En Türkiye, Gürsel Appa se ha convertido en un modelo a imitar de éxito para las mujeres agricultoras, demostrando cómo el empoderamiento de las mujeres en la agricultura es clave para el desarrollo sostenible.
Gürsel vive en la región de Gümüldür de Esmirna, una zona famosa por sus mandarinas. En agosto de 2021, estableció la Cooperativa de Desarrollo Agrícola Turuncu Eller junto con otras mujeres agricultoras, que hoy consta de 12 mujeres. Su marca "Gümoz" recuerda el origen de los agricultores miembros que provienen de Gümüldür u Özdere.
Los productos de la cooperativa Turuncu Eller están elaborados con mandarinas clementinas con indicación geográfica y se comercializan como productos de valor añadido. El etiquetado de la indicación geográfica vincula productos alimenticios con características, cualidades o reputaciones específicas derivadas de su origen geográfico y ha demostrado ser económica y socialmente beneficioso para las zonas rurales, promoviendo el desarrollo sostenible. Los consumidores a menudo están dispuestos a pagar precios más altos por productos que asocian con un sabor y una calidad superiores.
“El equipo técnico y la formación cooperativa han acelerado nuestro desarrollo”, dice Gürsel mientras considera cómo ya están experimentando los beneficios que ofrece este proyecto de la FAO, financiado por la UE. “Ahora nos sentimos más seguros”.
Gürsel pasa la mayor parte de su tiempo trabajando en la cooperativa. Durante sus reuniones, los miembros comparten las dificultades a las que se enfrentan y discuten nuevas ideas. Según Gürsel, el mayor desafío es el cambio climático.
“Como agricultores, sentimos los efectos del cambio climático. La eficiencia de nuestros productos está disminuyendo y estas pérdidas nos perjudican económicamente. El motivo por el que el cambio climático es nuestro mayor desafío es que la solución no está en nuestras manos. Sufrimos incendios forestales cada año. Las medidas que tomará el gobierno para prevenir esta crisis son vitales, porque no solo afectarán nuestras vidas hoy, sino que también tendrán un impacto en los siglos venideros”, dijo.
La pandemia de COVID-19 también tuvo una repercusión negativa en la cooperativa, pero animó a Gürsel y a sus amigos a empezar a vender sus productos en línea. “La pandemia nos enseñó la importancia de la digitalización”, explica.
Gürsel tiene como objetivo distribuir los productos de la cooperativa en todo el mundo. “Mi mayor sueño es convertirme en una inspiración para las mujeres que viven, como yo, en regiones pequeñas”.
