Director General QU Dongyu

La FAO a examen: aprovechar y desplegar conocimientos profesionales y prácticos

Trabajadores en un campo de trigo en Serbia. © FAO/Victor Sokolowicz

La seguridad alimentaria para todos, sin dejar a nadie atrás, y la reestructuración de los sistemas agroalimentarios para que sean más sostenibles desde el punto de vista social, económico y medioambiental constituyen el núcleo del mandato y la aspiración de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

La urgencia y la magnitud de los desafíos que esto supone son cada vez más evidentes para todo el mundo. Por eso la FAO ha elaborado un nuevo Marco estratégico para 2022-2031 y por eso el Sr. QU Dongyu, su Director General, ha insistido desde que tomó el timón en 2019 en hacer que la Organización sea más eficiente, innovadora y efectiva.

Un ingrediente fundamental para avanzar en estos desafíos es asegurarse de que la FAO sea reconocida mundialmente como un socio profesional, fiable y de confianza de todos los interesados que trabajan para erradicar el hambre y la malnutrición y para apoyar la realización de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En los últimos 40 meses se han hecho grandes avances en esa dirección, lo que demuestra que las líneas de trabajo ágiles y pertinentes para las políticas están orientadas a producir repercusiones reales e información procesable. La FAO se ha reafirmado como un centro de excelencia y sus conocimientos técnicos especializados, su experiencia, su información y sus datos son cada vez más demandados por los Miembros, el sistema de las Naciones Unidas en general y un grupo cada vez más amplio de nuevos asociados.

“Estamos construyendo una FAO capaz de responder a la vulnerabilidad de los sistemas agroalimentarios a los riesgos e incertidumbres”, dijo el Sr. Máximo Torero, economista jefe de la FAO. “‘Una FAO unificada’ reúne toda la experiencia profesional y científica de la FAO para responder de forma rápida y efectiva con datos, estadísticas, herramientas y asesoramiento sobre políticas pertinentes a los desafíos a los que nos enfrentamos”.

 

© FAO/Patrick Zachmann/Magnum Photo © FAO/Sylvain Cherkaoui

Izquierda: Preparación de un campo de ñame en Colombia. © FAO/Patrick Zachmann/Magnum Photo;;
Derecha: Traslado de pescado a tierra en el Senegal. © FAO/Sylvain Cherkaoui

 

Responder a múltiples crisis


Cuando estalló la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), la FAO publicó más de 70 notas de orientación sobre políticas, centradas en cómo abordar los inmensos desafíos que la pandemia creó con tanta rapidez. Estos informes abordan temas que van desde la protección de la tierra y los derechos de los pueblos indígenas en Asia, la migración estacional en Europa, los calendarios de cultivo recomendados en África y los riesgos específicos de la pesca y la acuicultura, hasta recomendaciones sobre cómo apuntalar los sistemas alimentarios urbanos, reforzar la inocuidad de los alimentos y garantizar y mejorar el acceso de los pequeños productores de alimentos a los mercados. La serie completa de notas de orientación sobre políticas está disponible aquí.

El Director General, en sintonía con sus homólogos de la Organización Mundial del Comercio y de la Organización Mundial de la Salud, pidió inmediatamente que se mantuviera la fluidez del comercio, esencial para los bienes y servicios agroalimentarios.

Cuando el conflicto en Ucrania afectó a los flujos comerciales, provocando una peligrosa crisis de disponibilidad de alimentos, energía y fertilizantes, la FAO se apresuró a proporcionar evaluaciones autorizadas, publicando numerosas notas informativas y actualizándolas periódicamente.

Esos datos fueron esenciales para medir la gravedad potencial de la escasez de alimentos en países vulnerables de todo el mundo, lo que llevó a la FAO a proponer un Servicio de financiación de las importaciones de alimentos para ayudar a mitigar la inseguridad alimentaria y las dificultades financieras de 1 820 millones de personas que viven en los 62 países más expuestos. El Director General de la FAO promovió la iniciativa en los principales foros, incluido el Grupo de los Veinte, y sus principales objetivos están ahora consagrados en la nueva Ventanilla para Shocks Alimentarios del Fondo Monetario Internacional, que el 21 de noviembre desembolsó su primer préstamo a través del nuevo mecanismo.

La FAO también está llevando a cabo evaluaciones de la inseguridad alimentaria en los 50 países más vulnerables, recopilando datos primarios de la Escala de Experiencia de Inseguridad Alimentaria en los planos nacional y subnacional para proporcionar información oportuna sobre dónde es más necesario intervenir y proporcionar ayuda.

Mientras tanto, la FAO ha desarrollado un innovador mapa de seguimiento del comercio de fertilizantes, un instrumento en línea que permite a los países medir las necesidades de importación y las disponibilidades de exportación, así como un instrumento de asignación prioritaria de fertilizantes para África, con el fin de ayudar a los responsables de las políticas a tomar decisiones óptimas para apoyar a sus sectores agrícolas, y está promoviendo mapas de nutrientes del suelo para mejorar la eficiencia en el uso de los fertilizantes.

Todos estos productos de conocimiento, así como la estrecha colaboración de la FAO con la plataforma interinstitucional del Sistema de información sobre el mercado agrícola, pretenden ayudar a los Miembros de la FAO a abordar las repercusiones del alza de los precios de los alimentos y los problemas de acceso a los mismos, y también ofrecen recomendaciones sobre políticas adecuadas para evitar una crisis de disponibilidad y asequibilidad de alimentos con graves consecuencias a nivel mundial.

Todos ellos son productos técnicos proyectados para producir y acelerar los resultados sobre el terreno.

 

© FAO/Cristiano Minichiello

El Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, interviene en el Foro de la inversión de la Iniciativa Mano de la mano celebrado en la FAO en octubre de 2022. © FAO/Cristiano Minichiello

 

Orientar las inversiones en los sistemas agroalimentarios para aumentar la resiliencia y la sostenibilidad


De cara al futuro y más allá de las crisis que han sacudido el mundo en los últimos tres años, la FAO ha intensificado notablemente su labor de generación de conocimiento para centrarse en determinar en qué sectores de la agricultura son más rentables las inversiones públicas que pueden apoyar el desarrollo económico de manera que integre como vía la reducción de la pobreza.

Un ejemplo importante de ello es la Iniciativa Mano de la mano, que utiliza una serie de instrumentos de análisis, incluida la cartografía geoespacial, para determinar oportunidades de nuevas inversiones que tengan las mayores repercusiones. En el reciente Foro de la inversión de la Iniciativa Mano de la mano celebrado en la Sede de la FAO en octubre varias partes interesadas se comprometieron a realizar nuevas inversiones por valor de casi 1 000 millones de USD.

Una línea de trabajo conexa ha llevado a cabo, con y para los gobiernos, investigaciones que han dado lugar a planes validados por los socios para el EcuadorMéxicoNicaragua, el Paraguay y Uganda, y tiene más en preparación. Como ejemplo de este trabajo, la FAO proporcionó al Gobierno de Uganda una clasificación basada en un modelo de dónde las inversiones públicas por un valor factible del 0,25 % del producto interno bruto tendrían la mayor repercusión en cuanto a la producción agroalimentaria, la productividad agrícola y, en particular, el bienestar y la pobreza, sobre todo en las zonas rurales.

Otros trabajos innovadores que está realizando la FAO incluyen la mejora de las mediciones de la resiliencia, la seguridad alimentaria y nutricional, la asequibilidad y accesibilidad de dietas saludables, así como la determinación de las mejores prácticas en los programas de protección social, todo ello de forma que sea factible, contribuya a objetivos múltiples e interrelacionados y promueva una transformación sostenible de los sistemas agroalimentarios que aporte beneficios para todos. Esta labor está cada vez más integrada en los informes anuales de referencia sobre El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo.

El portal de datos FAOSTAT, un recurso clave para todas las partes interesadas, se ha mejorado de forma significativa con nuevos dominios dedicados a determinar dónde se producen las emisiones de gases de efecto invernadero, al seguimiento de los presupuestos de nutrientes de las tierras agrícolas para optimizar el uso de los fertilizantes, dónde fluyen los recursos monetarios a lo largo de las cadenas de valor alimentarias y a facilitar el acceso a los datos del censo agrícola de todo el mundo para su análisis.

Los conocimientos técnicos de la FAO tienen cada vez más un uso práctico concreto, en consonancia con los principios rectores de las cuatro mejoras —una producción, una nutrición, un medio ambiente y una vida mejores— y con el nuevo enfoque holístico de los sistemas agroalimentarios, que se centra en la mejora de la eficiencia, la inclusión, la resiliencia y la sostenibilidad, así como en permitir que las personas, en especial las de las zonas rurales, las mujeres y los jóvenes, tengan una vida mejor.

Enlaces relacionados