Se realizó un estudio de las publicaciones relativas a los programas de pequeñas plantaciones para examinar el carácter y el contexto de los acuerdos existentes, y para precisar las cuestiones que influyen en la efectividad de las asociaciones de pequeñas plantaciones. Se preparó también una bibliografía anotada de las publicaciones pertinentes (véase Apéndice 3).
Se estableció un Grupo Especial de Apoyo 12 personas con conocimientos y experiencia en relación con el estudio de las asociaciones de pequeñas plantaciones forestales, para hacer una aportación de conocimientos especializados (véase el Apéndice 4). Se les invitó a contribuir al presente estudio con sus conocimientos sobre los programas de pequeñas plantaciones forestales, o de las publicaciones en que se examinan estos programas.
Se preparó un cuestionario para determinar la situación geográfica y la importancia de las asociaciones de pequeñas plantaciones, y para identificar las ventajas y los problema que se plantean con estas asociaciones (véase Apéndice 2). Se envió un total de 86 cuestionarios a 46 países, especialmente a países no industrializados de las regiones de Asia, África y Sudamérica (véase Apéndice 1). No tuvieron éxito los esfuerzos hechos para enviar otras 24 encuestas a personas de diversos países (por ejemplo, una limitada capacidad de comunicación de las organizaciones beneficiarias).
Se trató de obtener la orientación de muchas personas que trabajan en la industria forestal en todo el mundo a fin de identificar las personas y las organizaciones que pueden tener conocimientos de los programas de pequeñas plantaciones forestales, y a las cuales debían enviarse los cuestionarios. Aproximadamente el 25 % de los cuestionarios se envió a empresas, personas u organizaciones identificadas de esta manera. Los cuestionarios restantes se enviaron a los jefes de los departamentos forestales y a las organizaciones no gubernamentales a partir de las listas proporcionadas por el Grupo Especial de Apoyo y otras personas.
Los cuestionarios lograron un porcentaje de respuestas del 21 %, que abarcaban 17 programas. Doce respuestas proporcionaron información detallada estructurada en torno del cuestionario. Uno de los que respondieron pudo proporcionar detalles de seis asociaciones de pequeñas plantaciones de las que tenía conocimiento. En total, las respuestas aportaron informaciones sobre asociaciones de pequeñas plantaciones en el Brasil, Colombia, Ghana, India, Indonesia, Nueva Zelandia, Portugal, Islas Salomón, Sudáfrica, Vanuatu y Zimbabwe.
En otras seis respuestas se indicó que, según sus informaciones en los países interesados no existían estas asociaciones. Esos países fueron Alemania, Camerún, Japón, Nepal, Perú y Suecia.
Además, nueve personas respondieron indicando su incapacidad para completar el cuestionario y dieron informaciones, sobre personas o empresas con las que se podía establecer contactos. Se envió un cuestionario a estas últimas y su número se incluye en el total de respuestas.
El carácter indirecto de una gran proporción del envío de cuestionarios tuvo, como era de prever, una respuesta inferior a la correspondencia enviada. La mayor parte de la correspondencia se efectuó desde fines de Octubre hasta comienzos de Noviembre de 1999, y se recibieron respuestas hasta fines de Mayo de 2000.
Si bien se hizo todo lo posible por establecer contactos con las personas clave mediante correo electrónico, fax y/o cartas, la capacidad de telecomunicación varia mucho en todo el mundo, por lo cual 24 cuestionarios no llegaron a su destino. En otros casos, la comunicación con el personal clave se retrasó por razones que estaban fuera del control del estudio (por ejemplo, personas en ejercicio de una licencia). Asimismo, tal como se había previsto el cuestionario no era necesariamente el mejor instrumento de investigación para todos los posibles receptores de los envíos. En primer lugar, el cuestionario estaba escrito en inglés, lo que posiblemente ha desalentado a las personas que conocían otros idiomas.
Además, en vista del carácter del estudio, el cuestionario se envió a personas, organizaciones o empresas con las que podía establecerse contacto mediante correo electrónico, fax o carta. Por consiguiente, era poco probable ponerse en contacto con muchos cultivadores, y de esta manera las empresas eran la fuente primaria de información para el estudio. Por lo tanto, cabía prever que los resultados del cuestionario revelarían con mayor precisión los problemas desde la perspectiva de una empresa y no del cultivador. La comunicación oral con un determinado personal del campo probablemente será un mejor medio para conocer las posibilidades de los cultivadores y, por consiguiente, debe tenerse en cuenta en una fase adicional del estudio sobre los acuerdos de pequeñas plantaciones.