3.   DATOS SOBRE LA PRODUCCION ACUICOLA

3.1   Introducción

Para estudiar a nivel nacional y continental la producción acuícola y su aumento ha sido necesario recoger gran cantidad de datos básicos sobre la producción. Por desgracia, la información publicada sobre producciócola es a menudo incompleta y/o contradictoria. Se recurrió, pues, a los expertos de la FAO para los distintos continentes y a informes no publicados para obtener algunas estimaciones adicionales. Al final quedó claro que no se disponía de datos plenamente satisfactorios y que, en muchos casos, los datos que habían de utilizarse no eran más que “suposiciones bien fundadas” hechas por los funcionarios y los consultores que participaron en el estudio. Ello no invalida el valor de toda la información. En muchos casos los datos son claramente fidedignos. Por otro lado, las tendencias globales y continentales merecen cierta confianza, y lo mismo puede decirse de las tendencias en muchos de los países donde la producción está ya bien desarrollada.

Debido a las diferencias fundamentales que existen entre la producción de peces, moluscos y crustáceos, se trata de esos productos por separado. Los datos relativos a las algas, aunque revelan cifras importantes de producción, con considerables repercusiones económicas, se han excluido de este estudio debido a su función limitada en la nutrición y al número reducido de países en los que su producción es importante.

3.2   Datos utilizados

En los cuadros 3.1 y 3.2 pueden verse las estimaciones básicas sobre la producción acuícola y su aumento obtenidas en la fase de recopilación de datos país por país. (Las estimaciones se resumen en el cuadro 4.1.) Los datos aparecen desglosados por continentes, países y grupos de productos (es decir, peces, moluscos y crustáceos) y ofrecen instantáneas de la actividad acuícola entre 1975 y 1980, expresadas en cifras de producción aumento compuesto anual, aumento en toneladas por año, aumento en gramos per cápita y año y producción de 1980 en gramos per cápita.

Conviene insistir una vez más en que estos datos no constituyen estadísticas oficiales sino estimaciones obtenidas para utilizarlas en este estudio. Su función primordial es demostrar los conceptos analíticos preparados y dar una idea de las tendencias y las cifras de producción a escala mundial y continental. Siempre que se utilicen estos datos en las secciones siguientes de este estudio habrá de tenerse en cuenta este hecho, aunque no se vuelva a recordar.

En las subsecciones que siguen se hacen algunas observaciones sobre casos específicos en los que se reajustaron, para usarlos en los cuadros 3.1 y 3.2, los datos básicos publicados o procedentes de fuentes oficiales. (Nota: El hecho de que no se mencionen dichas fuentes subraya el carácter “oficioso” de esos datos.)

3.3   Reajustes y estimaciones

En dos importantes países productores, China y la India, se reexaminó la magnitud de la contribución no acuícola (de marismas, lagos y ríos) en los datos disponibles sobre producción de peces.

En China, para el año 1978, partiendo de cifras de producción unitaria y de la superficie de los lagos, embalses y otras masas cerradas de agua repobladas, y de cifras sobre la superficie de estanques (Zhu De Shan, 1980) y sobre su producción unitaria (750 kg/ha, facilitada por Z. Song en una comunicación personal), se obtiene una producción total de 802 731 t. Aunque una pequeña proporción de ese total puede proceder de reproducción natural, la cifra es suficientemente próxima al valor de 813 320 toneladas, publicado recientemente, para concluir que puede usarse sin peligro en este contexto. (Nota: Las estadísticas de China relativas a la provincia de Taiwan aparecen en los cuadros bajo China (T).)

En el caso de las cifras de producción correspondientes a la India, la situación no es tan clara, ya que las estadísticas se presentaron de manera que era difícil hacer una separación. Así pues, a nivel tanto continental como mundial, no se hizo ningún reajuste de la información disponible para 1980.

Para obtener las cifras de la producción de peces en la India en 1975 se supuso sencillamente una tasa de aumento hasta 1980 semejante a la de otros países de Asia.

No es claro si las cifras publicadas por Japón sobre la producción de peces tienen en cuenta la contribución del salmón criado en piscifactorías y soltado para su posterior captura. El nivel actual de esa pesquería es del orden de 10 millones de salmones, o sea unas 50 000 toneladas, equivalentes al 20 por ciento de las cifras indicadas para la producción de peces. Por mor de simplicidad, y dado que ello no afectará a las principales conclusiones, no se hizo ningún reajuste.

Igual que en el caso del Japón, no resultó claro si habían de hacerse reajustes en otros países para tener en cuenta los salmones soltados por las piscifactorías. Por tanto, aparte de observar que la contribución de esos peces sería del orden de 50 000 toneladas en los Estados Unidos y la U.R.S.S. (y cantidades menores en los países escandinavos), no se hizo ningún reajuste.

En varios países donde la producción de crustáceos es de menor importancia, las lagunas existentes en los datos correspondientes a 1975 se colmaron suponiendo que las tasas de aumento habían sido iguales a las de los principales productores. Por lo demás, las cifras de producción reflejan los datos publicados o las informaciones de primera mano disponibles.

3.4   Posibilidad de subestimación - Observaciones generales

Se sugirió que las estadísticas correspondientes a muchos países en desarrollo donde la acuicultura de subsistencia es importante podrían ser inferiores a las cifras reales, debido a la dificultad de recoger esos datos, derivada en algunos casos de la falta de servicios de extensión. De igual forma, los datos correspondientes a algunos países desarrollados con economía de mercado pueden resultar subestimados por razones económicas. Esas sugerencias no han sido verificadas y no se ha hecho ninguna corrección para tenerlas en cuenta.

3.5   Resumen

Los datos básicos de los cuadros 3.1 y 3.2 se analizarán en otras secciones de este informe. De todas maneras, parece razonable hacer aquí, brevemente, algunas observaciones sobre el proceso de toma de datos y la forma en que se presentan.

Aunque es preciso tener en cuenta los obstáculos institucionales que se encuentran para la toma de datos “oficiales”, es necesario encontrar la manera de seguir recogiendo información fidedigna sobre aquellos países donde más se siente la necesidad. Sin esos datos es imposible un análisis significativo, y algunas apreciaciones, que pueden afectar a muchos programas, resultan difíciles.

Es también evidente que hace falta llegar a una base común en lo relativo a qué se entiende por “acuicultura” y cómo ha de medirse la contribución de los distintos tipos de producción. Considerar la tilapia, las ostras, los camarones y las algas como partes de una cifra total de producción no es útil para quienes intentan entender las repercusiones reales de la acuicultura. Incluir el peso de las ostras con su concha o el peso del agua en las algas, o incluso el de las espinas del pescado, es también objetable. Excluir los salmones procedentes de piscifactorías e incluir la explotación natural de lagos impide apreciar las oportunidades de aumentar la producción en términos reales. Rechazar los precios como medida del aumento de la producción equivale a ignorar uno de los motivos básicos que mueven a los piscicultores. No tener en cuenta las aportaciones relativas de calorías o proteínas de las distintas especies nos aparta aún más de los objetivos de la FAO.

La FAO ha de afrontar todas estas cuestiones como parte de su política básica.