La FAO y el Banco Mundial se complementan mutuamente para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible
19 de septiembre de 2019, Washington DC – El Director General de la FAO, Qu Dongyu, y la Vicepresidenta del Banco Mundial para el Desarrollo Sostenible, Laura Tuck, debatieron hoy las formas de mejorar la cooperación entre ambas organizaciones, incluyendo a la iniciativa “Mano a mano” que está desarrollando la FAO.
En particular, las dos partes acordaron reforzar la colaboración para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“Nos complementamos mutuamente”, aseguró Qu, en una reunión a la que también asistieron otros altos funcionarios de la FAO y del Banco Mundial.
Qu subrayó que la asociación con la FAO -que es la más antigua entre el Banco Mundial y cualquier otra organización- es vital para lograr cumplir los ODS, en particular los ODS 1 y 2.
El Director General de la FAO subrayó la atención que la Organización de la ONU presta al desarrollo rural y a los sectores agrícolas en sus esfuerzos por erradicar el hambre y la pobreza y la forma en que la iniciativa “Mano a mano” (“Hand-in-Hand”) se dirige de forma específica a los países menos adelantados y sin litoral, así como a los pequeños Estados insulares.
“Si no abordamos los problemas a los que se enfrentan estas regiones, no se alcanzarán los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, dijo, añadiendo que para ello se requiere innovación -incluida la transferencia de tecnología, especialmente la digital, a los campesinos de los países en desarrollo-, creación de capacidad e inversiones.
Tuck aplaudió la Iniciativa “Mano a mano” y su enfoque en reducir las brechas de conocimiento y el intercambio de información, señalando que se trata de un elemento clave, incluyendo a los sectores agrícolas, para lograr un desarrollo que sea bajo en emisiones de gases de efecto invernadero, permita crear resiliencia y haga un uso eficiente de los recursos naturales.
También estuvo de acuerdo con la necesidad de aumentar las inversiones en desarrollo sostenible y el papel que el Banco Mundial y la FAO pueden desempeñar para crear un entorno propicio para ello, garantizando que las políticas y actuaciones se basen en un “análisis apropiado” de la situación.