FAO en Paraguay

El fortalecimiento de la agricultura familiar en un escenario post pandemia

29/05/2020

La agricultura familiar juega un papel central en la producción y suministro de alimentos en Paraguay. La pandemia del COVID-19 evidenció, más que nunca, su importancia, y la necesidad de repensar soluciones y reformular la manera en la cual debe ser fortalecida.

La agricultura familiar campesina es un sector de vital importancia para el desarrollo del país, por muchas razones. El sector representa el 90% de las fincas productivas y día a día sus productos llegan a las mesas de la población paraguaya. La pandemia del COVID-19 evidencia aún más la necesidad de contar con una agricultura familiar saludable que garantice la disponibilidad de alimentos para las necesidades del país, en cantidad y calidad suficientes.

Es tan importante el trabajo de los agricultores, que la actividad estuvo exceptuada de las medidas de aislamiento social tomadas por el Gobierno. Los agricultores continuaron trabajando para asegurar la disponibilidad de alimentos, que es esencial para garantizar la salud de la población.

El sector nunca se detuvo. Los agricultores familiares deben ser reconocidos por su alta contribución para hacer frente a la pandemia. La magnitud del impacto social y económico de la pandemia, sería mayor si el sector agropecuario hubiera parado, limitando el flujo de alimentos para la población en confinamiento. Se hace evidente que contar con una agricultura familiar desarrollada es tan necesaria como contar con un sistema económico fortalecido, y con sistemas de protección social funcionales y de amplia cobertura, para enfrentar crisis y emergencias de todo tipo.

Para el desarrollo de la agricultura familiar, hay que considerar, no solamente las necesidades en insumos productivos de los agricultores, como semillas y fertilizantes, o infraestructura y crédito, sino también todos los aspectos básicos necesarios para el bienestar que toda familia requiere en el país, sea urbana o rural: salud para los miembros del grupo familiar, educación para los hijos, medios de comunicación para estar conectados con una realidad nacional, y todos los servicios institucionales necesarios para una vida digna (agua potable, energía eléctrica, transporte, etc.).

Hoy más que nunca, es urgente una institucionalidad fortalecida que atienda la agricultura familiar, para un proceso de desarrollo en un escenario de post COVID-19, considerando al menos, seis aspectos que son básicos: extensión rural moderna y que utilice medios tecnológicos para ampliar su cobertura; investigación especializada para productos que pueden ser trabajados por los agricultores familiares; sistemas de información que permitan su vinculación más fácil y ágil a los mercados de alimentos; tecnificación para incrementar la productividad y eficiencia en el uso de su propia mano de obra; créditos ajustados a sus condiciones y considerando periodos multianuales; y, mecanismos de gestión de riesgos, incluyendo el seguro agropecuario.

Otro aspecto importante para el desarrollo de la agricultura familiar es su vinculación a las cadenas de valor, que les permitiría acceder no solo a mercados locales y nacionales, sino también internacionales, generando, además, divisas importantes para el país. Aquí el sector privado comercial exportador tiene un rol elemental en el desarrollo de una agricultura familiar fortalecida, proveyendo tecnología, capital de inversión en la medida de lo posible, y los canales de comercialización, a precios justos.

El nuevo escenario que nos plantea el COVID-19 nos muestra que la agricultura familiar no puede continuar siendo una actividad económica de bajo nivel de inversión y con bajos niveles de rentabilidad, incluso en algunos casos, marginalizada, sino un sector económico de alto potencial y con un mercado amplio para ser atendido, no solo a nivel nacional, sino global. Los agricultores familiares deben poder coexistir con condiciones favorables con otros sectores económicos nacionales, aprovechando las ventajas comparativas y competitivas de los recursos naturales del país, haciendo un buen uso del suelo y del agua, y aprovechando las condiciones climáticas favorables de Paraguay.

 

 

Jorge Meza Robayo
Representante de FAO en Paraguay

 

*Columna de opinión publicada en el diario ABC Digital (Paraguay).