FAO en Colombia

Pescadores de Puerto Escondido aumentan producción de 700 a 2.900 kilos al mes

27/04/2021

Proyecto Integral de Desarrollo Agropecuario y Rural (PIDAR) 547, Puerto Escondido, Córdoba. 

En total son 85 familias de pescadores artesanales de la Asociación de Pescadores de Puerto Escondido La Unión (ASOPEZCA), que vivieron y superaron su mayor desafío: aprender a trabajar en equipo para sacarle el mejor provecho a los conocimientos técnicos, los nuevos implementos y los acuerdos comerciales con lo que lograron aumentar el volumen de pesca y los ingresos por ventas, así como ser más eficientes en las artes de la pesca sostenible. 

Ellos hacen parte del Proyecto Integral de Desarrollo Agropecuario y rural, PIDAR, 547, liderado por la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cuyos resultados serán dados a conocer en el evento de cierre comunitario que contará con la participación de Orlando Ubiñez por la ADR, Mariana Gutiérrez por FAO y Agustín Mendoza en representación de ASOPEZCA. 

Efectivamente, el mar y la soledad de la actividad de pesca es un impedimento para que los pescadores identifiquen las bondades de estar asociados, hasta que un grupo decidió empoderarse de su actividad productiva y gestionar en diferentes escenarios los trámites necesarios para consolidar a ASOPEZCA. 

Para comprender su intención hay que explicar que un PIDAR es, según la ADR, “una iniciativa productiva que contempla actividades limitadas en el tiempo, que utiliza parcialmente recursos públicos, con el fin de crear, ampliar, mejorar o recuperar la capacidad de producción o de provisión de bienes o servicios por parte del Estado en el sector rural”. 

En Puerto Escondido, debido al acompañamiento técnico del equipo de profesionales de la alianza FAO – ADR, los pescadores fortalecieron sus conocimientos en manejo de equipos de tecnología pesquera, Buenas Prácticas de Pesca, uso e importancia de artes de pesca legales, mantenimiento de embarcaciones, motores fuera de borda y manejo de formatos de pesca con lo que los pescadores lograron que la Dirección Marítima Colombiana (DIMAR) les entregara la matrícula a las embarcaciones, con la cual se legaliza la actividad de pesca y la seguridad de las embarcaciones en alta mar. 

“Aprendí muchas cosas y en realidad este proyecto fue lo mejor que nos pudo llegar a pasar. Basta con ver cómo éramos antes y todo lo que hoy hemos avanzado”, dice sin dudarlo Dolores Acosta, asociada y una de las líderes del proyecto en un mundo que se ha caracterizado por el liderazgo de los hombres. Ella se refiere a los talleres de capacitación y el acompañamiento técnico permanente que les permitió mejorar al 100% la calidad del pescado y transformar las metodologías que tradicionalmente se hacían. 

También hace alusión a los conocimientos socioempresariales con los que se fortaleció a la asociación. Los afiliados estudiaron y aprobaron la actualización de los estatutos, conformaron comités de trabajo y elaboraron un plan de negocios que ya tuvo su primer resultado con la firma de acuerdos comerciales con compradores de la región. 

Además de los nuevos conocimientos para afiliados, la asociación recibió ocho lanchas en fibra de vidrio con motores de 20 caballos de fuerza, de 4 tiempos; ocho radios y ocho GPS; un radio base, kit de herramientas; elementos de pesca como anzuelos, plomo, nylon, malla para elaborar las redes de pesca y 4 ecosondas –equipos-. 

Con estos equipos ellos realizan actividades que antes, como pesqueros artesanales no podían hacer: identificar y realizar un geoposicionamiento y seguimiento a los sitios de mayor pesca, ubicar cardúmenes, comunicarse en altamar entre embarcaciones y tener acceso a cartas marítimas, entre otras.

La inversión y generación de capacidades realizada en este PIDAR se refleja en rentas económicas ambientales y políticas. 

En relación con las económicas, se logró aumentar el volumen total de pesca para la asociación pasando de 700 a 2.900kg/mes, y con relación a las ventas generadas por la asociación se logró pasar de $117.600.000 a $556.920.000 por año. Dentro de las ambientales se destaca el uso y eficiencia de artes de pesca sostenibles, mediante capacitaciones y con las rentas políticas, se identifica que la inversión realizada en este proyecto le permite a la ADR y en especial a la UTT No.3 aportar 34, 8 Ton/año al incremento de la producción de pesca del municipio de acuerdo con las metas del Plan de Desarrollo municipal de Puerto Escondido Todos Ganamos. 

“Uno vive del mar, antes con un anzuelo sacaba lo que podía y se lo debía comer enseguida. Ahora tenemos mucha más producción y hasta congelador para guardar el pescado que vamos a vender. Esto es un cambio del ciento por ciento”, afirma Dolores. 

“Yo veo el futuro excelente. Ya tenemos las herramientas, contamos con un contador y sabemos quién nos puede asesorar”, concluyó Doña Dolores.
 

Contacto de prensa:
Nancy Villescas Sánchez
Oficina de Comunicaciones
Representación FAO Colombia