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IV. CONCLUSIONES


4.1 Lógica de investigación campesina
4.2 Dos tipos de campesinado
4.3 Peso de las relaciones de parentesco
4.4 El árbol como "valor"
4.5 Dimensión comunitaria
4.6 Paquetes tecnológicos intermedios


4.1 Lógica de investigación campesina

Existe una lógica de la investigación campesina. El campesino recurre a la observación, la experimentación, la corrección, la conversación, etc., en un afán de apropiarse del ambiente inmediato que lo rodea de acuerdo a las necesidades de su vida cotidiana. Simplemente que ese conocimiento no se sistematiza a la manera en que lo hacen los científicos o los técnicos, de forma escrita, lo cual no implica que no haya un sistema de transmisión.

El campesino no lo hace de manera sistemática ni por medios escritos, pero sí de modo espontáneo y con primacía del recurso oral: la conversación, el compartir con los vecinos, el ensayo, son parte de la cantera de recursos que utiliza. Aunque el método que aplica no es estrictamente el mismo de la investigación formal de las universidades y los entes de extensión, en el fondo su proceder respond" una lógica semejante a la del método científico. En este sentido, Rhoades señala que "tanto los agricultores como los científicos siguen los pasos de: formulación de un problema, formulación de una hipótesis demostrable, y probando dicha hipótesis empíricamente, la validan o la invalidan" (Haverkort et al 1988). La diferencia fundamental es que el grado de formalización del proceso dista de ser el mismo.

Ahora bien, aceptando la existencia de una lógica de la investigación campesina, debe estar claro que ésta no debe pensarse como una entelequia que pueda separarse del resto del conocimiento llamado "científico". Por el contrario, el campesino toma aspectos del conocimiento científico, los adapta, les agrega, los modifica, y lo mismo sucede con el técnico. Algunas buenas innovaciones que han tenido los campesinos para abaratar costos, por ejemplo, terminan siendo apropiadas por los técnicos, y por esta vía, por los grandes empresarios o por otros grupos de agricultores, a los que los técnicos en muchos casos prestan sus servicios.

Lo relevante, entonces, de la experimentación campesina no es tanto la existencia de un "conocimiento campesino", separable y distinguible del "conocimiento científico", sino más bien un proceder específico, una manera particular de procesar las cosas y de actuar en relación con un universo de valores que le es específico. Lo importante es ese motor que los lleva a buscar una innovación, el cual se halla articulado con su modo de vida, los recursos disponibles, una manera de ver el mundo, su universo de valores, en fin, la simbólica social de la cual el campesino es portador y le da sentido tanto a su vida como a las innovaciones que realiza.

4.2 Dos tipos de campesinado

Otra conclusión importante de este trabajo es que estamos en presencia de dos tipos de campesino. Un pequeño campesino más vinculado a labores de subsistencia y un campesino más vinculado al mercado. Se trata de dos fronteras de la lógica campesina con condiciones socioeconómicas muy diferentes, lo cual marca e incide fuertemente en la realidad analizada.

Estamos de acuerdo con Rhoades cuando señala que "son las características del fínquero como clase, edad, educación, actitud, etc., que determinan las tasas de adopción en lugar de la calidad inherente de la tecnología, o la capacidad del agricultor para obtener los insumos requeridos." (Havekort et al 1988). En Hojancha predominan los agricultores de mejor situación socioeconómica, y la innovación tecnológica se inscribe claramente dentro de una perspectiva "moderna". En este sentido los campesinos de la zona son muy abiertos a la asesoría tecnológica del "exterior" dando origen a una suerte de continuidad entre el conocimiento campesino y el técnico.

Debe considerase, por lo demás, que el hábitat natural de Hojancha incita más al monocultivo. No hay tanta riqueza en el suelo ni tantas opciones como las que existen en el Atlántico. Al existir menores posibilidades de diversificación de cultivos, el campesino es más vulnerable por las pocas opciones que tienen y, por ello, deposita más expectativas de tipo monetario en la actividad. Esto, justamente por cuanto de la realización del producto en el mercado depende la satisfacción de otro tipo de necesidades. Se trata de una lógica más volcada hacia el mercado.

A diferencia del caso de ASACODE, los campesinos mantienen una posición menos abierta a la asesoría "externa". Si bien no la rechazan, ésta la miran con precaución y se supone que la organización debe separar "la paja del grano" para decidir el tipo de asistencia que requieren y la que está sobrando.

Como se ha señalado, lo novedoso en este caso es "un proceder", un cierto tipo de manejo con respecto al bosque (aprovechamiento y manejo desde una perspectiva campesina) utilizando recursos locales, de acuerdo a la base de recursos de que disponen. Es mayor lógica del autoconsumo y la satisfacción de las necesidades familiares. Esto no sólo explica que los objetivos de producción sean diferentes a los de Hojancha, sino que la lógica dentro de la que se inscriben los hallazgos (las innovaciones) sea cualitativamente distinta.

4.3 Peso de las relaciones de parentesco

La solidez de ambas organizaciones, tanto en el Atlántico como en el Pacífico, se explica en gran medida por la presencia de fuertes lazos parentales. Los mismos brindan a las experiencias una cierta unidad, cohesión, solidez, dinamicidad, etc.

Estos lazos parentales crean una sensación de que desde su puesto, cada uno cumple un papel fundamental, en aras de un bien común, etc. Esta situación genera, a la vez, un cierto sentido de exclusión entre los vecinos que no son cercanos a la organización. La familia significa un nosotros y, en ese sentido, un no nosotros, aspecto que parece fundamental para entender los mecanismos de inclusión-exclusión.

La igualdad ante la ley y el anonimato, en la base de la sociedad moderna, se entremezclan adquiriendo rasgos particulares en nuestras sociedades. El peso de las relaciones de parentesco, asociados normalmente con características de las sociedades tradicionales, se revelan en nuestros países como aspectos clave para comprender la lógica con la que operan muchas organizaciones de la sociedad civil.

Los prejuicios y las anteojeras occidentales debieran hacerse a un lado para poder captar su significado y especificidad. La lectura negativa del hecho ubica la discusión en un plano de la "argolla familiar"; sin embargo, una lectura menos prejuiciosa nos coloca ante la realidad del peso de las relaciones de parentesco en nuestras sociedades, con su secuela de aciertos y defectos, pero una realidad al fin. Ni peor ni mejor que las asociaciones que se crean por motivos económicos, tan en boga en nuestra sociedad. Ni mejor que las asociaciones profesionales, políticas, etc.

La importancia de este rasgo parental, radica justamente en que nos coloca en presencia de una estructura social que incide de manera consciente y no consciente en el entramado organizacional, ayudando a comprender la dinámica del grupo en cuestión y, dentro de ella, los procesos de innovación.

4.4 El árbol como "valor"

Uno de los cambios de mentalidad más importantes que se hallan presentes en las dos zonas analizadas es el abandono de la convicción de que "la finca sin árboles era más valiosa que la finca con árboles".

Esto en algún momento se presenta como el mundo "patas pa' arriba". Después que los campesinos tienen que limpiar al máximo su parcela para "valorizarla", trabajarla, etc., de repente aparecen quienes les dicen: ¡¡¡ si la deja en-montañada y hasta encharralada, esta parcela vale más!!!

En el fondo esta sorpresa no obedece simplemente a un problema de "ignorancia" del campesino, sino a que la situación ha cambiado. Efectivamente, hasta hace poco tiempo una parcela se valoraba más si estaba limpia que con bosque o árboles. Las mismas organizaciones estatales se encargaban de difundir la visión de que el bosque era un estorbo, era tierra improductiva. La escasez del recurso lo vuelve más caro en la actualidad y la conciencia ecológica alimenta los aires de conservación.

Sin embargo, el riesgo cultural de la innovación tiene que ver justamente con el hecho de que la valorización del árbol como tal no se articule con un universo simbólico particular. En la relación "árbol-valor", estamos en presencia de una transacción simbólica cuyos resultados no necesariamente son positivos. Esto es: se pasa de una visión anterior donde el árbol era un estorbo a otra donde el árbol tiene un valor. Si esta transición se enmarca dentro de una visión de "desarrollo sostenible, se produce el efecto positivo de una valoración mayor del árbol y una inmersión de éste dentro de una estrategia de vida campesina. Sin embargo, si la visión de desarrollo sostenible no está tan arraigada, o bien los aires de la modernización hacen presa al campesino de sus encantos, este hecho se traduce simplemente (o termina derivando) en que ellos se da cuenta que tienen una mercancía de la que, como cualquier otra, pueden obtener ganancia y "hacerse ricos".

Los campesinos se quedan con la parcela más materialista del hallazgo, oscureciéndose la parte "ecológica" del mismo. Hecho que es reforzado con la frase difundida por algunos extensionistas del tipo: "Usted no es pobre, usted es rico, el pobre soy yo..." para proceder seguidamente a explicarle que los árboles que tienen valen tanto: 4, 6, 8 millones, según corresponda.

4.5 Dimensión comunitaria

Hay una faceta comunitaria de los campesinos que se desconoce en la ciudad. El sistema de agrosilvicultura tradicional se basa en conocimientos y especies nativas que son parte de los patrones culturales comunitarios.

En el caso de Hojancha, por ejemplo, es dentro de la perspectiva de un plan de desarrollo de toda la comunidad en que se ejecuta el programa de reforestación. Es parte de un plan general que se inicia en los albores de la década pasada, logrando nuclear a todas las fuerzas vivas de la comunidad en la búsqueda de alternativas productivas que hagan viable la permanencia de los vecinos en la zona, a través de una actividad que sea rentable y a la vez permita la renovación y conservación del medio natural.

El éxito de la experiencia de Hojancha no podría explicarse si no es justamente por que se convirtió paulatinamente en un objetivo de desarrollo de toda la comunidad.

En el caso de San Miguel, la dimensión comunitaria salta a la vista. No se trata de un proyecto individual o muchos proyectos individuales, sino de un proyecto colectivo de pequeños campesinos, dentro de una perspectiva de conservación y desarrollo sustentable.

4.6 Paquetes tecnológicos intermedios

Aunque las raíces culturales e históricas de los grupos humanos estudiados en Hojancha y San Miguel son diferentes, en ambos casos la silvicultura de plantaciones y bosques viene a presentarse como nueva alternativa productiva o patrón de uso de los recursos naturales locales.8

Aunque con diferencias, esta alternativa productiva se hizo posible en ambos casos a través de paquetes tecnológicos intermedios que se caracterizan por su bajo costo, insumos localmente disponibles, de bajo impacto ecológico, que aumentan la productividad humana y son sencillos.

A pesar del éxito relativo de ambas experiencias, cada cual desde su perspectiva, está claro que el "modelo ASACODE" es un proyecto que no cuenta con la variedad de contactos e influencias con las que cuenta el proyecto de Hojancha, lo cual habla de una menor inserción de esta organización dentro del marco político - institucional a nivel nacional.


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