FAO en El Salvador

Héroes de la Alimentación y protectores del suelo

15/02/2021

El suelo y el agua son elementos clave y están estrechamente ligados para la producción de alimentos, la FAO promueve buenas prácticas agrícolas orientadas a proteger los recursos naturales y las Cuencas Hidrográficas en el Corredor Seco de El Salvador

 

Candelaria de la Frontera, febrero 2021. El cambio climático, es una realidad en El Salvador y afecta la disponibilidad de agua y la producción de alimentos, volviendo vulnerables los medios de vida de las familias rurales y poniendo en riesgo su seguridad alimentaria.

Asimismo, la pérdida de suelo, que es ocasionada por muchos factores, entre ellos la erosión, también pone en riesgo y limita la producción agrícola.

En el contexto de la pandemia por el COVID-19 es necesario orientar esfuerzos por mejorar la producción agrícola, sobre todo en el Corredor Seco del país. Es por ello, que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO, el marco de la ejecución del proyecto “Fortalecimiento de la planificación estratégica para la gestión de los recursos naturales en Cuencas Hidrográficas”, promueve en Candelaria de la Frontera, la implementación de obras de conservación de suelo y agua.

Productores y productoras de las microcuencas Santa Gertrudis, Mojarras Blanca y El Jute, han sido capacitados para implementar en sus parcelas buenas prácticas agrícolas como:

  • Incorporación de rastrojos
  • Determinación de la pendiente con el nivel tipo A, práctica que permite hacer un buen trazo de las curvas a nivel para establecer obras de conservación de suelos que se implementan en terrenos de ladera.
  •  Siembra de cultivos en curvas a nivel
  • Uso de barreras vivas
  • Uso de barreras muertas
  • Acequias de ladera
  • Terrazas individuales
  • Incorporación de abonos verdes
  • Producción de bioinsumos
  • Cosecha de agua lluvia

Las prácticas han sido promovidas a través de jornadas de capacitación y acompañamiento técnico en las parcelas para verificar la óptima implementación de las prácticas.

Asimismo, se han organizado una serie de jornadas de intercambio, donde los productores y productoras de las diferentes microcuencas, han podido socializar sus experiencias en la implementación de buenas prácticas agrícolas.

 

Héroes y Heroínas de la Alimentación, implementan buenas prácticas

Rosario Ramos Gómez, productora de Café de la microcuenca El Jute, manifiesta “Estoy muy agradecida con la FAO, nos han ayudado mucho con estas prácticas que nos han enseñado aprendimos a cuidar el suelo, antes en mi terreno había mucha escorrentía, pero ahora la he controlado porque en mis cafetales construí barreras muertas y también aprendí a hacer las cajuelas.”

Ramos, quien también posee una parcela de maíz para el autoconsumo de su familia, agradece a la FAO por haberle enseñado alternativas agroecológicas amigables con el medio ambiente “Yo nunca había podido producir mis abonos, por falta de material primario, pero ahora, con el apoyo de la FAO que nos dio asistencia técnica y nos entregó nuestros barriles para poder conservarlos, ya estoy haciendo mis propios foliares. La ayuda que nos ha dejado la FAO es muy buena, hemos visto la respuesta de la aplicación de los productos biológicos”

Rosario destaca la importancia de los intercambios de experiencias, pues comenta que eso le ha permitido reforzar conocimientos y aprender de las experiencias de otros productores

“A nosotros el cambio climático nos ha impactado mucho, yo le digo a la gente de mi comunidad y de la asociación, hagamos obras y usemos bioinsumos, para tener éxito en nuestros cultivos y crear condiciones de vida para futuras generaciones, ahora estamos haciendo mucho para el suelo, la tierra y el planeta”

Por su parte, Miguel Sandoval, productor de maíz de la Microcuenca Santa Gertrudis, expresa “Esto que nos han enseñado ha sido excelente, nos ayuda a que los terrenos y las parcelas no se nos laven”

Una de las prácticas que ha implementado Sandoval es la determinación de la pendiente con el tipo de nivel A “Eso de determinar la pendiente es muy bonito, porque se puede manejar como se deben las barreras y las acequias”

La producción de Sandoval es para el autoconsumo y manifiesta que en los años anteriores debido a las condiciones del suelo y al impacto del cambio climático, perdió el 60% de la cosecha; ahora que ya ha implementado las buenas prácticas, cosechó 70 quintales de maíz, solo de una parcela. Ahora el reto para Miguel, es llevar estas prácticas a otras parcelas.

“A mí me ha funcionado mucho esto de las obras para cuidar el suelo, las implementé en mi parcela, no quemé basura, ni pasto y me fue bien, me rindió más la cosecha y ahora ya no se lava la tierra.

FAO continuará impulsando la producción agrícola, promoviendo un buen manejo del suelo y del recurso hídrico y creando resiliencia en las familias rurales de El Salvador.