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El género y las tecnologías de la información y las comunicaciones

Por Sophie Treinen*

Las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) aún no está al alcance de la mayoría de los usuarios potenciales en el mundo. Estamos presenciando una disparidad cada vez mayor entre los usuarios que tienen los medios de acceder a la información y los que no los tienen.

La mayor barrera que se opone a ello es la voluntad política. Se desprende que los obstáculos son principalmente de índole educacional, tecnológica y financiera.

Viven en el mundo más de seis mil millones de hombres y mujeres y, en los países en desarrollo, las tasas de alfabetización son bajas. Apenas un 2 por ciento de la población tiene conexión con Internet y hay muchas personas en el planeta que nunca han efectuado una llamada telefónica. En los Estados Unidos de América, el acceso a Internet cuesta a los usuarios el 1 por ciento de sus ingresos mensuales promedio, en tanto que en Uganda, el costo del acceso a Internet supera los ingresos mensuales promedio (per capita). Se plantean diferencias similares entre hombres y mujeres, especialmente en los países en desarrollo. En China y Sudáfrica, por ejemplo, las mujeres representan tan sólo el 7 y el 17 por ciento, respectivamente, de los usuarios totales. Estas estadísticas subrayan el hecho de que no se trata únicamente de una brecha informática sino que muchas otras se superponen: entre personas mayores y jóvenes, hombres y mujeres, ricos y pobres, población urbana y rural y, sobre todo, entre países desarrollados y países en desarrollo.

Asimetría rural

Si bien la revolución de la tecnología de la información y las comunicaciones ha aumentado en gran medida las posibilidades de difusión e intercambio de conocimientos, existen segmentos desfavorecidos de la sociedad que quedan excluidos de las corrientes de información y comunicaciones, lo cual nos hace cuestionarnos acerca de la mejor manera de explotar las novedades tecnológicas de modo que se evite que agudicen las desigualdades (FAO, Estrategia de acción). La población rural se enfrenta a limitaciones para acceder a la información debida de manera oportuna1; fuera de la zonas urbanas, no sólo el acceso a la tecnología sino también a servicios e información actualizada obstaculiza el desarrollo económico. Las TIC pueden respaldar la articulación desde debajo de las necesidades y percepciones de desarrollo y facilitar la relación entre los conocimientos mundiales y los locales.

Asimetría de género

Muchas de las actividades de desarrollo en el pasado no han logrado resultados respecto de las mujeres porque no han tenido en cuenta la función que desempeñan las agricultoras en la agricultura y la seguridad alimentaria. Además, la capacidad de intercambio, movilización y extensión que ofrece la tecnología de la información son de poca utilidad para las mujeres, especialmente en los países en desarrollo.

Entre las numerosas razones que explican esta situación citamos:

La globalización y las nuevas tecnologías de la información están transformando la manera en que se organiza la producción y se intercambia información en todo el mundo. Estos cambios pueden acelerar el proceso que conducirá a la igualdad de género. Pero a menos que los investigadores y formuladores de políticas tengan en cuenta los temas de género cuando estudien las posibilidades y los riesgos, y a menos que se admitan las opiniones de las mujeres en cuanto a la manera en que estas nuevas tecnologías se desarrollan y despliegan, es muy posible que las nuevas técnicas agraven las actuales desigualdades.

¿Cómo combate la FAO el hambre y la pobreza con las TIC?

Las TIC ofrecen posibilidades únicas para producir y difundir de manera eficaz en función de los costos productos de información adaptados a las necesidades concretas del público local y mundial. La FAO está en excelente posición para capitalizar plenamente las novedades del sector de las TIC. La Organización seguirá poniendo a disposición instrumentos y sistemas nuevos que permitan elaborar productos de información sirviéndose de una variedad de medios, como la radio, el video y los CD-ROM, así como el material impreso habitual. Se producirá una plena integración de la producción y difusión mediante Internet y se hará mayor hincapié en que estos procesos y herramientas que dependen de la Web se ajusten a las normas de la industria.2

Para responder a todas estas necesidades, en el Plan de Acción sobre Género de la FAO para 2002-2007 se ha incluido una estrategia de acción titulada "Género y seguridad alimentaria: la función de la información", elaborada en la Consulta de Alto Nivel sobre la Mujer Rural y la Información (Roma, octubre de 1999). En esa estrategia se recalca lo siguiente:

La FAO ha analizado las relaciones que existen entre el desarrollo sostenible, la seguridad alimentaria, la igualdad de género y la información, y ha definido algunos factores que contribuyen a que exista una mayor pobreza y exclusión:

Para subsanar esta situación, la FAO ha procurado aprovechar los beneficios que pueden plantear las TIC al respaldar redes de intercambio de información y conocimientos de mujeres, como el Proyecto Dimitra (un proyecto de comunicaciones e información destinado a aumentar la visibilidad de las contribuciones de las mujeres rurales al desarrollo).

(Foto de la FAO)

Puede obtenerse más información sobre género y seguridad alimentaria en la siguiente dirección: http://www.fao.org/gender/genero.htm.

* Sophie Treinen, Especialista en gestión de la información, Subdirección de Gestión de Datos WAICENT/FAOSTAT

1 Lo que la FAO denominó the first mile of connectivity (la primera milla de conectividad), considerado desde el punto de vista de la población rural. The first mile of connectivity FAO, 1998 (puede consultarse en http://www.fao.org/sd/cddirect/cdre0025.htm).

2 Asegurar productos de información rentables y de alta calidad, Plan a Plazo Medio de la FAO

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