Seminario informativo de 2024 para los nuevos Representantes Permanentes ante la FAO

Excelencias,

Estimados colegas:

Les doy a todos la bienvenida. 

Estoy muy contento de recibir a todos los nuevos Representantes Permanentes y Representantes Permanentes Adjuntos y Suplentes ante la FAO.

Se trata de un nuevo comienzo para ustedes, y también para mí, pues inicio mi segundo mandato como Director General de la FAO —sobre todo después del receso de Año Nuevo, ¡es hora de ponerse a trabajar!

Me alegra ver tantas caras nuevas, y algunas que no lo son tanto.

Esta es su organización. La FAO pertenece a los Miembros y está dirigida por estos.

La forma de dirigirla, depende de ustedes. Recuerden que ustedes son un puente entre sus capitales y la Organización y han de ser puentes y agentes constructivos. Deben ser profesionales y técnicos así como diplomáticos en sus relaciones.

La FAO es un organismo intergubernamental especializado de las Naciones Unidas en consonancia con el artículo 57 de la Carta de las Naciones Unidas. Aunque formamos parte de la familia de las Naciones Unidas, no somos una parte de ellas.

Como organismo especializado, nos regimos por las disposiciones establecidas en la Constitución y los Textos fundamentales de la FAO.

La semana pasada, la Sra. Donata Rugarabamu, Asesora Jurídica de la FAO y Directora de la Oficina Jurídica de la Organización, me hizo partícipe de una investigación emprendida por la Universidad de California en Berkeley, que está llevando a cabo un examen histórico sobre cómo se estableció la Constitución de la FAO hace 80 años.

La historia es fundamental.

Siempre bromeo con algunos políticos y dirigentes cuando les pregunto por qué el chino es el primer idioma que aparece en el fragmento de la Constitución de la FAO grabado en la pared de la entrada de la Organización —no, no es porque yo sea el Director General y proceda de China. Esa pared se construyó hace muchos años, mucho antes de mi elección.

Es porque refleja la historia de la FAO: cuando se creó la Organización hace 80 años, los idiomas oficiales eran el chino, el español, el francés y el inglés. El árabe y el ruso se incorporaron más tarde.

Otro ejemplo lo constituyen los Grupos Regionales de la FAO. Somos el único organismo especializado de las Naciones Unidas que tiene una Oficina Regional para América del Norte, con únicamente dos miembros, a saber, el Canadá y los Estados Unidos de América. ¿Por qué? Pues porque la FAO es el único organismo especializado de las Naciones Unidas establecido por el Presidente de los Estados Unidos de América, Franklin D. Roosevelt, junto con el Canadá, China, Francia, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y los 42 Miembros fundadores de la Organización.

Estas son las razones por las que siempre subrayo lo importante que es conocer la historia. Como profesor, se lo he recalcado siempre a mis alumnos.

Hoy, observo que no hay muchos asistentes presenciales, pero esto se debe a la “nueva normalidad” establecida desde la pandemia. En la actualidad, casi todas nuestras reuniones se celebran en modalidad híbrida.

Esta también es una forma de mejorar la eficiencia y eficacia de la FAO, sobre todo para los países en desarrollo a los que les resulta más eficaz en función del costo participar en línea y no incurrir en gastos de viaje para tener una breve participación, a menos que, por supuesto, consideren necesario participar de manera presencial.

Este es uno de los motivos por los que el Foro Mundial de la Alimentación ha obtenido tan buenos resultados los dos últimos años, pues los asistentes han tenido la posibilidad de participar virtualmente.

También es el motivo de que se haya establecido el Foro Mundial de la Alimentación: crear una plataforma para la inclusión y participación de jóvenes y mujeres, así como una plataforma para la ciencia y la innovación, y para la inversión de la iniciativa Mano de la mano. Estos son los tres pilares básicos para acelerar la transformación de los sistemas agroalimentarios mundiales.

El Foro Mundial de la Alimentación del año pasado reunió a más de 6 000 participantes en la Sede de la FAO, con más de 65 000 participantes en línea, y asistentes procedentes de 186 países.

La nueva modalidad híbrida se aplica también a los órganos rectores de la FAO. Esta “nueva normalidad” es coherente con el principio de inclusividad.

Hemos cambiado el modelo operativo para garantizar que la Organización sea adecuada para el fin que se propone, pero no podemos cambiar las reglas establecidas en los Textos fundamentales, las cuales determinan las normas para el funcionamiento efectivo de los órganos rectores de la FAO. Estas normas solo se pueden modificar por mayoría de dos tercios de los Miembros.

Como Director General de la FAO, en caso de duda, siempre consulto primero los Textos fundamentales. Por este motivo, he animado a todos los empleados de la FAO, y a los Miembros, a que se familiaricen con los Textos fundamentales. Es indispensable.

Y también les insto a ustedes a que los consulten siempre. La FAO tiene una política de puertas abiertas basada en una transparencia plena y es plenamente digital a fin de posibilitar la interacción en todos los niveles, ya sea formal o informalmente, incluso mediante plataformas de redes sociales.

Como he dicho desde el inicio al asumir mi cargo en agosto de 2019, la FAO es una organización vieja, pobre y grande dentro del sistema de las Naciones Unidas. Por este motivo, necesitamos el apoyo de ustedes.

Por último, quisiera decir que, dado que muchos de ustedes tal vez no estén acostumbrados a trabajar en cuestiones relacionadas con los sistemas agroalimentarios y el medio ambiente, como el suelo y el agua, o en ciencia e innovación, o en cuestiones relativas al género, las mujeres y los jóvenes, es fundamental que aprendamos juntos, que aprendamos unos de otros, que aprendan de sus homólogos y que aprendan de nosotros en la FAO.

Yo también he venido aquí a aprender de ustedes, a enriquecerme con la diversidad y riqueza de sus trayectorias y experiencia.

En la Organización, contamos con empleados en representación de 186 Miembros y cada uno de ellos aporta su propia y pequeña ventaja añadida a nuestra labor colectiva.

Para concluir, les deseo todo lo mejor durante su estancia aquí en Italia y en Roma, nuestra generosa ciudad anfitriona.

Como reza el dicho, Roma no se construyó en un día, y tampoco se pueden hacer demasiados cambios en la FAO en un día. Desde mi primer mandato he trabajado en ello y ahora me centraré en acelerar la renovación de esta Organización a fin de velar por que cuente con los medios necesarios para apoyar de manera eficaz a los Miembros a la hora de abordar los desafíos actuales y futuros.

Trabajemos juntos para garantizar una FAO adaptada a los fines previstos a fin de apoyar a quienes más nos necesitan.

Muchas gracias.