FAO en Uruguay

Diálogo público-privado en el Manejo Forestal Sostenible

08/08/2014

Se llevó a cabo un Taller Nacional para capacitar y transferir el proceso metodológico de Casos de Ejemplaridad en Manejo Forestal Sostenible y adaptarlo en el país.

Argentina, Brasil, Costa Rica, Chile, Guatemala y Uruguay solicitaron el apoyo de la FAO para llevar adelante el proyecto de cooperación técnica "Casos de Ejemplaridad de Manejo Forestal Sostenible en América Latina y el Caribe: fortalecimiento de políticas y programas nacionales". El TCP/RLA/3404 se inició en enero de 2013 y finalizará en el 2015. Los responsables de la ejecución del proyecto son los Ministerios de Ganadería, Agricultura y Pesca y los de Medio Ambiente de los países participantes.

Este TCP pretende desarrollar un proceso de transferencia y aplicación de conocimientos obtenidos de casos ejemplares de buen manejo forestal, así como apoyar en la definición de medidas que influyan en mejoras depolíticas y prácticas de gestión sostenible en los bosques en los países beneficiarios. De esta manera se contribuye a la reducción de la pobreza, la mitigación y adaptación al cambio climático, al mantenimiento de los servicios ambientales y al reconocimiento público de los múltiples beneficios del manejo forestal.

En una segunda etapa, el 7 y 8 de agosto se llevó a cabo un Taller Nacional para capacitar y transferir el proceso metodológico de Casos de Ejemplaridad en Manejo Forestal Sostenible (MFS) y adaptarlo en el país.

FAO conversó con Daniel San Román de la Dirección General Forestal (DGF) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, quién explicó que Uruguay, en el marco de la política iniciada en la década del sesenta, "ha dejado de ser un país con baja cobertura forestal, de acuerdo a lo establecido internacionalmente, debido al aumento simultáneo de la superficie de bosque nativo y bosque plantado".

A su vez San Román mencionó algunas herramientas que posee el país para el Manejo Forestal Sostenible: educación, Sistema Nacional de Áreas Protegidas, política y legislación medioambiental y de ordenamiento territorial, Sistema Nacional de Certificación y Etiquetado de Productos Forestales reconocido por el sistema europeo, Código Nacional de Buenas Prácticas Forestales, Planes de Manejo y Ordenamiento Forestal aprobados por la DGF que abarcan a más del 95% de los bosques plantados y al 100% de los bosques plantados con el fin de desarrollar productos madereros.

En base a los resultados obtenidos del taller, el funcionario destacó que "existen empresas interesadas en iniciar el proceso para la denominación de Bosques Ejemplares".

Jessica Casaza, coordinadora regional en la Oficina Regional de FAO en Santiago de Chile, explicó que

"es fundamental para avanzar en el Manejo Forestal Sostenible (MFS) ampliar el diálogo público-privado y con la sociedad civil". La funcionaria sostiene que algunas empresas están interesadas en comprometerse con los programas de manejo sostenible, como forma de colaborar, junto con las comunidades y las autoridades públicas, en la formación de capital social para el desarrollo sustentable de las condiciones de vida. "Asimismo, es fundamental visualizar experiencias de empresas privadas que avanzan en procesos sostenibles de manejo como lecciones que puedan ser utilizadas por otros en situaciones semejantes".

Casaza afirmó que "una de las recomendaciones del estudio de Casos Ejemplares a nivel regional ha sido justamente profundizar estudios de casos de grandes empresas y concesiones forestales para evaluar de manera más realista sus impactos e influencia en el desarrollo, en especial de pequeños productores y comunidades, y su relación con la seguridad alimentaria y reducción de la pobreza. Se requiere fomentar un cambio de paradigmas que impone cambios en las grandes empresas y su relación social". A partir de la sistematización de casos es posible "generar elementos para el mejoramiento de las políticas forestales de los países".

En este sentido San Román afirmó que "para el año 2015 se ha previsto, en el marco del proyecto, la realización de actividades para analizar la política forestal a partir de la más amplia participación, pública, con representantes de productores, trabajadores, empresas contratistas, cátedra, ONGs". El funcionario explicó a su vez que Uruguay posee experiencia en este tipo de diálogo desde el año 1968 y actualmente existe el Consejo de la Madera en donde participan distintas instituciones públicas y representantes de trabajadores. Por ello, en torno al proyecto, se citó a los integrantes de este consejo para conformar el grupo de trabajo.

Dado que uno de los objetivos del proyecto es "institucionalizar el proceso", la DGF elaborará una resolución donde se reconocerán los casos ejemplares que sean determinados.

Algunas recomendaciones generadas del estudio de casos ejemplares llevado a cabo a nivel regional, apuntan a que es "necesario que el manejo forestal sea considerado una opción válida por la sociedad en general y reconocido por los gobiernos, el sector privado y las organizaciones sociales, para contribuir al desarrollo sostenible a nivel local, regional, nacional y global. Para ello se deben amplificar los esfuerzos y presupuestos para comunicar de forma más amplia los múltiples beneficios del MFS y las experiencias exitosas que existen, así como exponer y debatir propuestas para superar los desafíos que enfrenta su mejor aplicación por los distintos actores forestales".

En este sentido Casaza expresó que se deben incentivar las iniciativas de las empresas, comunidades o propietarios individuales para agregar valor a la producción del bosque, mediante el desarrollo de la cadena productiva de la madera, el ingreso al mercado de especies madereras menos conocidas, la utilización más eficiente de la madera y el uso de residuos forestales, entre otros. "Se deben aprovechar las experiencias disponibles para diseñar mecanismos que puedan potenciar las capacidades de los responsables del manejo. Una oportunidad para esto son las alianzas comerciales entre comunidades y empresas. Otra oportunidad se presenta en la valorización de los servicios ambientales del bosque, aprovechando esquemas de pagos para mantenerlos".

Finalmente la coordinadora sostuvo que en una segunda etapa, el seguimiento y profundización debería ser utilizado como fuente de información para desarrollar o actualizar manuales de Buenas Prácticas Forestales.