No.4  noviembre 2009  
   Perspectivas de Cosechas y Situación Alimentaria

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Noticias más importantes

PAÍSES EN CRISIS QUE NECESITAN ASISTENCIA EXTERIOR1 (total: 31 países)

Actualización sobre las emergencias alimentarias

Breve informe sobre la situación mundial de la oferta y la demanda de cereales

Nota Especiale: En los países en desarrollo los precios internos de los alimentos siguen siendo altos

Nota Especiale: El fenómeno de El Niño-Oscilación Sur (ENOS)

Nota Especiale: Cómo estabilizó China los precios de los cereales durante la recente crisis mundial de los precios de los alimentos

Panorama de la situación alimentaria de los Países de Bajos Ingresos y con Déficit de Alimentos

Exámenes regionales

Apéndice estadístico

Nota

Actualización sobre las emergencias alimentarias

En el África occidental, el retraso de las lluvias y algunas rachas secas e inundaciones han reducido la producción agrícola de 2009, principalmente en las partes septentrionales de Nigeria y las meridionales del Níger y el Chad, lo que podría tener repercusiones importantes en los mercados regionales de cereales y dar lugar a nuevos aumentos de los precios. También los pastizales se vieron afectados en esos países. En eI Níger, grandes sectores de la población correrán el riesgo de déficit de alimentos en 2010 y necesitarán asistencia ya que también se prevé una muy mala producción de caupí, la principal fuente de ingresos de los agricultores. Durante el próximo período de carestía se necesitarán intervenciones en materia de protección social, tales como distribuciones selectivas, ventas a precios subvencionados, actividades de alimentos por trabajo o de dinero por trabajo, cuya cantidad dependerá del alcance de los déficit de suministros de alimentos y de pastizales en las distintas zonas.

En el África oriental, más de 20 millones de personas están necesitando asistencia alimentaria de urgencia debido a los efectos negativos que tuvieron en los cultivos y los pastizales varias temporadas consecutivas de precipitaciones insuficientes, unidas a la escalada de los conflictos y a los desplazamientos. En Somalia, la persistencia del conflicto civil continúa afectando a la situación de la seguridad alimentaria, así como trastornando la distribución de la ayuda alimentaria esencial. Las lluvias deficientes caídas durante la temporada principal "gu" de 2009 han empeorado la situación de los cultivos y del ganado en la región central, en algunas partes del sur y en las regiones nordoccidentales de Hiran, Galgadud, Mudug, Nugal, Sool, Sanaag y Togdheer. La población que necesita asistencia alimentaria y no alimentaria de urgencia, al menos hasta diciembre de 2009, se estima en 3,6 millones de personas, cerca de un 50 por ciento de la población total. En Kenya, se estima que alrededor de 3,8 millones de personas se encuentran entre muy expuestas y extremadamente expuestas a la inseguridad alimentaria, principalmente en las zonas de pastoreo y de agricultura marginal. Los niveles actuales de la inseguridad alimentaria se deben a los efectos acumulativos de diversos factores, tales como cuatro o cinco temporadas de precipitaciones insuficientes, las repercusiones duraderas de la mala cosecha de 2008, los precios altos de los alimentos y la escalada de los conflictos por los recursos de pastos, que perjudicaron sobremanera la capacidad de resistencia de los hogares. En Eritrea, el comienzo tardío de las lluvias de la temporada principal "kiremt" ha reducido las expectativas de una buena cosecha y afectado también a la disponibilidad de pastizales y forrajes, especialmente en las regiones del Mar Rojo Norte y Sur. En Etiopía, las lluvias "kiremt", tardías, irregulares e inferiores a la media, han afectado a la superficie plantada con los cultivos meher de ciclo largo de 2009, como el maíz y sorgo, y reducido la disponibilidad de pastos en muchas partes del país. En octubre, el número de las personas que necesitaban asistencia alimentaria de socorro se aumentó a 6,2 millones en comparación con los 5,3 millones en mayo. En el Sudán, la continuación del conflicto civil en el Sudán meridional y Darfur está agravando la terrible situación de la seguridad alimentaria que ya enfrentan millones de personas. Se estima en aproximadamente 5,9 millones las personas que necesitan asistencia alimentaria en todo el país y sólo en Darfur se está distribuyendo ayuda alimentaria a 3,8 millones de personas afectadas por el conflicto. En Uganda, como consecuencia de períodos consecutivos de sequía y de inseguridad civil, aproximadamente 1,1 millones de personas de Karamoja necesitan asistencia alimentaria.

En el África austral, pese a una situación de seguridad alimentaria generalmente mejorada gracias a las buenas cosechas obtenidas en la primera parte del año (mayo-junio), algunos focos de vulnerabilidad e inseguridad alimentaria persisten todavía. En Zimbabwe, la misión conjunta FAO/PMA de evaluación de los cultivos y de la seguridad alimentaria estimó que 2,8 millones de personas necesitan alrededor de 228 000 toneladas de ayuda alimentaria para el año que termina en marzo de 2010. El déficit nacional total de alimentos que ha de colmarse con importaciones es de un 20 por ciento, aproximadamente, de las necesidades nacionales de consumo. A pesar de unas cosechas mejoradas de cereales obtenidas en Malawi, Mozambique y Madagascar, en algunas zonas localizadas de las regiones meridionales de los tres países el acceso a los alimentos sigue siendo limitado, debido principalmente a los efectos de la sequía durante la campaña agrícola. En Swazilandia y Lesotho los Comités de Evaluación de la Vulnerabilidad estimaron que enfrenta dificultades alimentarias un total de 256 000 y 450 000 personas, respectivamente. La actual crisis económica mundial también ha afectado a las transferencias de remesas desde Sudáfrica, lo que podría agravar la situación de inseguridad alimentaria de los hogares destinatarios. En octubre, fueron expulsados de la República Democrática del Congo unos 30 000 nacionales de Angola, que necesitan asistencia alimentaria de urgencia.

En la región de los Grandes Lagos, la incertidumbre continua en materia de seguridad que reina en las partes nordorientales de la República Democrática del Congo afecta a un gran número de personas que necesitan asistencia alimentaria y agrícola, y aproximadamente la mitad de la población está clasificada como expuesta a una inseguridad alimentaria moderada. Desde septiembre de 2008, la continuación del conflicto ha desplazado a unas 540 000 personas. En el orden nacional, se proporciona asistencia alimentaria a más de 1,1 millones de personas extremadamente vulnerables y en la provincia de Orientale se distribuyen alimentos de emergencia a 154 000 personas afectadas por la inseguridad. En Burundi, los precios altos de alimentos básicos tales como la harina de yuca, los frijoles y el maíz, entre otros, están perjudicando a un gran número de hogares, particularmente hogares vulnerables del nordeste ya afectados por varias sequías consecutivas desde el año 2000. La operación prolongada de socorro y recuperación del PMA está destinada a aproximadamente 1 millón de beneficiarios.

En el Lejano Oriente, los ciclones, inundaciones y sequías recientes, además de los continuos conflictos y disturbios civiles, afectaron a un gran número de personas. En Filipinas, cerca de 2 millones de personas se vieron afectados por la tormenta tropical Ketsana que azotó la isla septentrional de Luzon el 26 de septiembre de 2009 y causó grandes inundaciones en esta importante zona arrocera. El Gobierno declaró el "estado de calamidad" en 25 provincias de la isla e hizo un llamamiento a la asistencia internacional. El Gobierno y las Naciones Unidas formularon un llamamiento conjunto en el que se pide 25 800 toneladas de alimentos para las personas más afectadas (1 millón). En Myanmar, el Gobierno y los asociados solicitaron 103 millones de USD para contribuir a responder a las necesidades urgentes de recuperación en las zonas afectadas el año pasado por el ciclón Nargis. En Sri Lanka, la situación de la seguridad ha mejorado espectacularmente a partir de mayo de 2009, después de una guerra interna de 25 años. Sin embargo, cerca de 300 000 refugiados viven todavía en los campamentos de PDI. Pese a un suministro de alimentos superior a la media a nivel nacional, existe inseguridad alimentaria en las zonas septentrional y oriental del país afectadas por la guerra, ya que el reasentamiento de las PDI y la recuperación de los sistemas productivos proceden lentamente. Los precios altos de los alimentos han contribuido a la inseguridad alimentaria de la población, especialmente la de bajos ingresos. En la República Popular Democrática de Corea, que ha obtenido una cosecha no tan satisfactoria en la actual temporada principal, sigue habiendo inseguridad alimentaria crónica. La Misión de Evaluación de Cultivos y Suministro de Alimentos (MECSA) de la FAO y el PMA de finales de 2008 confirmó la existencia de un importante agravamiento de la seguridad alimentaria en la mayor parte del país. Las personas afectadas por la pobreza, especialmente las que viven en las zonas urbanas, continúan viéndose afectadas por el aumento de los precios de los alimentos. Aunque la situación general del suministro de alimentos es satisfactoria en el Pakistán, la grave inseguridad alimentaria que reina en las Áreas Tribales bajo Administración Federal y la Provincia Fronteriza Nordoccidental ha activado un importante desplazamiento que ha llevado a 2 millones el número de las PDI afectadas de inseguridad alimentaria desde agosto de 2008. En el Nepal, en muchas partes del país la seguridad alimentaria ha empeorado a raíz de las grandes pérdidas de la cosecha de trigo. Supuestamente, hasta 2,7 millones de personas han resultado afectados por la sequía invernal, los precios altos de los alimentos y otros desastres naturales, tales como inundaciones y desprendimientos de tierras. En Bangladesh, persisten algunas dificultades localizadas en materia de suministro de alimentos y de acceso a los mercados . El 25 de mayo de 2009 el ciclón Aila azotó algunas partes del Bangladesh costero, provocando marejadas gigantes e inundaciones que afectaron a alrededor de 4 millones de personas. La situación de la seguridad alimentaria de los grupos vulnerables se ha visto perjudicada ulteriormente por el alza de los precios de los alimentos.

En el Cercano Oriente, la situación de la seguridad alimentaria se está agravando en las Gobernaciones septentrionales de Sa'ada y Amran, en el Yemen, donde, debido a la escalada del conflicto, el número de las PDI pasó de 100 000 a 150 000 en los tres últimos meses. Con el fin de aumentar el número de los beneficiarios, últimamente se ha revisado una operación de emergencia ya aprobada por el PMA, a la que se añadieron 22 000 toneladas de alimentos y se prorrogó su duración hasta junio de 2010. En el Afganistán, gracias a una excelente cosecha de trigo obtenida en mayo y junio, la situación del suministro de alimentos ha mejorado sensiblemente. Sin embargo, la inseguridad alimentaria sigue siendo un fenómeno generalizado en el país, debido a los conflictos continuos y de larga data que en los últimos años han determinado pérdidas de ingresos y activos. La iniciación de la operación prolongada de socorro y recuperación del PMA ha ido acompañada de un llamamiento en el que se piden aproximadamente 318 000 toneladas de alimentos para alrededor de 8,8 millones de beneficiarios durante 2009.

En la subregión de América Central y el Caribe, algunos departamentos meridionales de Guatemala se vieron afectados por una racha seca de verano particularmente prolongada que afectó a los medios de subsistencia de los pequeños agricultores de la región del Corredor Seco del Oriente. La región abarca los ocho departamentos de Baja Verapaz, El Progreso, Zacapa, Chiquimula, Jutiapa, Santa Rosa, Jalapa y Quiché, donde se encuentra la mayor parte de las tierras degradadas. Una MECSA conjunta de la FAO y el PMA comenzará a principios de noviembre para evaluar la disponibilidad total de alimentos, la producción y el acceso a los alimentos por parte de las poblaciones afectadas por la sequía. Unas precipitaciones intensas caídas a principios de noviembre han revertido la situación de sequía. La tormenta tropical Ida, convertida en huracán, azotó la costa caribeña de Nicaragua y posteriormente El Salvador, causando lluvias intensas, desprendimientos de tierras y desbordamientos de ríos. Se señalan pérdidas de vidas humanas, desplazamientos de la población y daños a las viviendas, la infraestructura y la agricultura. Las dificultades logísticas impiden el acceso a la población afectada.

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