Exámenes regionales

África

África del Norte

Se han comenzado a recoger los cereales de invierno (principalmente trigo y cebada), que constituyen la mayor parte de la producción cerealera de la subregión. Las perspectivas para la producción de cereales de 2006 son muy favorables gracias a las precipitaciones superiores a la media recibidas durante toda la campaña en la mayor parte de la subregión. La FAO pronostica la producción total de trigo de la subregión en 17,4 millones de toneladas, un 20 por ciento más que el nivel reducido por la sequía del año anterior, mientras que la de cebada se cifra en 4,2 millones de toneladas, lo que representa un aumento de casi 70 por ciento, y en ambos casos un resultado muy superior a la media de los últimos años. En Egipto, el mayor productor de la subregión, los cereales cultivados son en su mayor parte de regadío y los rendimientos se mantienen relativamente constantes. De ahí que la tendencia al alza de la producción registrada en los últimos años se deba principalmente a un aumento de la superficie sembrada. Según estimaciones oficiales, la superficie sembrada con trigo, que es el cultivo de invierno más rentable, ha vuelto a aumentar en el otoño pasado de suerte que se prevé un incremento ulterior de la producción respecto al excelente volumen de casi 8,2 millones de toneladas alcanzado en 2005. En Marruecos, se informa que las perspectivas para la producción han mejorado no sólo por las condiciones atmosféricas excepcionalmente favorables, sino también por la importante contribución de las políticas gubernamentales encaminadas a alentar la inversión en la agricultura, sobre todo mediante un aumento de las subvenciones concedidas a los agricultores con el fin de que intensifiquen la mecanización y la utilización de semillas de alta calidad.

África Occidental

En el África Occidental, las lluvias entre normales y superiores a lo normal recibidas en marzo y principios de abril en las zonas costeras del Golfo de Guinea aportaron suficiente humedad del suelo para la siembra de las cosechas de cereales de la temporada principal de 2006, actualmente en curso. En los países del Sahel, la siembra comenzará en mayo. La producción total de cereales de la región se estimó en niveles sin precedentes, tanto en los países costeros como en los del Sahel, debido principalmente a unas condiciones de crecimiento favorables imperantes durante la campaña. En los países sahelianos, la producción se recuperó de forma pronunciada con respecto a la cosecha afectada por la sequía y las langostas del año anterior. Se informa, sin embargo, que en algunos países los precios relativamente altos de los alimentos inciden negativamente en las familias pobres, sobre todo en las zonas agropastorales del Níger, crónicamente deficitarias de alimentos. Por consiguiente, a pesar del mejoramiento de la situación del suministro de alimentos registrado en 2005/06 en la subregión, se sigue necesitando asistencia para afianzar el acceso a los alimentos de las familias vulnerables, principalmente mediante actividades generadoras de ingresos y de reconstitución de activos. En Guinea, Liberia y Sierra Leona, se presta asistencia humanitaria también a las personas desplazadas en el interior y a los refugiados.

 

África Central

Las precipitaciones recibidas desde el comienzo del período vegetativo han sido suficientes para las actividades de preparación de la tierra y siembra de los cultivos de cereales de 2006 en el Camerún y en la República Centroafricana. En este último país, sin embargo, la recuperación agrícola y la seguridad alimentaria continúan viéndose dificultadas por la persistente inseguridad y la insuficiente disponibilidad de insumos agrícolas, principalmente en las partes septentrionales. En la República Democrática del Congo, las condiciones atmosféricas han sido en general favorables, pero los problemas de seguridad han contribuido a empeorar la situación de la seguridad alimentaria, especialmente en las provincias orientales y nordorientales.

África Oriental

Los cultivos de cereales de la temporada principal de 2006 se están sembrando o están madurando en Somalia, Kenya y Uganda, mientras que en Etiopía, Eritrea y el Sudán la siembra no comenzará hasta dentro de un mes aproximadamente. La recolección de las cosechas de la temporada secundaria de 2005/06 ha terminado en la mayoría de los países de la región, salvo en Etiopía, donde los cultivos “belg” se recogerán a partir de junio, y en el Sudán, donde se está recogiendo la cosecha de trigo. Últimamente, se han recibido lluvias favorables en la costa de Guinea, el norte de Tanzanía, la cuenca del Lago Victoria y la zona de producción “belg” de Etiopía. Estas lluvias han significado una tregua, pero todavía es demasiado pronto para saber hasta qué punto se ha beneficiado la producción agrícola. En cambio, las lluvias inferiores a lo normal recibidas hasta ahora en las zonas de sequía del sur de Somalia, norte y nordeste de Kenya, y sudeste de Etiopía constituyen un motivo de grave preocupación. Las perspectivas para las precipitaciones entre marzo y mayo de 2006 apuntan con mayor probabilidad a niveles cercanos o inferiores a lo normal en una gran parte de las zonas gravemente afectadas.

Cuadro 4. Producción de cereales de África ( millones de toneladas)

Las estimaciones más recientes de la FAO cifran la producción total de cereales de la subregión en 2005 en un volumen cercano a los 30 millones de toneladas, alrededor de un 19 por ciento más que el año anterior y muy por encima de la media de los últimos cinco años. Ello se debe principalmente a unas condiciones atmosféricas generalmente favorables registradas en las principales zonas productoras. En Etiopía, la producción de cereales aumentó un 15 por ciento con respecto al buen nivel del año anterior. En el Sudán, la cosecha de cereales de 2005/06 aumentó cerca de un 58 por ciento en comparación con la producción afectada por la sequía de 2004, como consecuencia también de las buenas lluvias recibidas y del mejoramiento de la seguridad en las zonas meridionales. En Tanzanía y Uganda, la producción total de cereales de 2005 se estima en un volumen ligeramente superior a los buenos niveles del año anterior. En Kenya, la cosecha de cereales de 2005/06 aumentó un 29 por ciento respecto al año anterior, situándose en aproximadamente 3,4 millones de toneladas. En Eritrea, la producción de cereales de 2005, estimada actualmente en alrededor de 150 000 toneladas, es casi el doble de la mala cosecha del año anterior y superior a la media en alrededor de una tercera parte. Sin embargo, incluso en años buenos, Eritrea produce sólo una parte de sus necesidades totales de alimentos y depende principalmente de las importaciones. En cambio, en Somalia, la mala temporada secundaria “deyr” estuvo precedida por la peor cosecha principal “Gu” registrada en el último decenio. Las estimaciones más recientes cifran la producción total de cereales en 2005/06 en 146 000 toneladas, casi un 50 por ciento menos que el año anterior.

A pesar de la excelente cosecha total de cereales de 2005, extensas zonas de la subregión están haciendo frente a una grave sequía que, unida a los conflictos pasados y presentes, colocan a millones de personas al borde de la inanición. Los problemas alimentarios son particularmente graves en el sur de Somalia, en las zonas pastorales del norte y este de Kenya, y en el sudeste de Etiopía. La sequía que ha afectado a las zonas adyacentes de estos tres países vecinos ha aumentado la vulnerabilidad de las comunidades nómadas, ya que han experimentado dificultades para encontrar agua y pastizales en la región, y más allá de las fronteras internacionales. Es menester que las iniciativas encaminadas a mitigar los efectos de la sequía tengan una perspectiva regional para evitar que se produzca una gran movilización de la población desde las zonas no atendidas hacia las zonas que reciben asistencia. La sequía ha desencadenado una competencia violenta entre las tribus pastorales rivales obligadas a compartir abastecimientos de agua y pastizales en franca disminución. Aunque las últimas lluvias han aliviado algo la situación, siguen necesitando asistencia humanitaria numerosas personas afectadas por varios meses de escasez de alimentos y de agua. La respuesta internacional dada hasta ahora es insuficiente, sobre todo en la esfera de la asistencia no alimentaria. Para satisfacer las necesidades de alimentos, agua, salud y nutrición y las necesidades relativas al ganado se necesitan con urgencia otras intervenciones.

En el Cuadro 5 figuran las estimaciones actuales del número de personas crónica o gravemente vulnerables presentes en los países afectados por la sequía en el Cuerno de África.

Cuadro 5. Cuerno de África: estimaciones de la población vulnerable en los países afectados por la sequía

En la región de los Grandes Lagos, en Burundi y Rwanda, la siembra de las cosechas de cereales y de otros cultivos alimentarios de la temporada principal (B) de 2006, que normalmente tiene lugar entre febrero y abril, se retrasó debido al comienzo tardío de las lluvias. En marzo, se recibieron lluvias intensas, que continuaron durante una buena parte de abril. La producción de las cosechas de la temporada A de 2006, ya recogidas en enero, resultó reducida en comparación con la del año anterior debido a unas rachas secas prolongadas durante el período de crecimiento de octubre a noviembre.

África austral

En el África austral, ha comenzado en algunas zonas la recolección de la cosecha de cereales de la temporada principal de 2006, mientras que en otras comenzará en mayo. En la mayoría de los países las perspectivas son en general buenas. Durante el período vegetativo, especialmente durante los meses críticos de enero y febrero, las lluvias han sido muy favorables para el desarrollo de los cultivos. En particular, las partes centrales de la región recibieron precipitaciones abundantes. En cambio, en algunas partes de Sudáfrica, Lesotho, Swazilandia, así como en las zonas septentrionales de Malawi, Zambia y Mozambique, se experimentaron lluvias irregulares, e incluso algunas rachas secas. En el borde occidental de la subregión, el tiempo seco afectó a los cultivos de cereales en el sudoeste de Angola. Al mismo tiempo, en algunas partes de Mozambique, Malawi, Zimbabwe, Namibia y Angola ha sido un problema la lixiviación de nutrientes debida al exceso de lluvias y a los anegamientos producidos en algunos períodos. Las precipitaciones acumulativas estimadas durante la primera y la segunda mitad de la temporada están indicadas en las Figuras 3 y 4. No obstante las buenas lluvias registradas en general, los rendimientos de las cosechas de este año dependerán también de la disponibilidad de algunos insumos importantes (fertilizantes, productos químicos y/o mano de obra, etc.).

Pese a unas condiciones de crecimiento en general favorables registradas durante la presente campaña, la FAO pronostica que la producción total de cereales secundarios de 2006 disminuirá aproximadamente un 22 por ciento con respecto a 2005, situándose en un nivel reducido de unos 14,4 millones de toneladas. Ello se debe a una fuerte disminución registrada en Sudáfrica, con mucho el mayor productor de la subregión, que compensa con creces las cosechas mejoradas de la mayoría de los otros países. Excluida Sudáfrica, la producción total de cereales secundarios de 2006 aumenta en casi una cuarta parte. La producción de maíz, el principal cultivo básico, se pronostica en 6,9 millones de toneladas, la cosecha mayor desde 2000, superior en alrededor del 27 por ciento a la producción afectada por la sequía del año pasado y en un 21 por ciento a la media quinquenal (véase el Cuadro 6). En Sudáfrica, la contracción del 39 por ciento de la superficie sembrada con maíz, causada principalmente por los bajos precios del maíz en 2005, se traducirá este año en una producción gravemente reducida. Se pronostica que la producción disminuirá más de 5 millones de toneladas con respecto al año anterior. Debido, sin embargo, a una excelente cosecha obtenida en 2005, las existencias actuales (de final de marzo) se estiman en un nivel récord de más de 4,5 millones de toneladas, y es probable que el volumen escaso de la cosecha no perjudique la disponibilidad de alimentos en los ámbitos nacional y regional. También se pronostica una disminución de la producción de maíz en Angola, como consecuencia de unas rachas secas registradas en la principal zona productora de cereales del sudoeste, que desde la siembra de octubre del año pasado viene experimentando una sequía que ha perjudicado también la situación de los pastizales y del ganado. Con objeto de disponer de una evaluación más precisa de la situación, en mayo visitará el país una misión conjunta PMA/FAO de evaluación de cultivos y suministros de alimentos. En Botswana, Malawi, Zambia, Namibia, y Mozambique, en cambio, se prevé una sustancial recuperación de la producción de maíz y cereales con respecto a la cosecha reducida del año anterior. También en Zimbabwe, los pronósticos iniciales relativos a la cosecha de maíz apuntan a una recuperación considerable con respecto a la producción afectada por la sequía del año pasado, pero inferior a los niveles anteriores a la persistente crisis económica. Pese a una buena estación de las lluvias y a una suficiente disponibilidad de semillas, es probable que la escasez de fertilizantes (derivada de la limitación de la producción interna y la falta de grandes importaciones debida a la escasez de divisas), unida a la falta de maquinaria y de mano de obra, repercutan negativamente en los rendimientos del maíz. En Madagascar y Swazilandia, las estimaciones provisionales no indican cambios importantes en la producción de cereales en 2006 con respecto a los niveles superiores a la media del año pasado. En Lesotho, la producción se mantendrá en torno a los niveles bajos de los últimos tres años.

Las perspectivas para la siembra de la cosecha de trigo de 2006 que se realizará a partir de mayo son favorables. En Sudáfrica, que representa alrededor del 90 por ciento de la producción de la subregión, las intenciones de siembra indican un ligero aumento de la superficie, que se mantendrá, sin embargo, por debajo de la media quinquenal. El aumento de la superficie sembrada se debe al alza de los precios internos e internacionales desde el comienzo del año, así como a una mejor humedad del suelo residual en las zonas productoras.

 

El “período del hambre” alcanzó su punto álgido en el África austral, al haberse casi agotado las reservas alimentarias de las familias. Se espera, sin embargo, que la cosecha temprana o la utilización del maíz verde aporten algún alivio hasta que se pueda disponer de la cosecha principal. Tras la mala cosecha del año pasado, se han visto afectadas por la inseguridad alimentaria en la subregión cerca de 12 millones de personas, incluido un gran número que se encuentra en situación crónica. En Zimbabwe, Malawi, Swazilandia, Lesotho, Mozambique y Zambia se está prestando asistencia de urgencia. Para la campaña comercial 2005/06 (abril/marzo), la necesidad total de importación de cereales de la subregión, excluida Sudáfrica, se estimó en alrededor de 5,2 millones de toneladas, incluidas 700 000 toneladas de ayuda alimentaria. Prácticamente todas las necesidades de ayuda alimentaria se han cubierto por medio de promesas, y las distribuciones actualmente en curso están contribuyendo a mejorar la situación alimentaria de los hogares más vulnerables. Las importaciones comerciales de cereales, sin embargo, estimadas al final de abril en aproximadamente 3,4 millones de toneladas, no llegan a cubrir las necesidades, especialmente de trigo y arroz. Debido al ritmo lento de las importaciones comerciales y de la ayuda alimentaria, los precios del maíz han ido subiendo en algunos países en los últimos meses. En Zimbabwe y Malawi, las escaseces alimentarias se reflejan en el alza de los precios de los alimentos básicos. En Zimbabwe, en la primera semana de marzo el precio del maíz estaba a 600 000 dólares por 20 kilogramos, frente a 400 000 dólares del mes anterior. Siguiendo la tasa de inflación nacional que en marzo fue más del 900 por ciento, los precios de la mayoría de los productos derivados de los cereales han subido alrededor de una tercera parte en casi un mes. En febrero, las distribuciones de ayuda alimentaria alcanzaron las 54 000 toneladas, y el mismo nivel se preveía para marzo y abril. En Malawi, pese a las cuantiosas importaciones de maíz efectuadas en el comercio transfronterizo extraoficial, los precios se triplicaron respecto al comienzo de la campaña comercial. También han aumentado de forma pronunciada las cotizaciones del maíz en Zambia. Debido al comienzo de la cosecha temprana, en abril los precios del maíz se han estabilizado o comenzado a descender en la mayoría de los países.

Cuadro 6. África austral, producción de maíz: pronóstico inicial para 2006 (miles de toneladas)

Las perspectivas para el suministro regional de alimentos en la próxima campaña comercial 2006/07 son relativamente favorables. En Sudáfrica, las existencias finales de maíz (al 30 de abril de 2006) se preveían en alrededor de 4 millones de toneladas, y se pronostica que el total de los suministros (producción de 2006 y existencias remanentes) será de alrededor de 10 millones de toneladas. Dada la utilización interna total en Sudáfrica, estimada en alrededor de 8,4 millones de toneladas (incluidas alrededor de 600 000 toneladas de reservas estratégicas), es probable que el posible excedente exportable sea de alrededor de 1,6 millones de toneladas. Este excedente sería suficiente para cubrir las necesidades totales de importación de maíz de otros países de la subregión, estimadas provisionalmente en alrededor de 1,5 millones de toneladas (teniendo en cuenta el pronóstico provisional relativo a la producción de maíz en 2006 y la utilización habitual en la región). En la Bolsa Agrícola de SAFEX los precios del maíz blanco han aumentado considerablemente desde la siembra de noviembre, y para principios de abril se habían casi duplicado con respecto al nivel de hace un año (véase el Cuadro 7). El aumento constituyó en parte una recuperación con respecto a la baja repentina registrada en los precios del año anterior, y en parte un reflejo de la escasez general de los suministros en la subregión. En dólares Estados Unidos, el aumento de los precios es menor debido a la revaluación del rand sudafricano desde mediados de noviembre de 2005. Además, en previsión de la merma de la producción interna de maíz en Sudáfrica, contraria a la tendencia habitual posterior a la cosecha, en la Bolsa de SAFEX los precios a plazo del maíz blanco se están fortaleciendo al pasar de 1 099 rand por tonelada en abril a 1 163 rand por tonelada en diciembre de 2006. Es probable que la abundancia de existencias remanentes y una cosecha menor prevista en otros países de la subregión limiten la posibilidad de ulteriores aumentos en los precios.

Cuadro 7. Precios Safex para el maíz blanco

 

Asia

Lejano Oriente

En algunos países de la subregión se están recogiendo o a punto de recoger las principales cosechas de trigo de invierno de 2006 y las primeras cosechas de arroz, mientras que la siembra de los cereales secundarios de primavera comenzará dentro de poco. Las perspectivas para la cosecha de trigo de 2006 son en general favorables gracias a unas condiciones de crecimiento generalmente satisfactorias. En la India, sin embargo, las perspectivas para la cosecha han empeorado en el último mes debido a unas temperaturas anormalmente bajas y a unas lluvias fuera de estación. Es probable que la producción de trigo de 2006 sea menor de lo que se había previsto anteriormente, aunque todavía de nivel medio. Teniendo en cuenta las perspectivas de una cosecha menor, así como el agotamiento de las existencias, el Gobierno prevé importar en la campaña comercial 2006/07 entre 2,5 y 3 millones de toneladas de trigo. Esto significará que de exportador importante de trigo, como lo fuera en los últimos años, la India pasará a ser un importador de relieve. En China, los cultivos de la cosecha principal de trigo de invierno y de la cosecha temprana de arroz (secundaria) están madurando en las principales regiones productoras y el pronóstico más reciente indica un ligero aumento de la producción con respecto a los niveles superiores a la media del año pasado. Ello se debe a unos mejores rendimientos y a una superficie algo mayor sembrada por tercer año consecutivo atendiendo al alza de los precios al productor y a las políticas de sostenimiento del Gobierno, entre las cuales figuran la reducción de las tasas agrícolas, subvenciones directas concedidas a los agricultores y precios mínimos de apoyo. En el Pakistán se espera una buena cosecha de trigo, aunque menor que la cosecha excelente del año pasado, como consecuencia de una mayor disponibilidad de agua para riego, la aplicación de buenas prácticas de gestión y una utilización mayor de fertilizantes y herbicidas. En cambio, se pronostica que, a pesar del aumento de la superficie plantada, la producción de trigo descenderá en Bangladesh en la presente campaña en un 18 por ciento debido al tiempo seco y a la escasez de fertilizantes. Sin embargo, las perspectivas para la cosecha de arroz de regadío “boro”, que se está recogiendo ahora, son positivas. En el Nepal, tras la contracción de la producción arrocera en 2005 a causa de la sequía, se pronostica oficialmente que debido al tiempo seco la producción de trigo de la presente campaña disminuirá un 10 por ciento con respecto a la de 2005. En las partes meridionales de la subregión, donde se están recogiendo o casi terminando de recoger las cosechas principales de arroz, las perspectivas son favorables en Indonesia, Sri Lanka y Camboya, previéndose producciones situadas en torno a los niveles superiores a la media del año anterior. En Viet Nam, se han terminado de trasplantar los cultivos de la cosecha principal de invierno y primavera, y se pronostica oficialmente otra cosecha abundante. En Filipinas y Tailandia ha comenzado la recolección de la cosecha de arroz de la estación seca (secundaria), previéndose buenas cosechas en ambos países, gracias a unas condiciones atmosféricas adecuadas durante el período vegetativo.

 

Tras las excelentes cosechas de cereales del año pasado, la situación del suministro de alimento es en general satisfactoria en la mayoría de los países de la subregión, sobre todo China, la India, Bangladesh, el Pakistán, Indonesia y la RPD de Corea. En este último país, la cosecha de cereales de 2005 fue la mayor en 10 años, gracias a un tiempo favorable, unido al fuerte sostenimiento del Gobierno que movilizó a los trabajadores de las ciudades en los períodos críticos de la temporada y proporcionó semillas y otros insumos. Sin embargo, a pesar de esta evolución positiva, hay una situación generalizada de inseguridad alimentaria crónica. El 31 de diciembre de 2005, el Gobierno interrumpió toda ayuda humanitaria de las Naciones Unidas y sólo acepta la asistencia destinada a cubrir las necesidades a mediano y largo plazo. La situación alimentaria constituye un motivo de preocupación en Mongolia, donde en 2005 la cosecha de trigo, prácticamente el único cereal producido en el país, disminuyó aproximadamente un 44 por ciento con respecto al nivel del año anterior. Las necesidades de importación de cereales para 2005/06 (octubre/noviembre) se estiman en 323 000 toneladas. Según los informes, el Japón y los Estados Unidos de América han proporcionado ayuda alimentaria en trigo, y se prevén más importaciones de ayuda alimentaria provenientes de la Federación de Rusia y China. Análogamente, en Timor-Leste la producción de los cultivos básicos de maíz y arroz de 2005 se vio gravemente reducida por la sequía después de las inundaciones y los vendavales registrados durante el período de la cosecha de febrero de 2006, especialmente en el distrito de Oecussi. En el Nepal, la difícil situación del suministro de alimentos que siguió a la cosecha de arroz afectada por la sequía del año pasado se ha agravado por el conflicto armado entre las fuerzas gubernamentales y las fuerzas rebeldes. En el Pakistán, el PMA continúa proporcionando ayuda alimentaria a unas 670 000 personas que quedaron sin vivienda después del terremoto de octubre de 2005. En las zonas afectadas por el terremoto, el Gobierno y la comunidad humanitaria están pasando de las actividades de socorro de urgencia a las de asistencia para la recuperación. También continúan las actividades de recuperación en la provincia Aceh de Indonesia y en la isla de Nias, donde se han rehabilitado aproximadamente 29 000 hectáreas de las 37 500 hectáreas damnificadas por el desastre del tsunami en diciembre de 2004. Sin embargo, 300 000 personas desplazadas en el interior dependen todavía de la ayuda alimentaria y de los planes de empleo de emergencia. En Sri Lanka, el PMA extenderá sus operaciones hasta 2007 en favor de unas 347 000 personas afectadas por el tsunami, centrando su objetivo en la recuperación a largo plazo más bien que en la distribución gratuita de alimentos.

Cuadro 8. Producción de cereales en Asia ( millones de toneladas)

Cercano Oriente

Tras un invierno predominantemente seco, las precipitaciones recibidas en marzo y principios de abril en algunos países resultaron beneficiosas para los cereales de invierno que se recogerán a partir de mayo. Al final de enero y principios de febrero de 2006, en la mayoría de los países de la subregión el desarrollo de los cultivos de invierno estaba retrasado en comparación con el año pasado. En Turquía y la República Islámica del Irán, los mayores productores de la subregión, la recolección de las cosechas de trigo y cebada de invierno comenzará a partir de junio. Las perspectivas iniciales indican otra producción superior a la media. En el Afganistán, las lluvias y nevadas caídas a principios de abril en las partes nordoccidentales y centrales, tras las precipitaciones inferiores a la media recibidas en los meses anteriores, constituyeron un alivio para la cosecha principal de trigo de 2006 que se recogerá a partir de mayo. En las zonas del extremo sur persiste, sin embargo, el tiempo seco. El tiempo relativamente caluroso imperante en los meses anteriores también ha causado deshielos tempranos, lo que podría dar lugar a un déficit de agua en las corrientes y en los embalses para riego durante el verano y la última parte de la primavera. Se necesitan más lluvias en las próximas semanas para evitar que disminuyan los rendimientos. En el marco de la actual operación prolongada de socorro y recuperación (OPSR) del PMA, se ha seleccionado un total de 4,8 millones de personas vulnerables como beneficiarios de la ayuda. En el Iraq, los informes recientes indican un aumento considerable de la población desplazada, habiéndose registrado en las últimas semanas el abandono de los hogares por parte de 30 000 a 40 000 personas como consecuencia de la violencia sectaria desencadenada. La mayor parte del desplazamiento se ha producido en las gobernaciones de Baghdad, Anbar y Diyala. En otro orden de cosas, el Ministerio de Comercio ha cancelado algunos artículos proporcionados en el marco de un programa mensual de raciones alimentarias. Se han reducido las subvenciones para productos básicos como la sal y los frijoles, pero el Ministerio continuará abasteciendo a las familias con cuatro artículos fundamentales: azúcar, arroz, harina y aceite de cocina. Como consecuencia de la reducción de la ración mensual de alimentos, han subido los precios de algunos alimentos básicos. Desde la aplicación de las sanciones impuestas al Iraq en 1991 por las Naciones Unidas, las familias han dependido de los programas de raciones subvencionados por el Gobierno. Cerca del 96 por ciento de los 28 millones de habitantes del país recibe mensualmente raciones alimentarias.

La CEI asiática

Las perspectivas para las cosechas de cereales de invierno de 2006, que se recogerán a partir de julio, son favorables. Las lluvias y nevadas superiores a la media caídas en los últimos meses proporcionaron la humedad adecuada para el desarrollo de los cultivos y garantizaron agua suficiente para los extensos sistemas de riego de la región. En toda la región, salvo en las nuevas tierras de Kazajstán, el riego es fundamental para la producción agrícola. La producción total de cereales de invierno, que representa casi la mitad de la producción anual, se pronostica provisionalmente en alrededor de 13 millones de toneladas, volumen ligeramente inferior al de la cosecha superior a la media del año pasado. En Kazajstán, con mucho el mayor productor de la subregión, las perspectivas para las cosechas de invierno son satisfactorias gracias a las buenas lluvias recibidas y a un invierno benigno en términos generales, salvo en algunas zonas de los territorios septentrionales. Pero el resultado final dependerá fundamentalmente de las precipitaciones que se reciban en primavera y principios del verano. Las exportaciones de Kazajstán son decisivas para la seguridad alimentaria de otros países deficitarios de alimentos de la región. En la campaña comercial 2005/06 las exportaciones de cereales se prevén en alrededor de 4,4 millones de toneladas, principalmente trigo, y el país dispone de existencias remanentes suficientes para poder exportar otros tantos durante la campaña comercial 2006/07. En Uzbekistán, la situación de la cosecha principal de trigo de invierno es buena pero se prevé una producción inferior a la de la cosecha superior a la media del año pasado. En los últimos años, el país ha desplegado esfuerzos importantes para incrementar la producción cerealera. No sólo ha llegado a ser prácticamente autosuficiente en alimentos sino que en los últimos tres años también ha podido exportar aproximadamente medio millón de toneladas de trigo por año. En Turkmenistán, unas buenas precipitaciones recibidas durante el invierno beneficiaron al trigo de invierno, mientras que en Tayikistán se estima que una cubierta de nieve adecuada garantizará suficiente agua de riego durante todo el verano. También son satisfactorias las perspectivas para las cosechas de invierno en Azerbaiyán y Kirguistán.

 

América Latina y el Caribe

América Central y el Caribe

La recolección de la cosecha principal de trigo de regadío de 2006 ha comenzado en México, prácticamente el único productor de la subregión. Los pronósticos oficiales iniciales indican una buena producción de aproximadamente 3 millones de toneladas, lo que representa un incremento del 10 por ciento con respecto al año anterior, debido a una ampliación de la superficie plantada y a una disponibilidad suficiente de agua para riego en los estados productores nordoccidentales de Sonora y Baja California. Se prevé que la siembra de las cosechas de cereales secundarios de la temporada principal de 2006 comience a principios de mayo con la llegada de las primeras precipitaciones estacionales a México y a otros países de América Central.

 

La producción total de cereales de 2005 de la subregión se estima en 35,7 millones de toneladas, volumen muy inferior al del año anterior y aproximadamente 900 000 toneladas por debajo de la media de los últimos cinco años. La mengua de la producción se debe a una disminución de la cosecha de cereales secundarios en México, afectada por la insuficiencia de las lluvias recibidas durante el período vegetativo, que contrarresta con creces los resultados satisfactorios obtenidos en la mayoría de los otros países. La menguada producción de maíz obtenida en México, unida al aumento de la demanda de la industria interna de piensos, debería dar lugar a un aumento significativo de las importaciones de maíz en 2005/06 (julio/junio). En Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Honduras, la comunidad internacional sigue proporcionando asistencia alimentaria a las familias y comunidades rurales vulnerables, afectadas por los huracanes durante el segundo semestre de 2005. También se distribuye ayuda alimentaria a las poblaciones vulnerables en Haití, donde la situación alimentaria continúa siendo difícil debido a los conflictos civiles y a la disminución de la productividad agrícola.

América del Sur

Se han comenzado a recoger las cosechas de cereales secundarios y de arroz de la temporada principal de 2006. Las estimaciones provisionales indican una producción total de cereales secundarios de alrededor de 72 millones de toneladas, volumen ligeramente inferior al nivel medio del año pasado. Ello se debe a una reducción generalizada de la superficie plantada, y a una disminución de los rendimientos debida a una racha seca registrada a mediados de la temporada, compensada sólo parcialmente por la buena producción agrícola obtenida en el Brasil. En la Argentina, donde la cosecha del maíz se ha retrasado debido a las intensas lluvias caídas durante las últimas semanas de marzo y a la prioridad dada por los agricultores a la cosecha de soja, la producción de la cosecha de maíz de 2006 se pronostica oficialmente en 13,8 millones de toneladas, volumen muy inferior al nivel sin precedentes de 20,5 millones de toneladas alcanzado en 2005. La superficie plantada disminuyó un 10 por ciento en atención a los bajos precios, y al aumento de los costos de producción y de las tasas de exportación, mientras que los rendimientos se redujeron debido a un tiempo seco prolongado. Como consecuencia, los precios de exportación del maíz de Argentina están muy por encima de los niveles de hace un año. En el Uruguay, se prevé una disminución considerable de la producción de maíz de 2006 con respecto al año pasado debido a la insuficiencia de humedad del suelo, sobre todo en los departamentos septentrionales. En el Brasil, la superficie plantada con la cosecha de maíz de la temporada principal aumentó un 11 por ciento en atención a los precios poco atractivos de la soja y a la necesidad técnica de rotación de los cultivos. Se espera, además, que los rendimientos se recuperen con respecto a los niveles reducidos por la sequía del año pasado. La producción total de la cosecha de maíz de 2006 (primera y segunda temporadas) se pronostica provisionalmente en alrededor de 41,9 millones de toneladas, un 20 por ciento más que en 2005 y un volumen superior a la media. En cambio, la producción arrocera del Brasil, que representa alrededor del 80 por ciento de la producción de la región, se pronostica en 11,5 millones de toneladas, volumen considerablemente inferior al de la producción récord de 2005 pero aún así de nivel medio. Esta disminución se debe a una contracción del 20 por ciento de la superficie plantada, determinada principalmente por los bajos precios internos que siguieron a la cosecha excelente del año anterior. En el Paraguay, la sequía ha afectado gravemente a la cosecha de soja de 2006 que se está recogiendo ahora. En particular, se estima que el rendimiento de las variedades tempranas de ciclo corto plantadas en los departamentos nordoccidentales, que representan alrededor de la mitad de la producción nacional, es algo inferior a 1 tonelada por hectárea, en comparación con una media de 2,6 toneladas por hectárea. Las estimaciones oficiales iniciales, que indicaban una producción de 5,5 millones de toneladas, se han revisado a la baja a 3,6 millones de toneladas, volumen muy semejante al de la producción de los dos años anteriores en los que también la disponibilidad de agua fue limitada.

 

En los países andinos, precipitaciones torrenciales desde principios de febrero causaron daños a la infraestructura y pérdidas localizadas de cultivos alimentarios y comerciales en algunas zonas de Colombia, Ecuador, Bolivia y el Perú. En Colombia, se han registrado inundaciones y aludes de lodo en algunos departamentos del Pacífico y departamentos andinos, con pérdidas de vidas humanas y daños a las infraestructuras rurales y urbanas, sobre todo en el departamento del Valle del Cauca. En el Ecuador, las inundaciones registradas en febrero y marzo han afectado negativamente a las perspectivas para las cosechas de arroz y maíz de 2006, especialmente en las provincias costeras de Guayas, Los Ríos y Manbi, donde han comenzado las actividades de resiembra con el apoyo del Ministerio de Agricultura y Ganadería, que ha distribuido semillas y fertilizantes. En Bolivia, a principios de marzo el Gobierno ha declarado una emergencia nacional en los departamentos de La Paz, Beni y Potosí, y solicitó la asistencia internacional. En el Perú, el departamento septentrional de Tumbes y los departamentos meridionales de Cuzco, Puno y Arequipa, fueron los más afectados.

Cuadro 9. Producción de cereales en América Latina y el Caribe ( millones de toneladas)

América del Norte, Europa y Oceanía

América del Norte

En los Estados Unidos, la llegada de las tan necesarias precipitaciones para las Grandes Praderas del centro y del sur benefició en marzo a la cosecha de trigo de invierno que hasta ese momento se había visto afectada por la sequía imperante durante la temporada. Sin embargo, la situación de los cultivos en las zonas afectadas por la sequía, que representan una parte importante de la producción del trigo de invierno, sigue siendo inferior a lo normal. Según la primera publicación de 2006 del “Crop Progress and Condition Report”, basada en la situación registrada al final de marzo, el 31 por ciento de la cosecha se estimaba como muy malo o malo en comparación con el 6 por ciento indicado para el mismo período del año pasado. La siembra del trigo de primavera acaba de comenzar en condiciones indicadas como generalmente favorables. Con respecto a las superficies plantadas, en el informe oficial presentado en el “Prospective Plantings Report” de final de marzo se indica que mientras la superficie sembrada con trigo de invierno aumentó un 2 por ciento, la del trigo de primavera debería decrecer en alrededor de un 1 por ciento, y, sobre todo, podría descender de forma pronunciada la superficie sembrada con el trigo duro. A partir de estas indicaciones oficiales de siembra, y suponiendo rendimientos generales medios, abandonos de tierras, y algunos ajustes por el impacto de la sequía de invierno, la FAO pronostica que la producción total de trigo de los Estados Unidos en 2006 disminuirá a 55 millones de toneladas.

Cuadro 10. Producción de cereales en América del Norte, Europa y Oceanía ( millones de toneladas)

En las partes meridionales, ya se han sembrado algunos cultivos de cereales secundarios tempranos, pero en los estados de la zona del maíz la mayor parte de este cultivo comienza a sembrarse en abril. Los primeros indicios indican una importante disminución del 5 por ciento de la siembra de maíz, pero un incremento marginal del sorgo. Debido a los altos costos de los fertilizantes y del combustible, se prevé que los productores pasen del maíz a otros cultivos que requieren menos insumos, como la soja.

En el Canadá, la siembra del trigo comenzará en mayo y se prevé que el incremento de alrededor del 8 por ciento de la superficie sembrada con trigo no duro se vea compensado principalmente por una fuerte reducción del 27 por ciento de la superficie cultivada con trigo duro. La producción debería mantenerse cercana al buen nivel del año anterior. Es posible que la producción de cereales secundarios aumente ligeramente al aumentar las plantaciones de cebada y avena.

Europa

En la UE, los primeros indicios apuntan a una cosecha mayor de cereales para este año. Aunque todavía no ha terminado en muchos países la siembra de primavera, y en algunas partes se está retrasando a causa de un tiempo frío y húmedo fuera de estación, ya se prevé con seguridad un incremento a partir de las superficies cultivadas y de la situación de los cultivos de invierno. Los niveles de humedad del suelo para la siembra en otoño de los cereales de invierno fueron satisfactorios en la mayoría de los países, sobre todo España y Portugal, afectados por la sequía durante la campaña anterior.

 

Según se prevé, este año Francia contribuirá a una gran parte del incremento general de la producción de cereales de la UE. Según los pronósticos, sus cosechas de trigo y cebada aumentarán debido al incremento de la superficie plantada y a unas perspectivas de rendimientos mejores. Asimismo, se prevé que España aumente considerablemente tanto su producción de trigo como de cebada. Entre los otros miembros de la UE, Hungría y Polonia deberían aumentar significativamente su producción de trigo, pese a un comienzo incierto de la temporada, a causa de la humedad que retrasó la siembra en el primer país, y a unas condiciones excepcionalmente secas en el segundo. Este año, Alemania debería de obtener una cosecha de cebada superior a la media debido al incremento de la superficie plantada. En toda la UE, la producción de cebada podría aumentar algo tras la abolición en la UE de los pagos por concepto de sostenimiento de los precios para el centeno, que podría traducirse en la dedicación de una parte de la tierra al cultivo de cebada.

En la Península balcánica, se pronostican cosechas de cereales menguadas para los dos países productores principales, Rumania y Bulgaria. La superficie sembrada en ambos países con cereales de invierno en otoño del año pasado se redujo ya que el retraso de la cosecha de 2005 dificultó las actividades de siembra, y a partir de entonces las condiciones atmosféricas distaron mucho de ser las ideales. En marzo, las temperaturas se mantuvieron por debajo de los promedios estacionales, lo cual desaceleró el crecimiento de los cultivos en muchas partes, mientras que unas precipitaciones intensas combinadas con los rápidos deshielos registrados a finales de abril provocaron graves inundaciones en algunas de las principales zonas productoras de trigo. Todavía no se conocen los efectos totales de los daños causados por las inundaciones a la producción de cereales de este año, pero en algunas partes podrían ser importantes. En la CEI europea (la Federación de Rusia, Ucrania, Belarús y Moldova), un invierno anormalmente frío ha comprometido zonas importantes sembradas con cereales de invierno. Los efectos han sido particularmente graves en la Cuenca del Volga (Federación de Rusia) y en algunas partes de Ucrania y Belarús, donde se ha visto comprometido aproximadamente entre el 20 y 22 por ciento de la superficie plantada. En estos dos principales productores de cereales de la subregión la destrucción invernal suele situarse entre 5 y 8 por ciento. Normalmente, una gran parte de la superficie perdida se resiembra con cereales de primavera, pero debido a la falta de insumos agrícolas suficientes, sobre todo maquinaria, y a los precios prohibitivos del combustible, es improbable que se resiembre una superficie tan extensa. La producción total de cereales de invierno se pronostica provisionalmente para la región en alrededor de 42 millones de toneladas, aproximadamente un 27 por ciento menos que en 2005. Esto comprometerá seguramente la posibilidad de que la subregión alcance los altos niveles de exportación de cereales de los últimos años, pero tanto Ucrania como la Federación de Rusia tienen suficientes existencias remanentes de la buena cosecha del año pasado y continuarán siendo actores importantes en el mercado internacional de cereales. Durante la actual campaña comercial las exportaciones de cereales de la Federación de Rusia se estiman en más de 11,6 millones de toneladas, mientras que las de Ucrania se estiman en aproximadamente 10,7 millones de toneladas de cereales, principalmente trigo y cebada.

 

Oceanía

En Australia, la recolección de la cosecha secundaria de cereales secundarios de verano (principalmente sorgo) comenzó en marzo. Los pronósticos más recientes apuntan a una producción inferior a la media de alrededor de 1,8 millones de toneladas, volumen considerablemente inferior al de la buena cosecha del año pasado, a causa de la falta de precipitaciones desde diciembre. Los primeros indicios relativos a la cosecha de trigo de 2006, que se sembrará en los próximos meses, apuntan a un posible incremento de la superficie sembrada en atención a unas perspectivas favorables para las exportaciones. Sin embargo, el retorno a rendimientos normales después de los niveles superiores a la media del año pasado podría traducirse en una cosecha ligeramente menor que la excelente cosecha de 25 millones de toneladas del año pasado.