Director General QU Dongyu

El Director General destaca las diferentes dimensiones de la innovación necesarias para abordar la seguridad alimentaria en África

29/04/2021

29 de abril de 2021, Roma - El Sr. QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), afirmó hoy que desafíos sin precedentes como la crisis climática, las catástrofes naturales y los conflictos provocados por el ser humano “exigen un nuevo modelo operativo” para abordar la seguridad alimentaria en África.

La FAO ha hecho de África, donde 246 millones de personas se acuestan cada día con hambre, su más alta prioridad a fin de prestar ayuda a los países en relación con la agricultura y el desarrollo rural, declaró el Director General en el Diálogo virtual de alto nivel sobre “Alimentar a África: liderazgo para ampliar las innovaciones satisfactorias”, celebrado con vistas a contribuir a la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, que se celebrará en septiembre.

“Tenemos que entender qué es la innovación real”, afirmó el Sr. QU, quien señaló que la innovación se puede encontrar en la tecnología, las finanzas y las políticas y añadió que “la innovación más importante es la relativa a la mentalidad”.

“Alimentar a África: liderazgo para ampliar las innovaciones satisfactorias” es una serie de diálogos de dos días de duración organizados conjuntamente por el Banco Africano de Desarrollo (BAD), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Foro de investigación agrícola en África (FARA) y el Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional (CGIAR).

El Director General participó en el panel ministerial principal de la plataforma, en el que intervino junto con el Sr. Gebreil Ibrahim, Ministro de Finanzas y Planificación Económica de la República del Sudán, y la Sra. Josefa Sacko, Comisionada de la Unión Africana para la Agricultura, el Desarrollo Rural y la Economía Azul.

La Sra. Sacko encomió la “coordinación y coherencia” que los países miembros de la Unión Africana habían logrado alcanzar gracias a un diálogo facilitado por la FAO entre todas las partes interesadas fundamentales de los sectores agrícolas. “La agricultura es un sector principal, por lo que deberíamos invitar a otros sectores a trabajar conjuntamente” con la agricultura, afirmó.

El Director General de la FAO señaló que había incluido tanto a ministros de comercio como a ministros de agricultura, con el fin de impulsar medidas más amplias y eficaces, especialmente durante la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19).

“Los africanos debemos alimentarnos de forma autónoma”, declaró el ministro Ibrahim, quien señaló que su país era amplio y contaba con abundante tierra cultivable, pero no era autosuficiente en cuanto a la alimentación. “Creemos que, si nuestros recursos se utilizan adecuadamente, no solo podemos alimentar al Sudán, sino también a la región circundante”, afirmó, y añadió que su Gobierno consideraba que la tecnología y la innovación eran los principales caminos a seguir.

El Director General de la FAO también aludió a la atención prestada por la Organización al intercambio de información, las asociaciones en materia de inversión, el fomento de la capacidad, la transferencia de datos y tecnología y la modernización de los modelos operativos de sus asociados en África. Asimismo, señaló que la Plataforma geoespacial Mano de la mano y el Centro de Inversiones de la FAO constituían activos clave que la Organización aportaba a esta tarea.

En los diálogos sobre “Alimentar a África” se presentaron algunos casos de éxito en el uso de tecnologías en la agricultura africana, por ejemplo, el uso de drones y técnicas de agricultura de precisión para el trigo, el maíz y la soja, y se exploraron formas de aumentar aún más su potencial en la transformación de los sistemas agroalimentarios del continente. 

En la ceremonia de inauguración, varios jefes de Estado hicieron hincapié en su compromiso de mejorar la atención a la agricultura en sus políticas, en particular con miras a reducir la dependencia de cereales importados, sobre todo arroz, impulsar los esfuerzos de comercialización de los agricultores, aumentar las capacidades de riego y reducir la brecha para que las tecnologías digitales beneficiasen a los pequeños productores rurales.