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APENDICE IV

Declaración de C.W. McMillan, Subsecretario de Agricultura de los Estados Unidos, ante la Comision del Codex Alimentarius.

Muchas gracias, Señor Presidente. Tengo sumo gusto en intervenir en este 15ọ período de sesiones de la Comisión del Codex Alimentarius, precisamente en el día en que se conmemora nuestra independencia. Este tema del programa me da la oportunidad de reafirmar el empeño de los Estados Unidos en el logro de los objetivos de la Comisión del Codex Alimentarius. Consideramos la Comisión como el grupo internacional con capacidad científica, técnica y profesional para abordar y resolver las cuestiones relativas a normas alimentarias. De hecho, Señor Presidente, Estados Unidos considera el programa del Codex como la organización primaria para promover internacionalmente la inocuidad de los alimentos y la protección del consumidor.

Estados Unidos ha apoyado firmemente el programa del Codex desde sus comienzos. Como se indicó en el tema 4, Estados Unidos ha progresado considerablemente en la adopción de medidas con respecto a los documentos distribuidos a los Gobiernos para su aceptación. Estamos orgullosos de los progresos realizados y prometemos hacer todo lo posible para continuar examinando los demás documentos del Codex a ritmo acelerado. Señor Presidente, se aceptará con agrado que otros países adopten medidas análogas, lo cual es imprescindible para lograr plenamente los frutos de nuestros esfuerzos.

El examen y la aceptación son importantes y necesarios porque las normas y los códigos del Codex servirán para incrementar las exportaciones eliminando y superando los obstáculos técnicos al comercio. Se beneficiará así el sector privado, lo que explica su vivo interés en el programa del Codex y su contribución al mismo. Explica también por qué el uso de las normas del Codex por el sector privado en el comercio internacional determinará en último término la medida del éxito del programa del Codex. Los efectos positivos del programa del Codex en el comercio mundial de productos alimenticios pueden contribuir a reforzar las economías, lo que constítuye un objectivo universal de los gobiernos.

Esto nos lleva al tema de las demás organizaciones internacionales activas en el sector de la normalización de alimentos y asuntos afines, cuyos trabajos son paralelos a los de la Comisión del Codex Alimentarius. Sinceramente, estamos algo preocupados porque existen ciertas superposiciones. Elogio al Codex y sus esfuerzos por evitar superposiciones y duplicaciones, pero hay actividades que nos afectan en el marco de las Naciones Unidas. Recientemente, se distribuyó a través de las Naciones Unidas un anteproyecto de directrices para la protección del consumidor, que se remitió al examen del ECOSOC y trata de muchos asuntos relacionados con los alimentos que han sido examinados ya en el Codex. También la propuesta de preparar una lista de productos que entrañan riesgos para la salud y el ambiente afectará a los aditivos alimentarios, residuos de plaguicidas y otros contaminantes. Esto nos atañe. Cuando el personal de Estados Unidos se puso en contacto con los que estaban preparando la documentación necesaria para llevar a cabo tales trabajos y mencionó la labor del Codex, éstos indicaron que nunca habían oido hablar del Codex. Hago esta observación para subrayar que tal vez el Codex deba tratar de dar a conocer más sus programas.

Por último, Señor Presidente, felicito a este grupo y elogio los esfuerzos que hace para controlar su presupuesto. El sistema de financiación se centra primordialmente en los Gobiernos. La Comisión del Codex es única en lo que respecta a suspender las reuniones de Comités que han terminado sus trabajos y mantener una Secretaría eficiente y que no aumenta. Utiliza al máximo sus fondos y beneficia a todos los países. Está plenamente actualizada en lo que respecta a actividades en materia de legislación alimentaria y debe estarlo, ya que nuestras actividades de reglamentación deben cambiar a medida que avanzan los conocimientos y las tecnologías. El Codex desempeña una función decisiva y nosotros lo apoyamos firmemente. Gracias, Señor Presidente.


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