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Madera Blanda Aserrada
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Madera Blanda Aserrada

El presente informe se limita a señalar las tendencias principales de la oferta y la demanda en Europa y la América del Norte. El periodo abarcado se extiende, hasta donde ha sido posible, dentro del 4° trimestre de 1950.

La situación de la oferta y de la demanda de la madera blanda aserrada durante el primer semestre de 1950 se caracterizó por un alto nivel de consumo. En muchos círculos europeos y de Norteamérica, se creyó que ocurriría un cambio en las condiciones del mercado - predominantemente favorables al vendedor - a fines del verano o principios del otoño, primordialmente a causa de factores propios de la estación Sin embargo, este acontecimiento se retardó debido al rompimiento de hostilidades en Corea, que impuso la necesidad de acelerar las compras para acumular reservas y también debido a la puesta en marcha de los programas de rearme europeo. No fué sino hasta octubre que se registró en Norteamérica una baja de los precios de ciertas calidades de madera aserrada, indicando ésto que había desaparecido la urgente demanda de algunas clases de madera observada a principios del año. En cambio, no se podo observar un cambio similar en la situación europea.

En Europa, el consumo de madera blanda aserrada subió constantemente durante los tres primeros meses del año en la mayoría de los países de la Europa occidental. Sin embargo, en el Reino Unido y la República Federal Alemana, el consumo sigue siendo muy inferior al de antes de la guerra.

En los Estados Unidos y el Canadá, la firme demanda de madera blanda aserrada registrada durante los primeros 9 meses del año hizo posible mantener una tendencia estable y fortalecedora en los precios. Esta situación se vió favorecida aún más por una gran escasez de furgones de carga, registrada en la Costa Occidental de los Estados Unidos durante los últimos meses del verano y principios del otoño. Tan pronto como se dispuso de mayor número de carros a principios del 4° trimestre, se observó cierto alivio de los precios en el mercado de la madera aserrada. Hacia fines del año, las restricciones impuestas en Estados Unidos al otorgamiento de créditos para construcción de viviendas y algunos otros tipos de construcción, como consecuencia de la crisis de Corea, empezaron a hacerse sentir sobre la demanda de madera aserrada.

Por lo que hace al comercio internacional de madera blanda aserrada, las tendencias descritas en nuestro reconocimiento anterior (UNASYLVA, Vol. IV, No 3) se mantuvieron iguales durante la mayor parte del período que examinamos. Las exportaciones del Canadá se destinaron principalmente a los Estados Unidos y los embarques a ultramar, hechos por estos dos países, seguirán siendo relativamente pequeños. En cambio, el comercio europeo de exportación de madera blanda aserrada siguió ensanchándose en todos los mercados de importancia a excepción de los de Francia y el Reino Unido. Las exportaciones realizadas por 7 de los principales países exportadores* ascendieron a 841,000 «standards» durante el primer semestre de 1950, en contraste con 616,000 «standards» el año anterior. Desde la iniciación de la temporada de embarques, la Comisión Británica de Control de la Madera se rehusó a hacer compras a los precios exigidos por los exportadores suecos: A medida que la temporada avanzaba, las cantidades de madera disponibles en Suecia para el Reino Unido declinaban. A la larga se vió que la política de espera del Reino Unido no podía sostenerse y como las existencias del país, peligrosamente bajas, tenían que ser reforzadas más tarde durante el mismo año, se firmaron contratos con el Canadá a precios mucho más elevados de los que el Reino Unido intentaba en un principio pagar.

[ * Austria, Finlandia, Francia, zonas occidentales de Alemania, Noruega, Suecia y Yugoeslavia. ]

Las necesidades de Europa en cuanto a importaciones de madera no se han visto satisfechas hasta ahora por algún aumento considerable en los abastecimientos provenientes de la URSS. Aun cuando es probable - salvo cambios imprevistos en la situación política - que las exportaciones de madera blanda aserrada que hace la URSS a Europa puedan conservarse a los niveles actuales a aún aumentar en los próximos años, la URSS importará también alguna cantidad de madera aserrada. El nuevo Convenio comercial fino-soviético estipula ciertas exportaciones de madera de Finlandia a la URSS durante un periodo de 5 años.

A principios del 4° trimestre de 1950 prevaleció una situación un tanto confusa en cuestión de precios. En algunos de los países europeos exportadores, la tendencia de los precios a subir era sumamente furte. En Suecia, en los remates organizados por la Junta de Administración de los Bosques del Estado, en octubre de 1950, los precios de la madera en pie mostraron un promedio de aumento de un 63 % sobre los precios de 1949. Aun cuando la mayor parte de este aumento ocurría en los precios de madera para pasta, los precios de las trozas de aserrar aumentaron también considerablemente. Al tiempo de escribir este informe no se disponía de indicaciones confiables respecto a los precios iniciales en 1951. La situación general de la oferta europea sugiere un reforzamiento de los precios en 1951. Sin embargo, dado que la escasez de dólares ha sido aliviada parcialmente, sobre todo en el Reino Unido, es muy posible que las compras al Canadá y los Estados Unidos pudieran aumentarse en cierto grado, siempre que en tales fuentes se dispusiera de abastecimientos adicionales. Así pues, la tendencia decreciente en los precios de la madera canadiense pudiera afectar los precios de exportación de la madera aserrada en los países del Norte de Europa durante 1951, más sin embargo, el precio básico para duela sueca de pino gigantesco, de 7", que en promedio fué de unas 50 lbs. esterlinas el «standard», precio neto f.o.b., en 1950, se cree que subirá en 1951 por lo menos a 60 lbs. esterlinas, precio neto f.o.b.

Durante su período de sesiones celebrado en octubre de 1950, el Comité de la Madera de la Comisión Económica para Europa, llegó a la conclusión de que en 1950 los abastecimientos de madera blanda aserrada para exportación, provenientes de fuentes europeas, inclusive la URSS, fluctuarían entre 2.144,000 y 2.377,000 «standards». Asumiendo que por lo menos 285,000 «standards» se remitirían del Hemisferio Occidental, es decir Canadá, Estados Unidos de América y Brasil, a Europa, el Comité estimó que las necesidades europeas se verían más o menos satisfechas durante 1950.

Según el Comité de la Madera, los abastecimientos para exportación de madera blanda aserrada de fuentes europeas, inclusive la URSS, durante 1951, pueden estimarse entre 2.000,000 y 2.375,000 «standards». El mejoramiento de la situación de divisas permitiría posiblemente un aumento en las importaciones - que se hagan del Hemisferio Occidental durante 1951, tentativamente calculadas en 475,000 a 500,000 «standards». Como las necesidades de importación de Europa pueden llegar a exceder de 3.300,000 «standards», pudiera crearse un déficit que fluctuaría entre 400,000 y más de 800,000 «standards», en la relación de la oferta a la demanda en Europa.

En algunos círculos importadores europeos se juzgan con tal seriedad estas perspectivas, que se ha llegado a sugerir que el comercio europeo de la madera se rija por un programa de asignaciones. Sin embargo, hay indicaciones de que para antes de que el programa de defensa de los Estados Unidos acelere su ritmo, habrá cantidades adicionales de madera aserrada en Norteamérica que podrán adquirir los importadores europeos. Hacia mediados de noviembre se informó que la Comisión de Control de la Madera del Reino Unido había firmado contratos por más de 400,000 «standards» de madera aserrada en la costa del Pacífico, que habrá de ser embarcada antes de fines de junio de 1951, y que podían preverse embarques de unos 850,000 «standards» de madera de Norteamérica al Reino Unido durante los siguientes 12 meses. Esto significaría que en 1951 tan sólo el Reino Unido importaría de Norteamérica una cantidad tres veces mayor de madera blanda aserrada que la importada durante 1950 del Hemisferio Occidental, por la totalidad de los países de Europa.

En Canadá, el plan tentativo para la construcción de 606,000 viviendas durante la primera década del período de post-guerra se considera que es muy inferior a lo que exigiría un programa máximo. Por lo tanto, se cree que la demanda de alojamientos seguirá siendo fuerte por varios años, a condición de que los ingresos en general se conserven a un nivel elevado y que el Gobierno continúe alentando la construcción de viviendas como parte de una política deliberada. De acuerdo con las estimaciones canadienses, un programa de construcción de 50,000 viviendas por año requeriría unos 363,000 «standards» de madera aserrada; un programa de 60,000 viviendas, alrededor de 436,000 «standards» ; un programa de 70,000 viviendas, cerca de 505,000 «standards»; y uno de 80,000 aprosimadamente 581,000 «standards». Estas cantidades, más las estimaciones que se han hecho respecto a construcciones de carácter comercial o público, indican que la demanda potencial doméstica de madera aserrada seguirá siendo fuerte, salvo cambios desfavorables de carácter económico o político.

En los Estados Unidos la demanda y la producción de madera blanda aserrada para construcción de viviendas dependerá en gran parte de los efectos que tengan en las actividades de construcción las restricciones impuestas a los préstamos hipotecarios. El nivel actual anual de aproximadamente 1.4 millones de viviendas principiadas, seguramente se verá seriamente afectado, y las predicciones para 1951 varían desde 600,000 a 700,000 unidades, las más pesimistas, a 800,000 ó 900,000 iniciaciones de nuevas viviendas.

Los efectos de la disminución de las actividades de 13 construcción sobre el consumo de madera blanda aserrada en los Estados Unidos se cree que serán contrarrestados por un aumento de la demanda para reparación y modernización de casas, tiendas, construcciones en las granjas y otras estructuras, si como para fines de defensa o para empaque de mercancías.

EUROPA

Consumo

En la mayoría de los países europeos, el primer semestre de 1950 se caracterizó por un nivel de producción industrial relativamente alto y, especialmente en muchos de los países de la Europa Occidental, por una mayor actividad en la construcción de edificios. En general se observó una creciente necesidad de madera. Dado que las perspectivas de la construcción de edificios y actividades industriales se presentaban favorables, las adquisiciones de madera aserrada en los países del Norte de Europa fueron iniciadas por los importadores, a excepción del Reino Unido, apenas iniciada la estación. A pesar del alza de los precios, la demanda de madera aserrada se mantuvo firme, habiendo dado muestras de alguna flojedad el mercado únicamente en Francia y Suiza.

En Austria, las actividades de la construcción de edificios se vieron afectadas por dificultades financieras hacia mediados de 1950. Sin embargo, el consumo de madera blanda aserrada, durante los primeros 6 meses, fué un tanto mayor que durante el período correspondiente de 1949.

En los tres países exportadores del Norte la actividad económica fué, en general, relativamente movida. En Finlandia, tanto la producción industrial como las actividades de la construcción registraron aumento durante el 1er semestre del 1950, pero se observaron síntomas de inflación. En Suecia, la producción industrial fué igualmente elevada y la construcción de viviendas mostró hacia fines del período marcada tendencia a subir. Igual cosa puede decirse de Noruega, país que continuó siendo importador de madera. Allí, sin embargo, parecen haber quedado satisfechas las más urgentes necesidades de construcción de edificios. Las indicaciones fueron en el sentido de que el consumo doméstico de madera blanda aserrada en estos tres países era relativamente estable, con una tendencia ligera al aumento.

La situación en el Reino Unido fué muy diferente a la de otros países importadores. A pesar de una gran demanda, el consumo declinó durante el 2do trimestre del año, hasta un promedio mensual inferior a 75,000 «standards» de madera blanda aserrada, de procedencia local. Aún así, las existencias se vieron seriamente afectadas. La escasez de maderas de longitudes y dimensiones preferidas, fué en ocasiones tan aguda, que se tradujo en restricciones temporales a las actividades de la construcción de edificios en determinadas regiones, pero en general, en todo el país, éstas aumentaron ligeramente en comparación con el primer semestre de 1949.

En los Países Bajos se registró durante los primeros 6 meses de 1950 un marcado fortalecimiento de la demanda y el consumo de madera blanda aserrada. Esto se debió al aumento de la producción industrial y actividades de la construcción de edificios. Tomando en consideración una disminución en el consumo medio de madera por vivienda en los Países Bajos, de unos 21 m cúbicos antes de la guerra a unos 14 m. cúbicos en el período de post-guerra, se calcula que el consumo total de madera realizado por la industria de la construcción durante el primer semestre de 1950 fué casi igual al del año de 1937.

En Francia y Bélgica, la producción industrial declinó en cierto grado durante el primer semestre de 1950. En Francia, la demanda de madera aserrada no fué muy activa, a pesar de alguna expansión de actividades de la construcción de edificios. Sin embargo, en Bélgica, la creciente necesidad de madera blanda aserrada se reflejó en el aumento en las importaciones realizadas por ese país.

En Italia, la intensificación de las actividades de la construcción de edificios condujo a un fortalecimiento de la demanda de madera. También en otros campos aumentó el consumo de madera blanda aserrada

En Suiza, el consumo de madera blanda aserrada para fines de construcción parece haber aumentado, en tanto que la demanda de tablas de 2da. y 3ra. calidad, para cajas, o madera aserrada de calidad inferior, disminuyó.

En la Alemania Occidental, el índice de producción industrial mostró un aumento de cerca de un 12% entre diciembre de 1949 y junio de 1950. La escasez de viviendas se calcula entre 4 y 5 millones de alojamientos, de los cuales la mitad vendría a reemplazar edificios destruidos durante la guerra y el resto serviría para alojar refugiados llegados en el período de postguerra. Se asignó un total de 2,500 millones de marcos para el desarrollo del programa de viviendas auspiciado por el Gobierno.

Se estimó que durante 1950 podrían quedar terminadas 330,000 nuevas viviendas. Aun cuando no se disponía de datos respecto al consumo de madera blanda aserrada, se estimó que el nivel del consumo seria en 1950 superior al de 1949. La demanda de madera blanda aserrada se reflejó en el aumento de las importaciones.

Producción

Para el primer semestre de 1950 la producción europea de madera blanda aserrada se calculó en cerca de 3.954,000 «standards», en comparación con 3.884,000 «standards» durante igual período en 1949.

El aumento en la producción de madera blanda aserrada fué especialmente considerable en Francia. El aprovechamiento de madera en pie, dañada con anterioridad por incendios forestales, hizo ascender la producción de madera blanda aserrada de este país durante el primer semestre del 1930 a un nivel 40% superior al de 1949. En Austria, la producción de madera blanda aserrada subió un 19% en comparación con el correspondiente período de 1949. En Finlandia, la producción de toda clase de madera aserrada fué casi un 11% superior a la del año anterior y los informes procedentes de Suecia revelan también un aumento considerable. No se registraron cambios de importancia en la producción de madera blanda aserrada en Noruega y la producción declinó ligeramente en Yugoeslavia y Suiza. La producción en las Zonas Occidentales de Alemania bajó de 857,000 «standards» en 1949 a 793,000 «standards» en 1950, es decir, más del 7%.

Exportaciones

A principios del año, el comercio de exportación de la madera blanda aserrada se mostró muy activo. La posición de los países europeos exportadores se vió favorecida no tan sólo por la temprana apertura de los mercados de exportación, con precios sumamente elevados, y por la prolongación de un mercado favorable al vendedor, sino también por los efectos de la crisis de Corea así como la ausencia de una efectiva competencia de fuentes no europeas.

Aun cuando el comprador más importante de madera aserrada, el Reino Unido, se mostró relativamente reacio a efectuar compras tempranas en los países exportadores del Norte, a los precios relativamente altos que prevalecieron a principios de la temporada de embarques, las ventas realizadas por Finlandia habían llegado, para fines del primer semestre, a unos 500,000 «standards» y las de Suecia a unos 425,000 «standards». Para fines del primer semestre del año, la nueva situación del mercado, favorable a los vendedores, había absorbido de un 75 a un 90% de las cantidades disponibles para exportación en los países del Norte.

Para fines del primer semestre de 1950, únicamente unos 100,000 «standards» de madera de Finlandia y menos de 50,000 «standards» de madera blanda aserrada de Suecia (una gran parte de estos artículos corresponde a pedidos hechos en 1949) habían sido vendidos al Reino Unido. Durante este período, el país que más activo se mostró en hacer compras de madera aserrada en Finlandia y Suecia fueron los Países Bajos, pero también se hicieron embarques en cantidades mayores a Dinamarca, la Alemania Occidental, Bélgica, además de la Unión Sudafricana y Australia. Se estimó que las exportaciones de madera aserrada de Suecia y Australia, que se elevaron de 2,000 «standards» por año antes de la guerra a 25,000 «standards» en 1949, alcanzarían posiblemente unos 50,000 «standards» en 1950. Los exportadores finlandeses habían recuperado algunos mercados en el Levante.

En julio y agosto de 1950 Finlandia modificó su política de comercio de exportación de madera aserrada. Se suprimieron las licencias de embarques de madera aserrada a Dinamarca y los Países Bajos, dado que habían excedido las cantidades reservadas para venta de madera finlandesa a dichos países. Un poco después, se anunció que se expedirían permisos para nuevas ventas de madera aserrada únicamente respecto a embarques al Reino Unido. Esta medida fué motivada por una mayor necesidad de disponer de libras esterlinas. Bajo un nuevo Convenio, los exportadores finlandeses se comprometieron a vender al Reino Unido durante 1950, a precios más elevados, 150,000 «standards» en lugar de los 107,000 «standards» que quedaban como saldo en el Convenio celebrado a principios del año. Se estimó que podrían entregarse en 1950 unos 60,000 «standards», quedando para ser embarcados tan pronto como se reanudase la navegación en 1951 el saldo de 90,000 «standards». Por tal razón, el total de las ventas finlandesas de madera aserrada al Reino Unido fué de 267,000 «standards» en 1950. Posteriormente, como resultado de muy serias huelgas registradas en Finlandia, la cantidad a ser exportada durante la temporada de 1950 se redujo a 40,000 «standards».

Para fines del primer semestre de 1950, las exportaciones de madera blanda aserrada hechas por Finlandia a la URSS apenas habían sobrepasado ligeramente de 8,000 «standards», o sea una cuarta parte de la cantidad registrada en 1949. Sin embargo, en junio de 1949 quedó concluido entre los dos países un Convenio Comercial de 5 años, en el que se estipularon exportaciones adicionales a la URSS de 10,000 «standards» en 1950 y 60,000 «standards» anualmente durante los 4 años siguientes. El equivalente de otros 55,000 «standards» de madera blanda aserrada los representan las casas prefabricadas que Finlandia habría de remitir a la URSS durante 1950 y en cada uno de los años subsecuentes abarcados por el Convenio. Los embarques de casas prefabricadas que remita Finlandia a la URSS representarán 80,000; 70,000 ; 70,000 ; 55,000, y 25,000 «standards» de madera aserrada, respectivamente.

Para principios de septiembre, se calculaba que Suecia habría exportado unos 600,000 «standards», lo cual sugiere que el total de las exportaciones de madera blanda aserrada podría llegar en 1950 a unos 700,000 «standards» (incluyendo unos 50,000 «standards» de tabla para cajas) en comparación con un total de 648,000 «standards» (incluyendo unos 43,000 «standards» de tablas para cajas) en 1949. Sin embargo, los embarques de madera de Suecia al Reino Unido no se creía que excedieran en todo el año de 1950 de 50,000 «standards», en contraste con 233,000 «standards» en 1949. Hacia fines del tercer trimestre se consideraba con toda seriedad, en los círculos comerciales de Suecia, el envío de algunas remesas de madera aserrada a los Estados Unidos por vía de prueba.

Como resultado de las condiciones favorables del mercado, Noruega aumentó a más del doble sus exportaciones de madera blanda aserrada durante el primer semestre de 1950. En octubre de 1950 se prohibieron las exportaciones de madera de Noruega por todo el resto del año. Las necesidades domésticas, especialmente las de la industria de la construcción de edificios, necesitaban quedar satisfechas y los 25,000 «standards» considerados para exportación en 1950 ya habían sido vendidos.

Se informó que las exportaciones austriacas de madera blanda aserrada, durante los primeros 8 meses de 1950, alcanzaron un nivel más o menos equivalente al que correspondería a 12 meses en la época anterior a la guerra. Esto se debía principalmente a la demanda registrada en Italia.

Las exportaciones de madera blanda aserrada realizadas por Francia, excepcionalmente cuantiosas debido al aprovechamiento de la madera dañada por incendios forestales, superaron a las importaciones anormalmente bajas efectuadas durante el mismo periodo. El grueso de las exportaciones francesas se destinó a los países del Cercano Oriente y Noráfrica, así como también al Reino Unido.

Durante los primeros meses de 1950, la URSS no tomó parte muy activa en el comercio de exportación de madera blanda aserrada. Los embarques relacionados con el Convenio sobre 153,000 «standards» celebrado con el Reino Unido en junio, mencionado en nuestro informe anterior, principiaron en agosto con la remisión de unos 30,000 «standards». La URSS hizo uso de la opción prevista en el contrato para unos 45,000 «standards» adicionales, elevando, en consecuencia, el total de embarques al Reino Unido durante 1950 a casi 200,000 «standards». Durante el primer semestre de 1950 los embarques de madera blanca aserrada hechos por la URSS a Bélgica fueron de unos 4,500 «standards», siendo la cantidad total contratada para entregarse en 1950, de 14,000 «standards».

Importaciones

Durante el primer semestre de 1950 las importaciones realizadas por el principal comprador, el Reino Unido, declinaron aproximadamente un 33% en tanto que las importaciones de la mayoría de los países del Continente aumentaron en relación a 1949. El resultado neto fué un aumento de cerca de un 7% sobre el total de importaciones europeas realizadas en el primer semestre de 1949.

El aumento en la cifra registrada por las importaciones durante el primer semestre de 1950 fué cubierto en su totalidad por importaciones de fuentes europeas. Las importaciones procedentes de zonas de influencia del dólar no llegaron a 44,000 «standards», lo que significa una disminución de más del 50% de los niveles alcanzados durante el correspondiente período de 1949. Más avanzado el año, la ECA (Administración de Cooperación Económica) suspendió las asignaciones de dólares para adquisición de madera, por lo que las importaciones de este artículo procedentes de la zona de influencia del dólar, tuvieron que depender de la disponibilidad de dólares «libres».

Como ya mencionamos anteriormente, la resistencia mostrada por el Reino Unido para hacer adquisiciones en un mercado de precios altos, fué la causa de que sus importaciones de madera, durante el primer semestre de 1950, registraran un nivel muy bajo. Los resultados de esta política tuvieron manifestaciones diversas. Para fines de junio de 1950, las importaciones procedentes de Suecia, hechas por el Reino Unido, apenas si pasaban de 50,000 «standards» (durante el primer semestre de 1949 ascendieron a más de 54,000 «standards») y las procedentes de Finlandia, a cerca de 34,000 «standards» (habiendo sido de unos 32,000 «standards» en el período enero a junio de 1949), en tanto que las importaciones procedentes del Canadá se mantuvieron en menos de 24,000 «standards» (en el primer semestre de 1949 fueron de 76,500 «standards») ; las importaciones provenientes de los Estados Unidos habían descendido al insignificante nivel de 1,800 «standards» (6,000 «standards» el año anterior). También las importaciones procedentes de Yugoeslavia mostraron disminución, habiéndose suspendido totalmente los embarques de la Alemania Occidental. El aumento en las importaciones provenientes de Francia, Polonia y algunas otras fuentes, apenas si bastaban a cubrir parcialmente el déficit existente entre necesidades y abastecimientos. En consecuencia, fué tanta la exigencia de recurrir a las existencias de reserva, que éstas bajaron de 415,500 «standards», al principiar del año, a escasos 170,200 «standards» al finalizar el primer semestre.

Entre tanto, en los países de influencia del dólar, empezaba a crearse un superávit. Esta situación dió por resultado un aumento en las adquisiciones de madera procedente de la costa del Pacifico. Para mediados de septiembre, los contratos celebrados por la Comisión Británica de Control de la Madera con exportadores de la Columbia Británica, Canadá, y algunos vendedores de la costa occidental de los Estados Unidos, llegaron a sumar unos 245,000 «standards», para embarques hasta el último de junio de 1951. En octubre se volvieron a firmar contratos adicionales para embarques provenientes de zonas de influencia del dólar.

La severa crítica a que dió lugar esta política de importación de la Comisión Británica de Control de la Madera, durante el primer semestre del 1950, contribuyó a que se tomara la decisión de derogar parcialmente las medidas de control del comercio de la madera. A principios de octubre, el Ministerio de Comercio (Board of Trade) anunció que las adquisiciones de madera blanda y madera para minas, que habían estado sujetas a control gubernamental desde 1939, podían realizarse libremente por los conductos ordinarios de comercio con Suecia, Finlandia, Francia, Austria y otros países de monedas no convertibles, respecto a embarques que llegasen con posterioridad al 1ro de enero de 1951. La Comisión de Control de la Madera continuará haciendo las compras en las zonas de monedas convertibles, teniendo igualmente a su cargo las importaciones provenientes de los países de la Europa Oriental, es decir, la URSS, la Alemania Oriental, Polonia, Checoeslovaquia, Yugoeslavia y Rumania. Las nuevas disposiciones no suavizaron los controles existentes respecto al uso de la madera blanda, pero sí estipularon que el control sobre los precios de menudeo, de madera blanda importada, desaparecerá en él mercado nacional a partir del 1ro de abril de 1951.

Se anticipó que la supresión parcial de los controles impuestos por el Reino Unido a las importaciones de madera blanda se traduciría en un aumento en las adquisiciones de madera aserrada proveniente de Suecia y Finlandia, para embarque durante los primeros meses de 1951, en comparación con el año anterior. Para principios de noviembre de 1950 se anunció que el Gobierno del Reino Unido ya había adquirido 600,000 «standards», para embarques durante 1951. En esa fecha, los contratos firmados por importadores particulares para embarques posteriores al 1ro de enero de 1951, no excedían de 9,000 «standards».

Entre los países de la Europa continental, importadores de madera, que realizaron compras de consideración para entregas tempranas en 1950, los Países Bajos ocuparon un lugar destacado. Para fines del primer semestre del año, las importaciones de este país habían alcanzado cerca de 146,000 «standards», o sea un aumento de más del 50 % sobre el período correspondiente del año anterior. Las importaciones provenientes de Suecia y Finlandia representaban el 47 y el 25 %, respectivamente, del total, constituyendo un aumento considerable, al igual que los embarques provenientes de Austria. Las importaciones provenientes de la Alemania Occidental, que ascendieron a más de 105,000 «standards» durante los primeros 6 meses de 1949, llegaban únicamente a unos 10,000 «standards», en tanto que las importaciones provenientes de Polonia, Checoeslovaquia y Yugoeslavia habían bajado a una cantidad todavía menor. En contraste con importaciones de 19,000 «standards» provenientes de la URSS en el primer semestre de 1949, no se habían registrado importaciones en 1950. Durante el 2do semestre de 1950, las adquisiciones contratadas por importadores de los Países Bajos, para entrega en el curso del año, ascendían a unos 395,000 «standards», cantidad que se consideraba correspondería más o menos al total de importaciones de madera blanda para todo el año (en comparación con 325,000 «standards» en 1949). Un 48 % de este total correspondía a contratos celebrados con Suiza, un 34% a contratos con Finlandia y un 9% a contratos con Austria.

Compitiendo con los Países Bajos en lo relativo a entregas tempranas y dimensiones preferidas, Bélgica importó durante el primer semestre de 1950 unos 56,400 «standards», cantidad 71 % mas elevada que la del correspondiente período en 1949. Las importaciones provenientes de Suecia, que durante el 1er semestre de 1949 representaron casi el 60% del total, bajaron ligeramente, representando únicamente un 33 % del total. En cambio, el porcentaje de madera aserrada proveniente de Finlandia aumentó a más del triple, representando casi un 25 % del total. Las importaciones provenientes del Canadá aumentaron considerablemente, pero no llegaron a exceder de 2,700 «standards» ; las importaciones provenientes de la URSS fueron de 4,400 «standards» y las de la Alemania Occidental de 2,400 «standards». Para principios del 2° semestre del año las compras hechas en la URSS para entrega durante 1950 llegaban a 14,000 «standards».

Dinamarca aumentó también sus importaciones en grado apreciable, durante el primer semestre del año, de 27,600 «standards» en 1949 a 58,200 «standards» en 1950. Mediante compras realizadas en fecha temprana, principalmente en Finlandia y Suecia, Dinamarca cubrió la mayor parte de sus necesidades de 1950. Las existencias de reserva mostraron un aumento considerable y no se creía que se registraran importaciones de cuantía durante el 2° semestre del año.

La Alemania Occidental fué durante el primer semestre de 1950 un país importador de madera aserrada más importante de lo que había sido en otros años de la post-guerra. En tanto que las importaciones totales de madera blanda aserrada realizadas por la Alemania Occidental en 1949 fueron de 82,000 «standards», las importaciones únicamente durante el primer semestre de 1950 llegaban casi a 46,500 «standards». Para fines de junio, las importaciones de la Alemania Occidental de madera aserrada proveniente de Suecia habían llegado a 31,000 «standards» (menos de 16,500 «standards» durante el primer semestre de 1949) y las provenientes de Finlandia casi a 13,000 «standards» (nulas durante el primer semestre de 1949).

Las importaciones realizadas por Italia durante el primer semestre de 1950 mostraron un aumento de casi el 19% sobre las del periodo correspondiente en 1949. La principal fuente de abastecimiento fué Austria, representando las importaciones provenientes de este país casi el 86% del total de las importaciones de madera blanda aserrada hechas por Italia. Con importaciones que ascendían a 92,000 «standards» durante el primer semestre del 1950, en contraste con 78,000 «standards» en el año anterior, la demanda quedó satisfecha en Italia, disponiéndose de abundantes existencias de reserva.

Las importaciones de madera blanda aserrada realizadas por Irlanda aumentaron también durante el primer semestre de 1950 y algunos países exportadores de madera, especialmente Suecia y Noruega, importaron mayores cantidades que durante el año anterior. Sin embargo, se registró un descenso notable respecto a las importaciones hechas por Francia. Con la disminución en las importaciones provenientes de la Alemania Occidental, el total de importaciones de madera blanda aserrada hechas por Francia no llegó a 27,000 «standards», en contraste con más de 43,000 «standards» el año anterior. La reducción de las importaciones de trozas de madera blanda, provenientes casi exclusivamente de la zona francesa de Alemania, fué mucho más drástica, siendo de más de un 80%.

Precios.

Durante el 2do y 3er trimestres de 1950 hubo en Europa un fortalecimiento general de los precios de la madera blanda aserrada, ano cuando no existía un nivel uniforme de precios. Fueron tres los factores principales que influyeron sobre los precios: la temprana actividad de compras mostrada por los importadores de madera aserrada proveniente de Suecia y Finlandia ; la tendencia al alza que prevaleció en los precios de la madera durante los primeros 9 meses del año en el Canadá y los Estados Unidos; y posteriormente al rompimiento de las hostilidades en Corea, la necesidad de acumular reservas en diversos países, así como la entrada en acción de los planes de rearme.

En nuestro informe anterior sobre madera blanda aserrada, mencionamos que los embarcadores suecos habían vendido a mercados fuera del Reino Unido a precios que corresponden al de una base de 51 £ o más el «standard», precio neto f.o.b., por duela de pino gigantesco, sin aserrar, de 7''. De acuerdo con informes posteriores, los precios de madera sueca de primera calidad, subieron hacia fines de septiembre a 57 £, por duela de pino gigantesco, sin aserrar, de 6'' ; 68 £ 10 chelines, por tabla de pino gigantesco, sin aserrar, de 9" ; y de 52 £ a 58 £, respectivamente, por «quintos». Al mismo tiempo, los precios de tablones de pino gigantesco, sin aserrar, eran excepcionalmente elevados ; por ejemplo, el precio básico para tablones de era de 73 £, ofreciéndose 7 £ adicionales por los de ó . Los precios de «utskott» también subieron, pagándose por esta calidad de madera de 40 a 41 £ el «standard». Se informó que Australia había pagado un precio básico de 55 £ por duela de pino blando sueco, sin aserrar, da 7'' y 42 £ 10 chelines por «utskott» vendito para entrega en 1951.

El precio básico para ventas de Suecia al Reino Unido por duela de pino gigantesco, sin aserrar, de 7'', se elevó de unas 13 £ por «standard» con anterioridad a la iniciación de la segunda guerra mundial, a 49 £ o algo más en 1950, ambos precios netos, f.o.b. Haciendo la conversión de la candidad correspondiente en coronas suecas al tipo de cambio prevaleciente durante los respectivos períodos, puede expresarse el aumento como el correspondiente a la diferencia entre 60 y cerca de 150 dólares.

El nuevo arreglo celebrado entre los exportadores finlandeses y la Comisión Británica del Control de la Madera, en el verano de 1950, mencionado en otra parte de este informe, estipuló cierto aumento en los precios. Los precios básicos netos f.o.b. fueron fijados como sigue:

Duela de pino gigantesco, sin aserrar, de 7''

Grupo I

. . . . . . . . . . .

£ 50

Grupo II

. . . . . . . . . . .

£ 49

Grupo III

. . . . . . . . . .

£ 48

Grupo IV

. . . . . . . . . .

£ 47

Grupo V

. . . . . . . . . . .

£ 46.10s.

Grupo VI

. . . . . . . . . . .

£ 46

Duela de palo blanco, sin aserrar, de 7''

Grupo I

. . . . . . . . . . .

£ 47.15s.

Grupo II

. . . . . . . . . . .

£ 47

Grupo III

. . . . . . . . . . .

£ 46.5s.

Grupo IV

. . . . . . . . . . .

£ 45.10s

«Utskott», de 6'' y más

Grupos I-II

. . . . . . . . . .

£ 34

Grupos III-IV

. . . . . . . . . .

£ 33

Grupos V-VI

. . . . . . . .

£ 32.10s.

«Schaalboards»

. . . . . . . .

£ 32.10s.

En abril de 1950 el precio básico fijado entre la Comisión de Control de la Madera y los exportadores finlandeses para las clases del grupo IV, duela de pino gigantesco, sin aserrar, de 7", fué de 44 £ o sea 3 £ menos que las fijadas en el nuevo precio ; el precio fijado en abril para el grupo V era de 43 £ 5 chelines y para el grupo VI 42 £ 15 chelines. En mayo de 1950, el contrato celebrado entre la Comisión Británica del Control de la Madera y los tres más grandes exportadores de la Columbia Británica, Canadá, respecto al embarque de unos 135,000 «standards» hasta el último de junio de 1951, previó un aumento de cerca de un 5% sobre los precios pagados por el Reino Unido por madera aserrada contratada en el Canadá en julio de 1950. Por lo tanto, el nuevo contrato está basado en un equivalente de cerca de 57 £, precio f.o.b., puertos del Pacífico, por abeto Douglas de calidad comercial, que es la que más se aproxima a «quintos» de pino gigantesco procedentes de los mejores aserraderos de Suecia y Finlandia. Se estimó que dado el aumento prevaleciente en los fletes, el precio anterior podría corresponder a unas 75 £, precio a orilla de muelle, en un puerto británico. Posteriormente, en octubre de 1950, la Comisión de Control de la Madera podo celebrar nuevos contratos para embarques provenientes de Columbia Británica a precios considerablemente más bajos.

A principios de noviembre de 1950, se puso en vigor en Suecia un impuesto más alto de exportación para toda la madera aserrada y cepillada que se exportase en 1951. Se informó que el nuevo impuesto de exportación podría fluctuar entre 50 y 65 coronas suecas el «standard» (de 3 £ 6 chelines 8 peniques a unas 4 £ 6 chelines 8 peniques). Al tiempo de escribir este informe todavía no era muy claro el efecto que produciría sobre los precios de exportación de madera aserrada el nuevo impuesto establecido por Suecia.

AMÉRICA DEL NORTE

CANADÁ

Consumo

En un informe que se conoce como «Curtiss Report on Housing» (Informe Curtiss sobre la situación de la Vivienda) se estimó que las necesidades de nuevas viviendas durante la primera década de postguerra, serían en Canadá de unas 606,000 viviendas, considerándose que esta cantidad resulta un tanto conservadora. Durante el periodo comprendido entre 1945 y fines del primer trimestre de 1950, se habían construido 362,000 nuevas viviendas. Las 91,000 nuevas viviendas correspondientes a 1949 establecieron un récord sin precedente.

A pesar de este acontecimiento y de una tendencia favorable en la actividad industrial, el consumo de la madera aserrada no pareció registrar aumento apreciable.

Producción

De conformidad con estimaciones dadas a la publicidad por el Departamento de Industria y Comercio del Canadá, la producción de toda clase de madera aserrada (incluyéndose durmientes aserrados) en todos los aserraderos al Este de las Montañas Rocallosas, exceptuándose los de Terranova, ascendió a 623,000 «standards» durante el primer semestre de 1950, cantidad que comparada con la de 690,000 «standards» registrada durante el primer semestre del año anterior indica una disminución de cerca de un 9.7%. De un 10 a un 15% del total corresponde a madera dura. Durante el mismo periodo de tiempo, la producción de madera blanda aserrada y durmientes en la Columbia Británica fué calculada en cerca de 729,000 «standards», en comparación con 678,000 «standards» en el primer semestre de 1949, o sea un aumento de un 7.6 %. Si bien las estimaciones para las provincias orientales y para la Columbia Británica no son totalmente comparables, sí sugieren que no se registraron cambios de significación en la producción de madera blanda aserrada en el Canadá durante el primer semestre de 1950. En julio de 1950 se registró un ligero aumento en la producción de madera blanda aserrada en la zona situada al Este de las Montañas Rocallosas, en comparación con el mes anterior, pero al mismo tiempo hubo una ligera disminución en la Columbia Británica.

Exportaciones

Los embarques de madera blanda aserrada hechos a los Estados Unidos fueron excepcionalmente altos durante el primer semestre de 1950 y estimaciones preliminares indican que el aumento fué de casi 130%. Por otra parte, las exportaciones al Reino Unido representaron únicamente cerca de una décima parte de la cantidad exportada a los Estados Unidos, y las exportaciones a otros mercados fueron relativamente cortas.

Los contratos de mayor cuantía celebrados por la Comisión Británica de Control de la Madera con los productores canadienses deberían traducirse en mayores embarques de exportación hacia fines del año y principios de 1951.

Precios

Los precios de la madera aserrada se han visto afectados en el Canadá por la firmeza del mercado doméstico así como por la fuerte demanda de madera aserrada registrada en los Estados Unidos. Se informó que el aumento en los precios originado por las exportaciones de madera de la costa occidental del Canadá a los Estados Unidos, constituyó hacia fines del verano un factor desconcertante para el mercado doméstico. Los compradores de la región Este del Canadá se mostraron reacios a hacer adquisiciones de madera canadiense de la costa occidental con qué reforzar sus existencias, a pesar de la escasez de madera que prevalecía en el Este.

A partir del 1ro de octubre dejó de estar en vigor la disposición que fijaba el tipo de cambio a razón de 1.10 de dólar canadiense por 1 dólar estadounidense, dejándose en libertad a las divisas de alcanzar su justa estabilidad. Se esperaba que el principal efecto de esta medida, respecto a los exportadores canadienses de madera aserrada, seria el de reducir el margen de utilidades surgido con motivo de la devaluación de divisas no convertibles registrada en 1949. Se creyó que el fortalecimiento de la posición del dólar canadiense pudiera significar cierta disminución de las ventajas de exportar a los Estados Unidos, con preferencia a los embarques de carácter doméstico.

ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA

Consumo

Las actividades de la construcción durante el primer semestre de 1950 se mantuvieron extraordinariamente elevadas habiéndose estimado, en términos de construcción de nuevas casas iniciadas, superior, en un 53%, a los niveles correspondientes de 1949. La demanda de madera aserrada, para toda clase de usos, fué extraordinaria durante el segundo y tercer trimestres del año. Las exportaciones de madera blanda aserrada realizadas durante el primer semestre del año fueron un 5.5 % mayores que la producción y las existencias brutas casi un 17% inferiores a las registradas el año anterior. Sin embargo, durante el tercer trimestre la situación cambió; la producción aumentó mas rápidamente que el volumen de exportaciones y en consecuencia las existencias de madera blanda aserrada fueron superiores en un 4.1 % a las registradas al final del trimestre anterior.

El consumo de madera blanda aserrada durante el segundo trimestre del 1950 fué superior en casi un 31% al registrado durante el primer trimestre y el consumo total para el primer semestre del año estableció un récord sin precedente, estimándose globalmente en unos 8 millones de «standards».

Desde julio hasta fines de septiembre de 1950, la actividad de la construcción y la demanda de madera aserrada para construcción de edificios y usos industriales siguió siendo elevada. Las medidas de defensa resultantes del rompimiento de hostilidades en Corea ocasionaron un aumento en el consumo de madera aserrada, empleada para embalajes. El consumo de madera blanda aserrada durante el tercer trimestre del año llegó a una cantidad que se estimó en cerca de 4.75 millones de «standards», haciendo subir el total del consumo durante los primeros nueve meses de 1950 a unos 12.95 millones de «standards», aproximadamente, en comparación con 10.84 millones de «standards» en el año anterior.

Los controles establecidos durante el tercer trimestre del año por la ley sobre producción para defensa (Defense Production Act), sobre nueva construcción y otorgamiento de créditos para viviendas, tuvieron un efecto inmediato sobre el volumen de la producción. Se registró una baja y el número de viviendas no rurales iniciadas fué inferior en un 6.3 % al del trimestre anterior. Sin embargo, el consumo subió aún más durante el tercer trimestre, si bien con un ritmo más lento y superó al nivel del trimestre anterior por un 2.2 %. Se creyó que, durante el último trimestre del año, el consumo de madera blanda aserrada bajaría en un 3.5 % respecto al trimestre anterior. Aún así, el condumo durante 1950 llegaría a ser un 14% mayor que el registrado en 1949.

Producción

La producción de madera blanda aserrada durante el primer trimestre de 1950 fué inferior a la correspondiente a los 3 últimos meses de 1949. Sin embargo, durante el 2do trimestre de 1950 la producción alcanzó un nivel muy alto y la cantidad total producida durante el primer semestre del año fué de 7.18 millones de «standards», o sea un 15% mayor que la del año anterior.

A pesar de que el ritmo tan extraordinario alcanzado por la producción bajó ligeramente en julio, en general la producción del 3er trimestre fué relativamente cuantiosa y superó por un 4.6% la del segundo trimestre. Sin embargo, hacia principios del 4° trimestre del año, había indicaciones de cierta disminución. Se informó que algunos aserraderos chicos, con escaso margen de utilidad, empezaban a suspender sus trabajos con motivo de la baja de los precios.

Comercio

Debido al aumento de la demanda doméstica, las exportaciones de toda clase de madera aserrada bajaron durante los primeros 6 meses de 1950. Tan sólo las exportaciones de madera blanda aserrada, que llegaban a 84,800 «standards», eran inferiores en casi un 31 % a la cantidad registrada durante el primer semestre de 1949. Las exportaciones de madera aserrada de abeto Douglas, que representaban casi la mitad del total, habían descendido aproximadamente a un 50 % de lo que fueron el año anterior.

Durante el tercer trimestre del año, las exportaciones se vieron obstruccionadas no tan sólo por la fuerte demanda doméstica y lo elevado de los precios, sino también por un aumento en las tarifas de fletes y una persistente escasez de furgones de carga registrada en la costa occidental. El total registrado fué aproximadamente igual al del trimestre anterior y considerablemente inferior a las exportaciones de un año atrás.

En cambio, las importaciones de toda clase de madera aserrada subieron bruscamente durante el primer semestre de 1950. Las importaciones de madera blanda aserrada, que ascendieron a un total de unos 700,000 «standards» durante este periodo, mostraron un aumento de cerca de 130 % sobre la cantidad registrada durante los primeros 6 meses de 1949. Durante el 3er. trimestre, las importaciones subieron todavía más, siendo casi 3 veces mayores que las registradas durante el periodo correspondiente de 1949.

Precios

Conforme al índice de precios formulado por la Oficina de Estadísticas de Trabajo (Bureau of Labor Statistics), los de la madera aserrada para construcción, convertidos sobre la base de 1939 = 100, alcanzaron durante el 2do. trimestre de 1950 la marca jamás registrada de 333.7. Durante los meses subsiguientes, se registró un aumento relativamente brusco que hizo subir en septiembre el índice a 371.0. Por ejemplo, en lo relativo a madera aserrada de abeto Douglas, el índice sabio de 384.7, registrado en junio, a 415.4 en julio.

La tendencia ascendente de los precios de la madera aserrada, continuó durante todo el mes de septiembre, pero hacia principios de octubre se informó que los precios de calidades ordinarias de madera blanda aserrada habían principiado a bajar en algunas regiones. Los precios de aserradero, para madera de abeto Douglas, pino del Oeste y pinabete (calidades ordinarias), usadas en la construcción de viviendas, bajaron de 13 a 20 dólares por «standard» de los precios cumbre alcanzados a mediados de septiembre. Sin embargo, los precios de calidades seleccionadas de madera blanda aserrada se mantuvieron firmes.

Dado que el alza de los precios de la madera aserrada fué motivada por un trastorno en el sistema de distribución, a la vez que por factores más normales, se esperaba que para fines del año se registrara una superabundancia de madera aserrada. Para esa fecha la situación de escasez de furgones de carga habría mejorado y las actividades de la construcción registrarían una disminución propia de la estación, con la agravante de las nuevas restricciones impuestas al otorgamiento de créditos para construcción de viviendas.

Lucha contra la Langosta

El informe de uno de los miembros de la Dirección de Agricultura de la FAO indica que en la América Central las langostas se reúnen y se reproducen en los campos abandonados donde la vegetación es escasa y de poco altura. Para prevenir el brote de esta plaga habría que cultivar intensamente estas regiones o cubrirlas con una vegetación vigorosa. Puede ser que con estas medidas se estimule el desarrollo de parásitos de la langosta y que se establezca un mejor equilibrio biológico entre el acridido y sus parásitos. Entre las medidas que se podrían tomar para crear tales condiciones favorables pueden citarse la plantación y repoblación de bosques, la prevención del pastoreo excesivo y la preservación de los bosques existentes.

Los incendios de bosques, que son tan comunes y extensos durante la estación seca en toda la América Central, pueden tener un efecto directo sobre el brote de esta plaga ya que los criaderos permanentes de la langosta siempre están localizados en colinas relativamente secas y de vegetación esporádica. Esta es otra de las razones para que se hagan todos los esfuerzos posibles a fin de impedir que ocurran incendios de bosques, sin control alguno. Cuando sea necesario efectuar quemas, de conformidad con un criterio agronómico, se deberá cultivar de nuevo la superficie quemada, o se deberá limitar y controlar el pastoreo, con el objeto de restablecer la vegetación.


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