Existencias remanentes

La disminución mayor de las existencias mundiales de cereales en más de dos decenios

El pronóstico de la FAO relativo a las existencias mundiales de cereales al cierre de las campañas que terminan en 2003 se mantiene inalterado desde el último informe en 466 millones de toneladas, 111 millones de toneladas (19 por ciento) por debajo de su nivel de apertura. Esto representaría la variación anual mayor de los dos últimos decenios, que lleva las existencias mundiales de cereales a su nivel más bajo desde los comienzos de los años setenta. Además de las políticas aplicadas expresamente para reducir las existencias en importantes países productores de cereales como China y la India, la disminución se debe también a los efectos negativos de la sequía en algunos de los principales países exportadores.

Según los pronósticos, al cierre de las campañas que terminan en 2003 las existencias mundiales de trigo alcanzarán los 170 millones de toneladas, alrededor de 48 millones de toneladas (22 por ciento) por debajo de sus niveles de apertura. Las existencias de trigo de los cinco principales exportadores tomados en conjunto podrían descender a 33 millones de toneladas, o sea 13,5 millones de toneladas (29 por ciento) menos que en la campaña anterior y el nivel más bajo desde 1997. Como consecuencia, la relación entre sus existencias totales de trigo y su desaparición total (consumo interno más exportaciones) debería descender por tercera campaña consecutiva a 16 por ciento, o sea 5 puntos porcentuales menos que en la campaña anterior y 2 puntos menos que la media registrada desde mediados de 1990. De los grandes exportadores, se prevé que solamente la UE terminará la presente campaña con más existencias de trigo (2 millones de toneladas más), sostenida por la fuerte recuperación de su producción en 2002 y las abundantes importaciones realizadas por segunda campaña consecutiva. En cambio, las existencias de los Estados Unidos deberían de contraerse hasta en 9 millones de toneladas, a poco más de 11 millones de toneladas (el nivel más bajo de los últimos 20 años), debido a una fuerte merma de su producción interna. Análogamente, debido a una grave sequía que está afectando a los cultivos en Australia y el Canadá, también se pronostica un fuerte descenso en 2003 de las existencias de trigo de ambos países.

Según se prevé, el inventario de trigo de China volverá a descender en la presente campaña, a 63 millones de toneladas, o sea 24 millones de toneladas menos que sus niveles ya bajos de apertura, debido en parte a la merma de su producción en 2002. Pero en realidad, el factor principal de estas disminuciones de las existencias registradas en los últimos años en China ha sido la política orientada a reducir el gran volumen de sus reservas. En la India, pese a un aumento de la producción interna obtenida en 2002, se pronostica que las existencias se contraerán en 4 millones de toneladas a 28 millones de toneladas. La reducción se debe principalmente al continuo flujo de exportaciones, ya que el gobierno trata de disminuir sus grandes reservas de cereales para rebajar los costos. En el Pakistán, a pesar de que la producción de trigo alcanzó un nivel casi récord, las reservas disminuirían en alrededor de 3,5 millones de toneladas debido a las grandes exportaciones unidas a una fuerte demanda interna. También se prevén fuertes reducciones en algunos países de África, en particular entre los países cuya producción descendió en 2002, como Argelia y Túnez. En cambio, en la mayoría de los países de laCEI se prevé un aumento de las existencias de trigo. Las existencias totales de trigo de esos países se pronostican en 17 millones de toneladas, 2 millones de toneladas más que en la campaña anterior y el nivel más alto desde 1995. Como consecuencia del aumento de las exportaciones, las existencias de la Federación de Rusia podrían disminuir ligeramente en la presente campaña, mientras que en la mayoría de los otros países de la CEI, incluidos todos los otros grandes productores de trigo, como Kazajstán, Ucrania y Uzbekistán, podrían aumentar sus existencias al final de la campaña como consecuencia de las buenas cosechas obtenidas en 2002.

Existencias remanentes mundiales de cereales

Según los pronósticos, el inventario mundial de cereales secundarios para las campañas agrícolas que terminan en 2003 disminuirá en 38 millones de toneladas a 172 millones de toneladas. Entre los principales exportadores, el descenso mayor se prevé en los Estados Unidos donde, a causa de las malas cosechas, se pronostica que al final de la campaña las existencias habrán disminuido en un 47 por ciento a 24 millones de toneladas. Aunque, según los pronósticos, las existencias de maíz de los Estados Unidos serán las que más disminuyan, en 19 millones de toneladas, también es probable que se contraigan significativamente las de cebada y sorgo. Asimismo, se supone que la disminución de la producción de cebada en Australia y Canadá rebajará las existencias de cereales secundarios en esos países, mientras que en la UE la merma de la producción de maíz y centeno será el factor principal que determinará un pequeño decrecimiento de las existencias totales de cereales secundarios. En conjunto, se pronostica que la relación entre las existencias totales de cereales secundarios de los principales exportadores y su desaparición total descenderá considerablemente, a un 11 por ciento, muy por debajo del 16 por ciento estimado en la campaña anterior.

En otras partes, las existencias totales de China Continental se pronostican en 82 millones de toneladas, 7 millones de toneladas menos que en la campaña anterior pese a una fuerte recuperación de la producción de cereales secundarios (principalmente maíz) lograda en 2002. La disminución se debe principalmente al aumento de las exportaciones de maíz y a la demanda constantemente fuerte de cereales forrajeros en el mercado interno. Según se prevé, las existencias de cereales secundarios de la mayoría de los países de la CEI se mantendrán inalteradas con respecto a la campaña anterior, pero las de cebada disminuirán en la Federación de Rusia y Ucrania, debido a la expansión prevista de sus exportaciones. También se pronostica una fuerte contracción de las existencias de cebada en Turquía, pues la situación en los suministros se mantiene estática mientras la demanda de piensos y de exportaciones es mayor de lo previsto. Según se prevé, la merma de la producción de maíz en Brasil determinará una disminución de las existencias en ese país, dando lugar a un balance interno más ajustado que en la campaña anterior. En África, la disminución de los remanentes de cereales secundarios en algunos países, incluidas las existencias de maíz en Kenya, Etiopía y Uganda, así como las de sorgo en el Sudán, se atribuiría principalmente a la merma de la producción. En Zimbabwe, que normalmente cuenta con abundantes suministros de maíz exportable, la disminución de la producción interna de maíz durante dos años consecutivos podría agotar las existencias.

El pronóstico de las existencias mundiales de arroz al final de las campañas comerciales de 2003 se ha revisado a la baja en casi 2 millones de toneladas desde el último informe, situándose actualmente en 124 millones de toneladas, uno de los niveles más bajos que se recuerden y casi 25 millones de toneladas menos que su nivel de apertura. La reducción del inventario mundial confirma la tendencia que ha predominado desde 1999, cuando China comenzó a aplicar una política encaminada expresamente a reducir el tamaño de sus reservas de cereales. A diferencia de los últimos años, sin embargo, la contracción registrada en la presente campaña no se atribuye solamente a China sino también a la India, que el año pasado emprendió una estrategia semejante con el fin de reducir las reservas públicas de arroz. Tomando como base las nuevas estimaciones, la relación entre las existencias mundiales y la utilización de arroz se cifraría ahora en un 30 por ciento, frente al máximo de 42 por ciento registrado en 2000.

La reducción del pronóstico mundial de las existencias después del último informe se debe principalmente a una revisión a la baja de la producción de la India, que, unida a una estimación mayor de sus exportaciones, dio lugar a una ulterior disminución de 2,5 millones de toneladas de las reservas arroceras de ese país, a 15 millones de toneladas. Esto supondría una reducción anual de las existencias de la India de casi 10 millones de toneladas con respecto a sus niveles de apertura. Algo análogo ocurrió en China, cuyos envíos en 2002 fueron mayores de lo que se había previsto anteriormente, reduciendo la magnitud de los remanentes nacionales de arroz en otras 700 000 toneladas a 78,3 millones de toneladas. Siendo así, las existencias de China se habrían reducido en casi 15 millones de toneladas desde el año pasado y en un total de 35 millones de toneladas desde 2000. También se han efectuado ajustes a la baja a las existencias previstas en Camboya, debido al empeoramiento de las perspectivas de producción en 2002; y en los Estados Unidos, tras las perspectivas mejoradas para el comercio del corriente año. En cambio, han aumentado los pronósticos relativos a los remanentes de Indonesia, tras el mejoramiento de las perspectivas para las cosechas de 2002.