadas de los servicios y dependen de un gran grupo familiar como fuerza de trabajo, es esencial adscribir los servicios rurales para la planificación familiar a los dispensarios, clínicas y puestos de salud.

La disposición de servicios de educación y de salud es generalmente inadecuada en las tierras áridas, en especial para las poblaciones pastoriles, debido a la baja densidad de la población y a su movilidad. Las deficiencias generales en salad, educación y otros servicios sociales justifican una pronta atención para las áreas pastoriles, considerando el diseño de adaptaciones especiales tales como clínicas de salud y escuelas móviles (incluso si tales movilidades ocasionan gastos extras). La educación de los niños estimulará la emigración a zonas de mayor potencial. Además, con la educación básica para los adultos se podría esperar mayor facilidad para adoptar las prácticas agrícolas mejoradas; y, en el caso de las mujeres, disminuir el riesgo de la mortalidad infantil.

Los reasentamientos, por otro lado, facilitan la disposición de estos servicios a un costo razonable, pero no siempre es fácil ejecutarlos. Pocos paises tienen tierras baldías fácilmente disponibles, y así la reubicación a menudo depende sólo del desarrollo de la irrigación. Sin embargo, donde la sobre-población es aguda pueden no existir opciones para el reasentamiento, y ciertamente se requiere un cuidadoso estudio de alternativas como parte integral de la planificación del desarrollo nacional.

La principal responsabilidad para los programas que tratan el asunto demográfico reside en las autoridades nacionales. Sin embargo, la participación de las comunidades locales es esencial para una ejecución exitosa. La comunidad internacional puede contribuir significativamente con asistencia y ayuda material.

 

Compromiso político

Muchas veces se ha observado la falta de compromiso político para el desarrollo rural, en particular para las tierras áridas. Muchos gobiernos dan la primera prioridad a la defensa y seguridad nacionales, a las reformas políticas o a la infraestructura básica, las cuales se convierten exclusivamente en las decisiones nacionales. No obstante, en situaciones donde la mayoría de la población del país está compuesta por agricultores de subsistencia, la seguridad nacional y las facilidades sociales tienen poco significado si la población rural no es capaz de producir el alimento que necesita para sobrevivir. De esta manera, la atención política y los recursos asignados a la agricultura y al manejo del uso de la tierra en las tierras áridas debería ser proporcional a los problemas de desarrollo propios de estas áreas.

La voluntad política es un pro-requisito. Cuando el desarrollo de las zonas de tierras áridas es de alta prioridad, es factible la formulación y ejecución de una estrategia de desarrollo efectiva y llegan a ser relevantes los aspectos claves del desarrollo que se enumeran más adelante. Sin el requisito de voluntad política para desarrollar las zonas de tierras áridas, el progreso es imposible y las perspectivas no serán otras que el empeoramiento de la degradación de los recursos y una mayor pobreza humana. Un corolario esencial es que la actividad política deberá traducirse en facilitar la legislación y en proveer los recursos necesarios. Además, es de importancia fundamental que el desarrollo iniciado sea sostenible, no sólo ecológicamente sino también en materia organizativa, social y financiera.

Se requieren datos de planificación apropiados para orientar las decisiones políticas. Existen pocas oportunidades para soluciones de decisión rápida dentro del desarrollo de las tierras áridas y, aunque tales perspectivas gozan de atractivo político, los políticos deben asegurarse que tales decisiones sean tomadas sólo después de una planificación adecuada, basada en datos suficientes y confiables. Es necesario dar tiempo y recursos a la planificación, as' como a la formulación de las políticas y a la ejecución del desarrollo.

Se necesita una legislación, al igual que recursos, para convertir las decisiones políticas en acciones. Algunas veces las necesidades están más que determinadas — y la falta de legislación puede ser más una excusa que una razón para la pasividad en los mandos básicos—pero se requiere un mínimo de legislación básica sobre uso de la tierra para controlar las prácticas destructivas y para facilitar el establecimiento de organizaciones locales, con atribuciones y poder legal para el manejo de la tierra y de los otros recursos.

La responsabilidad para la acción reside en las autoridades nacionales. Las agencias internacionales pueden proveer asesoramiento y asistencia para mejorar la capacidad de planificación y la información sobre uso de la tierra.

 

Mercadeo e infraestructura rural

Los precios políticos inapropiados, en particular para los productos pecuarios, así como la falta de insumos y servicios de comercialización efectivos, son las mayores limitaciones para mejorar la productividad de las tierras áridas. Se ha prestado, por supuesto, considerable atención al "establecimiento de precios justos. durante la pasada década de ajuste estructural en muchos países en desarrollo. Este aspecto reviste especial significación en las tierras áridas que a menudo padecen altos costos de transporte y servicios, y que todavía suelen carecer de la influencia política para atraer subsidios sustanciales.

Los precios de intercambio para los productos de las .tierras áridas son el mayor determinante de los niveles de producción. En principio, deben adoptarse políticas que promuevan la libre operación de insumos agrícolas y mercados de productos, con el fin de proveer incentivos apropiados a los productores y para fomentar la inversión en el mejoramiento de hatos y cultivos. En algunos paises esto implica la búsqueda de otros medios para el sustento de los pobres urbanos, diferentes a las políticas de abaratamiento de precios impuestas a los productores de las tierras áridas. Al mismo tiempo, es necesario tener cuidado de no subsidiar a los productores de las tierras áridas y, en consecuencia, promover la extensión de los cultivos en áreas marginales donde no es posible un uso sostenible, o fomentar, a través de forraje animal y agua subsidiado, el mantenimiento de un excesivo número de animales que van a degradar las tierras de pastoreo.

Los insumos eficientes y los mercados de productos son importantes, pero son sólo elementos de un gran paquete que incluye investigación, extensión y otros servicios rurales básicos. Entre los servicios esenciales están el almacenamiento, la comercialización y la información sobre mercados, el transporte y la provisión de insumos, así como el crédito y las facilidades bancarias. El apoyo al desarrollo de centros de servicio rurales es una buena alternativa dentro del proceso de mejoramiento de las tierras áridas.

La acción requerida es como sigue:

La principal responsabilidad reside en los gobiernos nacionales, con una sustancial participación de la comunidad para la identificación de las necesidades locales y para asegurar una exitosa ejecución de las iniciativas tomadas. La asistencia de donantes internacionales será necesaria para la financiación de almacenes, mercados y accesos, aunque el sector privado debería ser también estimulado para realizar algunas de estas inversiones.


Organizacion y objetivos de desarrollo


2.1 Eficiencia de la organización y de los funcionarios
2.2 Participación comunitaria
2.3 Seguridad de la tenencia
2.4 Investigación
2.5 Planificación del desarrollo


Eficiencia de la organización y de los funcionarios

Una limitación para el desarrollo de las tierras áridas es la falta de personal técnico y administrativo para garantizar los cambios propuestos, así como los pobres sistemas de retribución, condiciones de vida y potencial de promoción profesional en las áreas rurales. Algunas agencias grandes han observado la existencia de un amplio y profundo descontento en la administración pública, incluso más que la falta de personal calificado. En esencia, el problema radica en que muchas instituciones y su personal son ineficientes, debido entre otras situaciones a manuales de funciones imprecisos, reglamentos del personal contraproducentes e inadecuada orientación, facilidades de trabajo y motivación. El problema se agudiza más en las tierras áridas ya que estas áreas suelen mirarse como bases de castigo para los nombramientos del personal.

Las acciones requeridas, dependiendo total o parcialmente del país o de las circunstancias propias de la organización, son como siguen:

La principal responsabilidad en las áreas descritas reside en las autoridades nacionales, aunque las agencias de cooperación bilateral y otros donantes internacionales pueden ayudar a suministrar expertos en materia de organización y manejo, así como cursos de capacitación.

 

Participación comunitaria

Es esencial involucrar la comunidad y los líderes locales en el diseño y aporte permanente a los esfuerzos de desarrollo. En realidad, se requiere la participación en el proceso de desarrollo y no simplemente la sola consulta; se requiere un acercamiento positivo para que los grupos de campesinos progresistas y las organizaciones comunitarias puedan ejercer una creciente influencia sobre el manejo y desarrollo de las tierras.

La acción requerida es como sigue:

La principal responsabilidad para estimular la participación inicial de la comunidad en el proceso de desarrollo reside en las autoridades nacionales, aunque también las organizaciones no gubernamentales pueden cooperar en su ejecución. Las otras agencias pueden apoyar facilitando a las autoridades nacionales la disponibilidad y el acceso a la experiencia externa en materia de organizaciones corporativas a nivel local. La naturaleza precisa de estas organizaciones variará entre situaciones agrícolas y pastoriles, de acuerdo con el objetivo de desarrollo y con el sistema político al cual se adhiere cada país en cuestión.

 

Seguridad de la tenencia

La falta de seguridad en la tenencia de la tierra es una limitación que exige decisiones políticas. El acceso a la tierra y a otros recursos es un determinante primario crucial del bienestar e ingresos rurales, y aquellos que no tienen seguridad en la tenencia de la tierra están privados tanto de la garantía de su supervivencia como de la oportunidad de introducir mejoras en sus terrenos. Regularmente, una adecuada seguridad de la tenencia implica la distribución (o redistribución) de tierra bajo permiso o título del gobierno. Esto también tiene la ventaja de facilitar al gobierno la supervisión y el fomento de un mejor manejo de la tierra por el usuario.

La redistribución de la tierra y la reforma de la tenencia agraria son medios fundamentales para reducir la pobreza rural; sin embargo, aunque varios países han intentado introducir tales medidas, la historia de la reforma agraria ha mostrado demasiadas fallas. La Conferencia Mundial sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural (CMRADR) de 1979 concluyó que los países en desarrollo deberían dar prioridad a la adopción de un marco institucional y de estructuras agrarias, que permitiesen a la población rural un acceso más equitativo a la tierra, al agua y a los otros recursos naturales.

Cuando se inicia el proceso de reforma agraria, es deseable que las propuestas de reforma incluyan consultas con los agricultores y pastores involucrados, ya sea que las mismas estén dirigidas a la redistribución de tierras, al reasentamiento, a la concesión de derechos permanentes o a la modificación de derechos vigentes. Sin embargo, es importante que la iniciativa de la distribución de tierras sea mantenida por el gobierno. Además, debe evitarse una política de laissez-faire que permita la inmigración y colonización incontrolada.

Se argumenta a menudo la ventaja de la titulación de las tierras privadas en términos de su valor colateral para el crédito, pero el sistema de crédito suele requerir también reformas. La reforma agraria en las tierras áridas debe involucrar la titulación a grupos o también formas de permisos individuales, diferentes al título de derecho de propiedad absoluta. En algunas áreas, la concesión de derechos individuales sobre la tierra, puede conducir a la rápida marginación de aquellos poseedores de derechos tradicionales poco seguros y de los propietarios más pequeños.

La acción requerida es como sigue:

La principal responsabilidad descansa en los gobiernos nacionales aunque las agencias internacionales pueden jugar un papel importante en el suministro de expertos en organización, manejo y capacitación.

 

Investigación

La falta de aplicabilidad en los resultados de la investigación, sugiere la necesidad de dar prioridad a la investigación aplicada y adaptable en materia agrícola, forestal e hidrológica. Corrientemente se debate mucho si existe o no suficiente tecnología disponible para sustentar el desarrollo de las tierras áridas. Algunos arguyen una aguda deficiencia en razón de que la tecnología no será disponible a menos que sea puesta a prueba y entendida por los agricultores y pastores. Pero la mayoría está de acuerdo en que, en muchas circunstancias, algunas intervenciones prácticas y útiles pueden prescribirse localmente siguiendo un completo análisis del respectivo sistema de producción—esto puede bien incluir el rediseño o adaptación de la experiencia o la tecnología, para adecuarlas al sistema específico—.

El término sistemas de producción agrícola implica todas las formas de utilización de los recursos naturales, incluyendo cultivos agrícolas, agroforestería y plantaciones forestales, apicultura, piscicultura de granja, producción pecuaria, manejo de pastizales, cacería y recolección, y todas las combinaciones de éstas.

El análisis requerido para los sistemas de producción agrícola incluye la determinación de las interrelaciones entre los recursos, la producción de cosechas, el manejo de hatos, las actividades familiares y el empleo fuera de la finca, y los fines que persigue la familia. Con este análisis uno puede identificar cualquier oportunidad inmediata para la transferencia tecnológica y para otras intervenciones no técnicas, así como las prioridades para la investigación futura; sin este análisis cualquier investigación que se lleve a cabo adolece de una dudosa relevancia.

Las buenas aplicaciones del enfoque de sistemas de producción agrícola utilizan el análisis inicial para proyectar las trayectorias probables del desarrollo y probar luego las intervenciones más promisorias bajo condiciones reales de fincas o de campos de pastoreo, avanzando al mismo tiempo con el necesario componente de investigación fuera del sistema. Esto combina la investigación con el desarrollo de sistemas. Para la investigación de sistemas de producción agrícola en las áreas costeras, se necesitaría también dar la debida atención al componente marino para el uso de los recursos del mar; sin embargo, el desarrollo de pesquerías per se, usualmente se considera marginal a los objetivos fundamentales del desarrollo de las tierras áridas.

Este enfoque está subordinado al trabajo llevado a cabo en estaciones experimentales para la investigación de sistemas de producción agrícola y al desarrollo realizado directamente en áreas de cultivo y de pastoreo. Es lo último lo que debe guiar a lo primero y no al revés.

Las acciones requeridas incluyen lo siguiente:

La responsabilidad para garantizar una adecuada investigación está compartida entre las autoridades nacionales y los organismos regionales e internacionales. Más tarde se describirán algunos de los temas de investigación más específicos que con mayor provecho podrían ejecutarse en las tierras áridas.

 

Planificación del desarrollo

La planificación del desarrollo para las tierras áridas usualmente adolece de un enfoque integral y de la suficiente evaluación de los recursos naturales de aguas, suelos y vegetación. Se requiere entonces, una planificación articulada y una ejecución gradual de los esfuerzos de desarrollo de las tierras áridas, así como reconocimientos más detallados de los recursos naturales y de los sistemas de producción agrícola.

Estas inquietudes se derivan de los decepcionantes rendimientos de la mayoría de los más grandes proyectos de desarrollo de las tierras áridas. No se prevé aquí revisar en detalle la experiencia pasada de desarrollo, pero existe el consenso de que una gran parte del problema reside en el diseño del proyecto. La tendencia ha sido hacia programas y proyectos demasiado ambiciosos y limitados de tiempo, que se han planificado y ejecutado de arriba a abajo en lugar de construirse sobre las estructuras y las capacidades de manejo locales. La mayoría de los proyectos informan haber incluido estudios y consultas locales, aunque claramente en un grado inadecuado. Sin duda, las deficiencias en datos de planificación se extienden mucho más allá de la información sobre los recursos naturales. Usualmente éstas se relacionan con la falta de datos demográficos y el desconocimiento de valiosas prácticas y sistemas de manejo locales.

Las acciones requeridas se relacionan tanto con los datos de planificación como con el diseño de los programas y proyectos.

La responsabilidad principal reside en las autoridades nacionales pero siempre con el aporte de las comunidades y organizaciones locales. Aunque la planificación del desarrollo es para situaciones muy específicas, un valioso aporte puede ser ofrecido por los organismos regionales e internacionales en la capacitación y para el reconocimiento previo al desarrollo.


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