Han pasado cerca de 10 años desde que concluyo lo que Naciones Unidas denominó "la década de la mujer" (1975-85). El mundo ha vivido cambios tan importantes como el fin de los regímenes comunistas en el este europeo. Muchos de los países de América Latina y el Caribe, que atravesaron por el intenso período de crisis económica, -la famosa década perdida (19801990)- iniciaron políticas de ajuste y fueron retomando, gradualmente, un ritmo sostenido de crecimiento económico. Las naciones del Sud Este Asiático, que anteceden a la Región en cuanto a BU desarrollo económico, se caracterizan, entre otras cosas por una inversión sostenida en educación y capacitación de sus pueblos, estrategia que CEPAL también apoya desde la perspectiva de "la transformación productiva con equidad".
Ante ese mundo en acelerados y variados cambios, ¿qué está ocurriendo con la. mujeres?. El patrón de relación patriarcal entre hombres y mujeres, que ha marcado la mayor parte de las culturas del planeta, está siendo cuestionado y de hecho se ha mitigado en muchas regiones. ¿Qué pasa en América Latina y el Caribe?. Pero sobre todo, ¿Qué pasa en las vidas de las mujeres rurales de la Región?.
Como ya se ha descrito hace mucho tiempo,1 una sociedad organizada en torno a pauta. de tipo patriarcal se caracteriza por una división jerarquizada de roles y tareas entre hombres y mujeres. Los primeros ocupan y dirigen el espacio público, constituido por el mundo del trabajo y la política, y las segundos, se ocupan del mundo privado y de la vida doméstica, que a su vez esté supeditado, en última instancia al dominio masculino. La raigambre de América Latina y el Caribe es sin lugar a dudas patriarcal. Sin embargo, hoy en día, desde un punto de vista científico, afirmar eso no constituye novedad ni aporte sustantivo. El avance del conocimiento requiere de visiones mas complejas, sutiles y precisas, que muestren también, por ejemplo, la complicidad femenina en mantener un orden patriarcal y sobre todo que identifiquen los cambios y los avances, los eventuales debilitamientos o reforzamientos de lo que Basil Bernstein denomina las "clasificaciones" entre los géneros. América Latina y el Caribe es patriarcal, pero no lo es como lo fue hace 50 años.
1 Ver por ejemplo, "Feminist frameworks". .
El trabajo y la vida familiar en las zonas rurales de América Latina y el Caribe están permeadas por pautas patriarcales, pero también han sufrido el influjo de modernizaciones tanto tecnológicas como de los medios de comunicación.
El presente trabajo pretende contribuir a perfilar cual e. la situación de las mujeres que viven en el campo en América Latina y el Caribe, los progresos que se han logrado y los desafíos pendientes, teniendo en vista el importante foro que representará la Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing 95, que significa un hito y un horizonte par. las personas e instituciones preocupadas del mejoramiento de la condición de las mujeres.
La Región es muy vasta y alberga más de 60 millones de mujeres rurales (1990). Es además sumamente heterogénea en términos de culturas, etnias, niveles de desarrollo económico y condiciones políticas. Asimismo, cada país e" heterogéneo en sí mismo. Este trabajo, necesariamente, por ñu nivel de generalidad, no pretende reflejar con exactitud lo que ocurre en cada pala. Tampoco podría agotar los temas que se plantearan.
Su finalidad es desarrollar ejes temáticos, en una perspectiva global, que permitan comparaciones, también globales con lo que ocurre en otras regiones del mundo y que sirvan de instrumento de orientación para futuras investigaciones, y diseños de políticas.
Se trata de un estudio construido con información de carácter bibliográfico sobre la Región, disponible en organismos internacionales, as, como en centros de investigación y documentación, origen que representa su fuerza, pero también su limitación. Se ha consultado muchísima información, seleccionando, dentro de lo posible fuentes lo mas homogéneas y confiables. Sin embargo, la realidad está siempre, en parte, más allá de lo investigado. La visión que entregan los organismos internacionales y los centros de investigación, por muy cuidadosas y válidas que sean, constituyen "una" perspectiva frente a la realidad. Muchísimos cambios que están ocurriendo día a día en los sectores rurales no son investigados ni existe documentación al respecto.
En este trabajo, se quiso responder a varias preguntas. La primera, plasmada en el primer capítulo, es una pregunta por el contexto. Ha parecido necesario, antes de hablar de las mujeres rurales, perfilar los grandes rasgos de la vida y del desarrollo rural de la Región. La vida de las mujeres siempre se desenvuelve en un contexto y depende de el. A modo de ejemplo, la mayor o menor incorporación de la. mujeres al trabajo, no se explica sólo por las pautas culturales prevalecientes en un momento dado, sino por el nivel de crecimiento y desempleo de una economía.
La segunda pregunta refleja la conciencia de la diversidad de la realidad estudiada. Las mujeres rurales son múltiples. Son dueñas de casa, pero también trabajadoras, ya sea en su propio predio o en uno ajeno. Son ricas y pobres, viejas y jóvenes, educadas y sin educación, criollas e indígenas, hablan toda suerte de idiomas y dialectos. En suma, "la mujer rural" es una abstracción, un concepto útil más que una realidad. El capítulo segundo intenta dar cuenta, con cifras, de esa multiplicidad y también develar ciertas formas de "invisibilidad", producto de la cultura patriarcal, que se aplica a las mujeres en el campo.
El capítulo tercero intenta responder a la interrogante acerca de la situación educacional de las mujeres rurales, su acceso a la educación formal, a la capacitación y a la tecnología. La educación formal con frecuencia es un requisito necesario para optar al trabajo asalariado y a la participación en la toma de decisiones en la propia comunidad y país; usualmente se le considera como requisito necesario aunque no suficiente para cualquier progreso en la condición de las mujeres.
La familia es el locas, que muchos han considerado como "natural" de la mujer. Es sin lugar a dudas una dimensión central de la vida de la mayor parte de las mujeres. En el capitulo cuarto, por medio del análisis de la nupcialidad, de 108 tipos de familia y de la fecundidad se intenta dar un panorama de lo que son algunos rasgos y tendencias que cruzan a las familias rurales hoy en día.
Una cuestión central en los análisis desde la perspectiva de genero e" la relación entre el acceso de las mujeres al poder y el impacto de este en su. propias vidas y en la sociedad en la que se desenvuelven. El control y el poder ejercido por los hombres en razón de la raigambre patriarcal que caracteriza a América Latina y el Caribe, han determinado barreras para la participación de la" mujeres en la toma de decisiones en organizaciones de diversa naturaleza, vinculadas a 108 procesos productivo. y a lo. asuntos comunitarios. En el capítulo quinto se procura responder a la interrogante acerca de la medida en que las mujeres rurales han superado las barreras del poder masculino, así como a su participación en la toma de decisiones en actividades productivas y comunitarias.
La Ley, por su naturaleza misma, se aplica a todos los ciudadanos de un país. Las discriminaciones de orden legal se aplican a todas las mujeres, independientemente de su origen urbano o rural. Sin embargo, en el capítulo sexto se consigna aquellas disposiciones legales vinculadas en forma más particular con la vida de las mujeres en el campo. En el mismo capítulo, se plantean algunos asuntos relativos a las instituciones que se preocupan activamente por el progreso de la condición femenina.
En el capitulo séptimo se hace referencia al medio ambiente y a algunos mitos, en parte generado" por la cultura patriarcal en torno al rol de las mujeres rurales en el cuidado del medio ambiente.
Para facilitar la lectura, cada capítulo conlleva sus propios cuadros, conclusiones y recomendaciones. Al término del trabajo, se encuentran las conclusiones generales y la bibliografía.