Representantes de cinco países se reunieron durante una semana en la ciudad de Santa Cruz y conmemoraron el Día Mundial de la Alimentación. El encuentro internacional denominado “Intercambio de Experiencias entre Organizaciones de Productoras y Productores Agrícolas y Forestales (OPAF), Pueblos Indígenas, Originarios, Afrodescendientes y Comunidades locales, en el marco del Decenio de la Agricultura Familiar”, convocó a líderes de organizaciones de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, en un encuentro para compartir conocimientos sobre la contribución de los bosques y los saberes ancestrales al establecimiento de una alimentación saludable y sistemas agroalimentarios sostenibles.

Este evento se llevó a cabo en el marco del "Decenio de la Agricultura Familiar", una iniciativa global destinada a resaltar la importancia de la agricultura a pequeña escala y la agricultura familiar en la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible.

Organizado por el Mecanismo Forest Farm Facility (FFF) de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Bolivia, junto con la Asamblea de Organizaciones de Productoras y Productores Ecológicos de Bolivia (AOPEB), el encuentro brindó una plataforma privilegiada para el intercambio de experiencias y la promoción de la diversidad cultural en la producción de alimentos.

Los representantes de los cuatro países coincidieron de forma unánime en la creación de una Red de facilitación, colaboración e incidencia entre las organizaciones de productores agrícolas y forestales de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.

La agenda congregó al menos 80 personas, 11 experiencias de cuatro países.

Boris Fernández, Coordinador Nacional del FFF, destacó que el Intercambio logró mostrar experiencias en el diseño de políticas públicas, sistemas agroalimentarios desarrollados de forma integral y sostenible, además de las experiencias productivas, entre ellas, la producción, transformación y otorgación de valor agregado de asaí, copaibo, cacao y miel. El encuentro abordó también el componente de mercados a través de una rueda de negocios que generó 80 citas y la movilización de 220 mil dólares en intenciones de negocios.

Las jornadas estuvieron nutridas de espacios de intercambios de información y conocimiento, destacando las experiencias demostrativas de asaí (Porvenir, Santa Cruz), miel de la Asociación de Apicultores del Departamento de Santa Cruz (ADAPICRUZ) y el manejo de copaibo en Río Blanco. Hubo tiempo y espacio para una feria de productos del bosque y agricultura donde se integraron productos como el ají chuquisaqueño, el haba altoandina, productos de palma real, cacao, asaí, artesanías del Ecuador y Colombia. También se organizó una noche cultural y una visita a la empresa de alimentos liofilizados Natur.

Luis Miguel Aparicio, Gerente del FFF, expresó su alegría por la diversidad de sabores presentes en los productos de numerosos agricultores provenientes de entornos boscosos. Aparicio señaló que estos agricultores enfrentan retos comunes a causa del cambio climático. Además, manifestó el firme interés del FFF de expandir su alcance y aumentar el impacto de su labor en la región amazónica y Centroamérica. Aseguró que los diálogos, como los sostenidos en este evento, tienen el potencial de influir en la formulación de políticas, la asignación de recursos fiscales y la implementación de medidas destinadas a mejorar la calidad de vida de los agricultores más desfavorecidos.

Por su parte, Adriana Yepez, de FAO Colombia, subrayó que entre las principales conclusiones del encuentro estuvo la importancia de reconocer el papel vital desempeñado por las comunidades locales en la conservación y uso sostenible de los bosques. Destacó la necesidad de promover la colaboración intergeneracional y de género para garantizar la continuidad de esta labor y resaltó el potencial de estas comunidades para emprender negocios rentables, enfatizando la importancia de un mayor apoyo financiero y técnico. Hizo hincapié en el reto de preservar y revitalizar el conocimiento ancestral que sustenta la producción de estas comunidades. Este enfoque integral refleja la visión de la FAO en su compromiso por un futuro sostenible en armonía con nuestros recursos naturales.

Melquiades Véliz, en su calidad de representante de la AOPEB, resaltó el valioso aprendizaje adquirido durante los cinco días de trabajo, abarcando todos los aspectos de la cadena de producción y temas de mercado. En su opinión, estos temas son de conversación cotidiana en las comunidades y este es el momento de llevarlos a una red más amplia, con el objetivo de un crecimiento colectivo como productores.

Luis Carlos Montaño, representante de los pueblos afrocolombianos del Pacífico Colombia, manifestó que el escenario fue perfecto para compartir el conocimiento, muchas iniciativas locales han tenido la oportunidad de aprender de iniciativas de otros productores, también locales.

Por su parte, Natalia Tanguila, Vice prefecta del Gobierno Autónomo de la provincia de Napo, Ecuador, enfatizó la importancia de brindar un sólido respaldo y una mayor coordinación entre las organizaciones participantes. Resaltó que la creación de esta red de colaboración representa un paso fundamental hacia una labor conjunta que seguramente contribuirá al seguimiento de los temas tratados y a la mejora de los productos para futuros encuentros. Tanguila manifestó el deseo de avanzar en la comercialización de productos, pero con un enfoque especial en la protección de sus territorios, que se ven amenazados por la minería y la explotación petrolera.

El Intercambio Internacional de Experiencias promovió la colaboración entre comunidades y organizaciones de todo el mundo en beneficio de la agricultura familiar, la conservación de bosques y la promoción de la alimentación saludable. Las lecciones aprendidas y las conexiones establecidas aquí sentarán las bases para futuros proyectos que contribuirán al bienestar de comunidades locales y a la preservación de los valiosos recursos naturales.