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V. RECOMENDACIONES


5.1 No generalizar experiencias
5.2 Diagnósticos socio culturales previos
5.3 Potenciar procesos endógenos
5.4 Integración del conocimiento "técnico" con el conocimiento "indígena"
5.5 Mundo personalizado del campesino
5.6 La extensión como proceso


5.1 No generalizar experiencias

Un primer aspecto es señalar el cuidado necesario que se debe tener para no intentar trasladar de manera mecánica experiencias a otros contextos y situaciones en otros países con realidades sociopolíticas diferentes.

Cuando se analizan las experiencias de Hojancha y ASACODE, está claro que las mismas no se explican sino en relación con un marco más amplio a nivel nacional, de cierta estabilidad democrática, al interior del cual los campesinos son reconocidos como "sujetos sociales". El contexto de "desarrollo sostenible" en el que se enmarcan estas experiencias difícilmente sería practicable, al menos con los rasgos de autonomía que presentan, en otros contextos y países marcados por la violencia y las salidas autoritarias.9

5.2 Diagnósticos socio culturales previos

Es absolutamente necesario que el técnico entienda la gran heterogeneidad existente entre los campesinos. De una región a otra, o incluso dentro de la misma región, los campesinos difieren por su condición social, el medio en el que desarrollan su actividad, su pasado cultural, las posibilidades socioeconómicas, sus expectativas de vida, etc. Aspectos todos que a la vez inciden sobre la prácticas y usos respecto al bosque y los árboles.10

De una región a otra cambia el hábitat natural y también el pasado cultural. Mientras en el caso de Hojancha, un pasado en el Valle Central ayuda a comprender una actitud más modernizante y una mayor predisposición al monocultivo y la explotación intensiva del suelo; en el de San Miguel, un pasado en zonas áridas y semidesérticas (Guanacaste) explica que la mayor riqueza la vean los campesinos justamente en el mantenimiento del bosque. De no apreciarse este pasado cultural, lo comprensible se convierte en una paradoja.

De allí que sea muy difícil para los extensionistas captar la lógica de comportamiento de los campesinos con respecto a determinadas especies, sus preferencias, el sentido que le atribuyen a una u otra variedad, uno u otro método de trabajo, etc. Una manera de subsanar este problema es recurriendo a diagnósticos de la cultura productiva de la región, organizativa, etc., de tal manera que el apoyo que se pretende brindar a los campesinos parta de su base endógena de conocimientos de su propia cultura, y no devenga una fuente más de imposición.

Hacer un diagnóstico sociocultural básico antes de emprender un proyecto en una comunidad, constituye entonces una posible alternativa en aras de procurar el respeto a la cultura local. Justamente las metodologías y técnicas de diagnóstico rural participativo promovidas por la FAO en los últimos años procuran enfrentar este problema con una perspectiva similar y con la misma preocupación.

5.3 Potenciar procesos endógenos

Respetar y reconocer las prácticas y las necesidades manifestadas por los agricultores a propósito del manejo del bosque, las características de los árboles, es una forma democrática de hacer extensión. La mejor manera de asegurarse de no cometer errores es reconociendo y respetando las necesidades y las prácticas desplegadas por los mismos campesinos. Procurar entender el sentido que guardan para ellos y potenciar sus mismos procesos endógenos, respetando sus expectativas, prioridades, ritmos de trabajo y decisiones, constituye un método correcto de trabajo. En este sentido, estamos de acuerdo con Gubels cuando señala:

"La mejor intervención que una agencia externa puede hacer es aquella que se mueva en la misma dirección que la de los campesinos, a través de la mejora, el refuerzo o la adición de elementos al tipo de innovaciones indígenas ya bajo prueba y adoptadas por los campesinos." (Gubels 1988)

En este sentido, los técnicos deben tener cuidado de no proyectar sus propias aspiraciones sobre las del agricultor. Efectivamente, en su relación con el bosque y en su vida personal, el técnico suele tener ciertas aspiraciones de vida que no son las del campesino; sin tener conciencia de ello y con la mejor intención, el técnico puede incurrir fácilmente en el error de sustituir las aspiraciones del campesino con las suyas propias.

La aspiración de "volverse rico", hacer dinero, o bien, tener planes de manejo muy complejos, son expectativas que responden más a la situación socio-económica de los técnicos, la formación que han recibido, que a la realidad y posibilidad de los campesinos. Por lo demás se incurre, aunque no de forma consciente, en un proceso de violencia simbólica, en el cual el técnico sin proponérselo le hace sentir al campesino que sus aspiraciones, proyectos y conocimientos son los únicos válidos, mientras que los del campesino no.

Una labor de extensión bien entendida debe plantearse no solamente para apoyar las iniciativas de los agricultores que para el técnico tienen sentido sino, y sobre todo para apoyar las iniciativas que para los campesinos tienen sentido.11

5.4 Integración del conocimiento "técnico" con el conocimiento "indígena"

Buscar la integración del conocimiento "técnico" con el conocimiento "indígena" y no la superposición del primero sobre el segundo, es un requisito básico para un buen entendimiento y para garantizar la sustentabilidad de los procedimientos. La imposición del primero sobre el segundo si es que prospera, a pesar de su aparente eficacia en el corto plazo, en el largo se manifiesta como absolutamente inconsistente.

En este sentido estamos de acuerdo con Marilyn Hoskins cuando señala:

"Las contribuciones y la colaboración son conceptos claves en cualquier esfuerzo de dar y recibir en la extensión. Las contribuciones de conocimientos tienen que provenir de los técnicos/extensionistas y de los agricultores (mujeres y hombres). Pero una verdadera colaboración en la investigación y extensión requiere identificar y respetar las contribuciones que puede dar cada parte. La relación del poder -en este caso los aportes- debe estar bastante equilibrada...

...Para que la relación de colaboración pueda funcionar, los agricultores necesitan exteriorizar las oportunidades y limitaciones inherentes a sus propios sistemas de cultivo y su ámbito local es decir, los conocimientos técnicos locales acumulados a través de generaciones de experiencia. Pueden ayudar a desarrollar y seleccionar entre las opciones; identificar claramente y expresar los límites y los aportes requeridos; ofrecer sus juicios y evaluaciones de las experiencias más o menos exitosas ajustadas a las realidades locales. Los agricultores tienen un entorno más estrecho, pero un enfoque y entendimiento más amplios e integrales del sistema de tecnologías en su ambiente específico." (Hoskins 1994)

5.5 Mundo personalizado del campesino

Uno de los aspectos más positivos en la experiencia de Hojancha es justamente el hecho de que la mayor parte de los técnicos son de la misma zona. En el caso de ASACODE, previo a la experiencia organizativa, existían buenas relaciones entre la parte técnica y los campesinos, y aunque los técnicos no son nativos de la región, desde hace tiempo viven en ella. Este hecho es positivo. El mundo personalizado del campesino, de las caras conocidas, vuelve más viable una política de extensión en donde los agentes de extensión no sean removidos constantemente, e incluso sean originarios de la misma región.

No es lo mismo el tipo de relación que puede establecer un campesino con técnicos que están esperando el viernes por la tarde para volver a la "civilización", que técnicos oriundos de la zona, que desarrollan normalmente un mayor compromiso y resultan ser los hijos de vecinos, amigos cercanos y hasta familiares.

La identificación personal juega un aspecto clave en las buenas relaciones agricultor-extensionista. Esto puede facilitar, incluso, la realización de experimentos de los técnicos en conjunto con los campesinos, proceso en el cual el aprendizaje es mutuo (caso de siembra directa en Hojancha)

5.6 La extensión como proceso

Los dos casos analizados demuestran que los procesos por los que atraviesa una comunidad y una organización cambian mucho con el transcurrir de los años. Tanto el caso de Hojancha como de ASACODE son, en la actualidad, relativamente consolidados.

Las necesidades de asesoría y capacitación en el surgimiento de una organización varían una vez que ésta se ha consolidado; los requerimientos de capacitación sobre reforestación o conservación, cambian mucho una vez que estos procesos se han afirmado. En el proceso los campesinos aprenden, se enriquecen con su experiencia, sacan sus propias lecciones y en base a esto plantean sus propias demandas.

Por eso, una extensión bien entendida supone un acompañamiento de los agentes de extensión del proceso que siguen los campesinos y sus organizaciones y una sensibilidad especial para captar sus demandas.

Conviene, sobre este particular, citar a Carlos Brenes cuando señala:

"Si sabemos que la gente aprende viendo, recordando, tocando, actuando, haciendo, trabajando, es decir, aprende en la práctica, entonces un proceso le extensión debe ir demostrándonos, haciendo, sirviéndonos para aprender, yendo de lo simple a lo complejo, de la pequeña escala a la gran escala, pero sobre todo dándonos resultados concretos...

...Por lo tanto, la participación integral y el actuar sobre las condiciones materiales y económico-sociales, rescatando la experiencia, imaginación y creatividad de la gente, es fundamental para la modificación de la realidad concreta con resultados mensurables y positivos para los grupos sociales..."

Rescatar la experiencia, imaginación y creatividad de la gente, aprender en la práctica, etc., son situaciones posibles de alcanzar únicamente dentro de una extensión entendida como proceso, en diálogo permanente con las comunidades; y no solamente como ayudas puntuales para sacar de apuros a los campesinos en las dificultades que les plantea el proceso productivo.

"No se trata de imposiciones técnicas. En última instancia se trata de afirmar la vida del recurso y de los grupos sociales, del proceso lento, sencillo y modesto capaz de echar raíces y de pronto hacer que se multipliquen los aciertos, favoreciendo así la constante recreación de la cultura. He aquí una de las razones por la que, en la extensión no podemos ser impacientes ni efectivistas...". (Brenes 1994)


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