Pese a que han realizado verdaderos progresos en algunas esferas, siguen habiendo drásticas disparidades respecto del desarrollo humano: la brecha informática amenaza con agudizar las desigualdades sociales y económicas que existen entre países y grupos de población.
El principal objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información debe ser definir estrategias y medidas que incorporen las TIC en la labor tendente a alcanzar los objetivos de desarrollo del Milenio, que ofrecen el contexto social, económico y político general.
Una tercera parte de la población mundial nunca ha efectuado una llamada telefónica. El 75 por ciento de la población más pobre del mundo vive en zonas rurales y aisladas, donde suele haber escaso acceso a las tecnologías de la información y las comunicaciones, inclusive a un teléfono. La mayor parte de la información que se intercambia en las redes mundiales, como la Internet, está en inglés, idioma que habla menos del 10 por ciento de la población mundial.
En respuesta a estas inquietudes, que van en aumento, en marzo de 2001, el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas pidió al Secretario General que constituyera un Grupo de Trabajo sobre las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). El Consejo reconoció el gran potencial de la revolución digital para el crecimiento económico, la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible. Los países en donde la mayoría de la población no tiene acceso a las nuevas tecnologías no pueden participar plenamente en la nueva economía mundial en momentos en que la adquisición de conocimientos y la información se están volviendo prerrequisitos del desarrollo humano y el progreso. Y cuanto más permanezcan fuera de la economía mundial, más les costará recuperarse. La brecha informática debe, pues, salvarse antes de que sea demasiado tarde.
Para difundir las TIC y sus beneficios en el mundo en desarrollo se necesitará una mayor cooperación y un fuerte compromiso de los sectores privado y sin fines de lucro.
El sector privado - al innovar, asumir riesgos e invertir - puede ayudar a desarrollar la infraestructura de las TIC de los países. El sector privado puede contribuir al logro de objetivos de desarrollo con inversiones que probablemente tendrán un impacto positivo en los resultados de desarrollo social y económico. Las empresas seguramente sacarán provecho al hacer una buena labor. En primer lugar, pueden ayudar a concebir soluciones de TIC duraderas. En segundo lugar, pueden participar en iniciativas público-privadas impulsadas por las demandas de los usuarios y definidas y puestas en práctica mediante la participación y la responsabilidad directas de los beneficiarios. En tercer lugar, tales iniciativas deben atender a las condiciones y limitaciones locales. Y, por último, las iniciativas debe ser explícitas acerca de sus objetivos de desarrollo y la manera en que repercutirán directamente en la población beneficiaria. Todos estos aspectos sugieren que las intervenciones en materia de TIC orientadas a objetivos de desarrollo deben abordar una diversidad de dimensiones interrelacionadas de modo que logren un impacto duradero. El impacto potencial de las intervenciones en materia de TIC sería mucho mayor si estas intervenciones se formularan en colaboración con las economías del sector privado. No cabe duda de que el sector privado puede ser de gran utilidad en las iniciativas de TIC en los países en desarrollo.
Por su parte, los gobiernos pueden intervenir facilitando entornos de política favorables y que promuevan la competencia de modo que se cuente con mercados justos y flexibles y, al mismo tiempo, dirigir las actividades mediante inversiones estratégicas en las aplicaciones y el contenido de las TIC.
Si se crean asociaciones públicas y privadas respecto de complementariedades entre la motivación de obtener ganancias del sector privado y los objetivos de desarrollo humano, pueden obtenerse resultados sostenibles y el desarrollo armónico de una sociedad mundial en red.
El Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre TIC está ayudando a crear asociaciones en esferas fundamentales, como el acceso a conexiones de bajo costo, el desarrollo de los recursos humanos y la creación de capacidad, las empresas comerciales y el espíritu empresarial. Ofrece también una plataforma para analizar cómo aprovechar al máximo e intensificar con las TIC los programas de fomento de la educación, lucha contra las enfermedades, promoción de la igualdad de género y la autonomía de la mujer, así como los destinados a los jóvenes, las personas discapacitadas y quienes viven en la pobreza, en general.
Nuestro objetivo es trabajar para cumplir con un programa ambicioso pero posible, gracias a que los adelantos ofrecerán a todas las personas la posibilidad de lograr una vida próspera. Hemos empezado a transformar nuestras sociedades y, juntos, podemos y debemos encontrar la forma de lograr una sociedad de la información universal e inclusiva, que aúne la creación y el bienestar social.
* Desafios y asociaciones - Una contribución del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Tecnología de la información y las Comunicaciones para la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI).
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