Sanidad animal

Preparación y respuesta

Preparación

Invertir en preparación para minimizar el impacto de una emergencia animal es un elemento central de la gestión de situaciones de emergencia. Ello se debe a que la preparación es una capacidad —desarrollada por países y organizaciones— que permite planificar, responder y recuperarse adecuadamente de los impactos de las situaciones de emergencia.

En el ámbito de la preparación para emergencias, el desarrollo y fortalecimiento de las capacidades supone una especie de póliza de seguro contra las amenazas al sector ganadero. Al integrar la preparación para emergencias como un elemento fundamental de su trabajo de resiliencia, promovemos un enfoque holístico que hace hincapié en los vínculos básicos entre la buena gobernanza, la alerta temprana, la preparación, la prevención y la mitigación del impacto de las emergencias.

Los estudios demuestran que las medidas de preparación contribuyen a reducir el sufrimiento humano, la pérdida de medios de vida y el costo de tiempo y financiero de las intervenciones humanitarias. Se calcula que cada dólar invertido en dichas medidas ahorra al menos el doble en operaciones de respuesta, además de permitirnos ganar un tiempo muy valioso.

Respuesta

La respuesta sigue constituyendo una etapa igualmente importante e inevitable en la gestión de emergencias. La FAO participa activamente en las actividades de respuesta y dispone de la capacidad para coordinar o desplegar rápidamente misiones en países que se enfrenten a una emergencia. Ofrece asistencia técnica y de gestión de las emergencias, así como apoyo de refuerzo.

Dentro de la FAO, el  Centro de Gestión de Emergencias de Sanidad Animal (EMC-AH), por sus siglas en inglés) asiste a los países en las intervenciones de respuesta para contener y controlar los brotes de enfermedades. El Centro despliega misiones para responder a situaciones de emergencia a petición del gobierno del país afectado, en estrecha colaboración con el equipo de la FAO en el país y el  Centro de Emergencia para la Lucha contra las Enfermedades Transfronterizas de los Animales (ECTAD, por sus siglas en inglés). Dichas misiones permiten mejorar la preparación operacional y la habilidad para detectar y responder rápidamente a los brotes, así como para prevenir y controlar su propagación entre las poblaciones animales.

El Centro de Gestión de Emergencias de Sanidad Animal trabaja con el  equipo de vigilancia para supervisar los brotes de enfermedades en todo el mundo y recibir información sobre posibles eventos lo antes posible.

Buenas prácticas de gestión de emergencias en sanidad animal

A fin de estar debidamente preparados en caso de emergencia, los agentes clave en los ministerios pertinentes deben disponer de un plan estructurado y de la capacidad para ponerlo en práctica. Es importantes poner a prueba ambos factores mediante ejercicios de simulación antes de que se produzca una emergencia real. La guía de buenas prácticas de gestión de emergencias en sanidad animal incluye un ciclo de preparación para situaciones de emergencia que consta de cuatro elementos: prevención, detección, respuesta y recuperación. Un país que haya incorporado estos cuatro elementos a su propio plan estará bien encaminado para lidiar con cualquier emergencia sanitaria.

Los talleres nacionales y regionales de buenas prácticas de gestión de emergencias en sanidad animal se organizan de forma periódica en todo el mundo. Desde 2011, más de 1.200 personas de distintos sectores han recibido formación a este respecto, incluidos oficiales gubernamentales y profesionales a escala nacional y local. Las buenas prácticas ayudan a reforzar las iniciativas de preparación, haciendo evidentes cuáles son las medidas más importantes que deben tomarse en tiempos de paz para poder gestionar de forma eficaz y eficiente un brote antes, durante y después de que se produzca una emergencia.