No.1 abril 2006 | ||
Perspectivas de cosechas y situación alimentaria | ||
|
Breve informe sobre la situación mundial de la oferta y la demanda de cereales
Teniendo en cuenta la situación de los cereales ya sembrados y las intenciones de siembra para los próximos meses, y suponiendo condiciones atmosféricas normales durante el resto de la temporada, el primer pronóstico de la FAO relativo a la producción mundial de cereales en 2006 apunta a una disminución de alrededor de 19 millones de toneladas, a 2 015 millones de toneladas. Aún situada en este nivel más bajo, la producción mundial de cereales en 2006 sería, sin embargo, la tercera mayor registrada hasta ahora y superior a la media quinquenal. Cuadro 1. Producción de cereales1 - pronóstico inicial para 2006 ( millones de toneladas)
1Incluye el arroz elaborado.
Nota: Los totales se han calculado a partir de datos no redondeados.
La FAO pronostica la producción mundial de trigo de 2006 en casi 620 millones de toneladas, 6 millones de toneladas menos que en 2005. La disminución con respecto al año anterior se atribuye principalmente a las cosechas menores previstas en la CEI europea y en los Estados Unidos de América, al haberse reducido la superficie sembrada por las condiciones atmosféricas desfavorables registradas durante el invierno. En cambio, en la UE y en África del Norte, unas perspectivas buenas para los rendimientos deberían contribuir a una recuperación de la producción, mientras que para los principales países productores de trigo de Asia las perspectivas son variadas: mientras en China se prevé una cosecha buena, en la India será menor de lo que se había previsto anteriormente. Con respecto a los cereales secundarios, la FAO pronostica provisionalmente la producción mundial de 2006 en alrededor de 973 millones de toneladas, casi 16 millones de toneladas menos que en 2005. Con todo, a pesar de esta disminución, la producción mundial superaría todavía el nivel medio de los últimos cinco años. La mayor parte de la disminución debería tener lugar en los Estados Unidos, donde en marzo el Gobierno preveía para este año una posible disminución del 5 por ciento de la superficie sembrada con maíz. También en la Argentina se ha reducido la superficie plantada, en un 10 por ciento, y es probable que disminuyan los rendimientos de la cosecha por el tiempo húmedo imperante durante la recolección. Se pronostica, asimismo, una fuerte disminución de la producción en la República de Sudáfrica, como consecuencia principalmente de una reducción de la superficie sembrada con maíz, debida a los bajos precios vigentes durante el período de siembra y a la gran cuantía de existencias remanentes. Con respecto al arroz, en los países situados al sur del Ecuador y en la zona ecuatorial la temporada arrocera está muy avanzada, pero en el hemisferio norte, donde se produce la mayor parte del arroz mundial, recién está empezando. Sobre la base del primer pronóstico muy provisional de la FAO, en 2006 la producción mundial de arroz podría aumentar a 423 millones de toneladas (arroz elaborado), alrededor de 3 millones de toneladas más que en 2005.
Al disponerse de informaciones más seguras sobre las últimas cosechas de 2005, la estimación más reciente de la FAO relativa a la producción mundial de cereales en 2005 se ha revisado al alza a 2 034 millones de toneladas (arroz elaborado), lo que representa un aumento de cerca de 30 millones de toneladas con respecto al informe de diciembre, pero un volumen todavía inferior al nivel sin precedentes del año anterior. Aunque las superficies cultivadas se mantuvieron en gran parte inalteradas con respecto al año anterior, los rendimientos medios descendieron ligeramente a causa de unas condiciones atmosféricas menos favorables que afectaron principalmente a los cultivos de trigo y cereales secundarios en algunos países desarrollados. En los países en desarrollo, sin embargo, y principalmente en los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA), se registró en 2005 un aumento considerable en las cosechas de cereales. Cuadro 2. Hechos básicos de la situación mundial de los cereales ( millones de toneladas)
1 Los datos de refieren al año civil indicado en primer lugar.
2 Producción más existencias iniciales.
3 Para el trigo y los cereales secundarios, los datos sobre el comercio se basan sobre las exportaciones en la campaña comercial julio/junio, salvo el arroz cuyos datos se refieren al año civil indicado en segundo lugar.
4 Puede no igualar la diferencia entre suministros y utilización debido a los diferentes años de comercialización de cada país.
5 Para la definición, véase la terminología en la contratapa.
En 2005, la producción mundial de arroz aumentó de forma pronunciada, en 11 millones de toneladas, a un nivel sin precedentes de casi 420 millones de toneladas (arroz elaborado). Ello se debió a unas condiciones atmosféricas relativamente favorables registradas en Asia, África occidental y América del Sur, y a los altos precios vigentes en 2004, cuyos efectos positivos redundaron en un aumento general de las superficies plantadas. Con respecto al trigo, las estimaciones más recientes cifran la producción mundial de 2005 en 626 millones de toneladas, 6 millones de toneladas menos que el nivel sin precedentes del año anterior. En Asia, la producción de trigo acusó niveles sin precedentes y también en Australia se recuperó notablemente, pero no fueron suficientes estos incrementos para compensar totalmente las fuertes disminuciones registradas en la UE, en África del Norte y la Argentina. La producción mundial de cereales secundarios de 2005 se estima en 988 millones de toneladas, 36 millones de toneladas menos que en 2004, en que se habían alcanzado niveles sin precedentes. La mayor parte de la disminución se debió a unas cosechas menores de cebada y maíz obtenidas en la UE y los Estados Unidos, mientras en los países en desarrollo y los PBIDA (como grupos) la producción global de cereales secundarios aumentó ligeramente.
Tras un crecimiento vigoroso registrado en la utilización mundial de cereales en 2004/05, superior en un 2,5 por ciento a la de la campaña anterior, se pronostica que en 2005/06 la tasa de crecimiento disminuirá cerca de un 1,5 por ciento, hasta alcanzar los 2 038 millones de toneladas. En este nivel, la utilización mundial de cereales sería en 2005 ligeramente superior a la producción mundial. La disminución de los suministros forrajeros, debida a una merma de la producción de cereales secundarios, al repunte de los precios internacionales de los cereales, y a los brotes de epizootias, ha contribuido a desacelerar el crecimiento de la utilización de todos los cereales forrajeros en 2005/06. La utilización total de piensos en 2005/06 se pronostica actualmente en 746 millones de toneladas, 7 millones de toneladas (0,8 por ciento) menos que en la campaña anterior. Se pronostica que el uso de cereales secundarios para piensos será el que más disminuya, en cerca de 10 millones de toneladas comparado con la campaña anterior, situándose en 618 millones de toneladas. La mayor parte de esta disminución se concentra en unos pocos países, a saber los Estados Unidos, la Federación de Rusia y Ucrania. En cambio, se prevé que la utilización de cereales destinados al consumo humano vuelva a acusar un crecimiento moderado en 2005/06. El consumo del consumo humano se pronostica en 982 millones de toneladas, 17 millones de toneladas más que en 2004/05, o sea un 1,8 por ciento. Este incremento determina un ligero aumento del consumo de cereales per cápita, a 152 kilogramos, y una mejora marginal también en el consumo per cápita en los PBIDA, a cerca de 157 kilogramos, debido en este último caso a una fuerte recuperación de la situación de los suministros de cereales en varios países de África occidental y a un mayor consumo humano de arroz y cereales secundarios. Según las estimaciones, en 2005/06 se utilizarán alrededor de 420 millones de toneladas de arroz, destinados principalmente al consumo humano, 6 millones de toneladas más que el año anterior. Por término medio, el consumo de arroz per cápita podría aumentar un poco a 57 kilogramos por año. También se pronostica un fuerte crecimiento del uso industrial de cereales en 2005/06, relacionado principalmente con una mayor utilización mayor de maíz para la producción de etanol en algunos países, encabezados por los Estados Unidos. El reciente aumento del precio del combustible ha acelerado aún más los esfuerzos desplegados por muchos países para invertir en una ampliación de su capacidad de producción de etanol derivado de cereales con el fin de cubrir sus crecientes necesidades de combustible. Una tendencia que debería continuar a medida que los países tratan de disminuir su dependencia del petróleo.
Tras una fuerte recuperación registrada en 2005, es probable que al final de las campañas que terminan en 2006 las existencias mundiales de cereales disminuyan a 462 millones de toneladas, 7 millones de toneladas menos que su nivel de apertura, o sea un 1,6 por ciento. Dado el descenso de la producción mundial de cereales en 2005, la merma hubiera sido mayor, pero no lo es porque en 2005/06, a diferencia de la campaña anterior, la utilización total de cereales ha crecido lentamente. El descenso previsto de las existencias mundiales de cereales representa principalmente una merma de las existencias mundiales de trigo y cereales secundarios, debido al pronunciado descenso de su producción en 2005. Sobre la base de las estimaciones más recientes de la oferta y la demanda para 2005/06, la relación entre las existencias y la utilización mundiales de cereales, que compara el nivel de las existencias al cierre de una campaña con su utilización en la siguiente, se mantendría en torno al 23 por ciento, semejante a la de la campaña anterior y 2 puntos porcentuales por encima del nivel bajo de 2003/04.
Actualmente, se prevé que las existencias totales de cereales secundarios alcanzarán los 189 millones de toneladas, casi 5 millones de toneladas menos que en la campaña anterior, registrándose la mayor parte de la disminución en la UE y en los países de la CEI europea. También se pronostica una merma de 3 millones de toneladas en las existencias de trigo, situadas en 174 millones de toneladas, ya que las bajas registradas en las existencias de la UE, China, Marruecos y Turquía superan los incrementos acusados en algunos otros países, sobre todo Australia y Canadá. En cuanto al arroz, a pesar de los considerables aumentos alcanzados en 2005, la producción mundial alcanzaría sólo para cubrir la utilización, de suerte que con toda probabilidad las existencias mundiales se mantendrán inalteradas en torno a su nivel de apertura de 99 millones de toneladas. De confirmarse este pronóstico, ello indicaría la conclusión del proceso de ajuste a la baja de las existencias iniciado en 2000.
En 2005/06, los pequeños descensos acumulativos de las exportaciones de casi todos los principales tipos de cereales contribuyen a una reducción de casi 3 millones de toneladas del comercio mundial de cereales, a 241 millones de toneladas; de los cuales, se pronostica que el comercio mundial de trigo alcanzará los 109 millones de toneladas; 104 millones de toneladas los cereales secundarios, y 27,9 millones de toneladas el arroz. La mayor parte de la disminución del comercio mundial de cereales se debe sólo a un puñado de países importadores, principalmente PBIDA. La disminución de las importaciones de China en la presente campaña representa la mayor parte de la merma de las importaciones mundiales. En China, se pronostica que las importaciones de trigo disminuirán cerca de 6 millones de toneladas debido a una recuperación de su producción interna. En el resto del mundo, las menores importaciones de maíz por parte del Canadá y de arroz por parte de Nigeria, Bangladesh y Filipinas también contribuyen a la merma del comercio mundial de cereales prevista en la presente campaña. Se considera, sin embargo, que algunos países incrementarán sus importaciones de cereales en 2005/06; sobre todo el Iraq, que está retornando al mercado mundial como un importante comprador de trigo, algunos países de África del Norte que necesitan importar más trigo en esta campaña debido a las malas cosechas de 2005, y Brasil, que prevé importaciones no sólo de trigo y maíz sino también de arroz, debido principalmente a la escasez de suministros y a una demanda activa. Con respecto a las exportaciones, los envíos totales de los principales exportadores disminuyen en el caso del trigo, pero suben para los cereales secundarios y el arroz. En el mercado del trigo, la atonía de la demanda mundial, unida a la abundancia de suministros provenientes de la Federación de Rusia y Ucrania, ha atenuado durante la presente campaña el impacto de la acusada disminución de los suministros exportables en la Argentina. En el mercado de los cereales secundarios, se prevén ventas mayores de todos los grandes exportadores, con excepción de Australia, mientras que el aumento de las exportaciones de China, la República de Sudáfrica y la Federación de Rusia compensa la disminución en Brasil, Bulgaria y Rumania. En cuanto al arroz, se estima que las exportaciones se contraerán un poco en 2006, dado que se prevén menos envíos de la India, el Pakistán y los Estados Unidos, que sólo en parte se vería compensado por el aumento de las ventas de China y, en particular, Tailandia.
En 2005/06 (julio/junio), los precios internacionales de todos los principales cereales registraron aumentos considerables, y en su mayor parte también han ido subiendo durante el primer trimestre de 2006. Desde el comienzo de la actual campaña comercial, los precios del trigo se mantuvieron en general por encima del período correspondiente de la temporada anterior, a causa de una merma de la producción de 2005 y de una reducción de los suministros y exportaciones argentinos. Las incertidumbres con respecto a la siembra del trigo de invierno de este año, la presencia de condiciones atmosféricas desfavorables y el dinamismo de las ventas constituyeron un respaldo inicial para la nueva cosecha de trigo de 2006. Durante el primer trimestre de 2006, los precios del trigo alcanzaron promedios superiores en alrededor de un 14 por ciento a los del período correspondiente del año pasado. Sin embargo, el mejoramiento del panorama de las cosechas en las últimas semanas y las perspectivas iniciales de una situación bastante equilibrada entre la oferta y la demanda mundiales en 2006/07 han restado posibilidades a que los precios del trigo sean mucho más altos en la próxima temporada. Con respecto a los precios del arroz, el índice la FAO, que se había mantenido estable en 101 entre junio y diciembre de 2005, aumentó a 103 en enero de 2006 y a 105 en febrero y marzo de 2006, sostenido en parte por las abundantes compras efectuadas por algunos países asiáticos, y por la escasez de disponibilidades exportables en los principales países exportadores. También se han fortalecido desde el comienzo de la temporada los precios de los cereales secundarios. A pesar del aumento de la producción mundial y de la abundancia de suministros de trigo forrajero, los precios internacionales se mantuvieron firmes, debido sobre todo a la gran demanda de trigo para usos industriales, principalmente para la producción de etanol en los Estados Unidos, y a una demanda de piensos que, a pesar de la propagación de la gripe aviar, se mantiene todavía activa. En las últimas semanas, los informes sobre la reducción de la superficie plantada con maíz en los Estados Unidos contribuyeron también a fortalecer los precios internacionales, sostenidos a la vez por las compras especulativas en los mercados de futuros, que se han visto alentadas por el alza de los precios de los metales y de la energía.
1. Toda referencia al trigo incluye la harina de trigo en equivalente en grano. |
SMIA | sistema mundial de información y alerta sobre la agricultura y la alimentación |