Género

Un medio de subsistencia para toda la vida

Antes las abejas le daban miedo, pero ahora Ligia Elena cuida con dedicación a estas criaturas que le han proporcionado un medio de subsistencia durante los últimos 17 años, un medio de subsistencia que comenzó con un programa de la FAO en su localidad.

©FAO/Pablo Varela Cuervas-Mons

06/02/2023

En los llanos centrales de Venezuela, Ligia Elena Moreno Veliz se levanta a las 5.30 cada mañana para ir al encuentro de sus abejas. Le gusta ir cuando está oscuro, cuando las abejas están menos activas, así que o bien va a primera hora de la mañana, o bien lo hace por la tarde, después de ponerse el sol.

Tras caminar durante 40 minutos hasta el centro de apicultura, ella y sus colegas se visten de arriba abajo con su indumentaria de protección, preparan los ahumadores, que se utilizan para calmar a las abejas, y entran en el colmenar. Después, limpian las colmenas, observan la salud de las abejas, ponen en cuarentena a las que estén enfermas y realizan los procedimientos para la extracción de la miel.

De haber tenido miedo en el pasado a estos insectos voladores que pican, Ligia Elena ha pasado a valorar como un tesoro a estas criaturas que le han proporcionado un medio de subsistencia durante los últimos 17 años.

A sus 39 años, Ligia Elena ha vivido casi toda su vida en la localidad de La Fe. Ahora está casada y tiene dos hijas. Con los años, se ha convertido en una figura referente en la comunidad por su talento como apicultora. Ligia Elena confía en transmitir estas habilidades a sus hijas, enseñándoles desde muy pequeñas a respetar y no temer a las abejas.

Ligia Elena recuerda el momento en el que ella misma tuvo ese cambio de mentalidad. Comenzó con un programa de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que llegó a su localidad.

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