Investigación y Análisis Socioeconómico

Según estimaciones de la FAO, entre 720 y 811 millones de personas padecieron hambre en el mundo en 2020, lo que supone un aumento de 1,5 puntos porcentuales respecto al año anterior (FAO, 2021). Los efectos adversos del cambio climático y las desigualdades estructurales en las oportunidades económicas son los principales factores determinantes de la inseguridad alimentaria y la pobreza a escala mundial. Abordar estos desafíos interrelacionados mediante mejores políticas y programas requiere contar con una sólida base de datos objetivos.

 

Con este fin, el programa de investigación del equipo SERA se estructura en torno a dos pilares temáticos interconectados entre sí: la inclusión económica y las medidas inclusivas en materia de cambio climático en los espacios rurales.


Medidas inclusivas en materia de cambio climático

El cambio climático y el consiguiente incremento de la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos están causando daños generalizados y, en algunos casos, irreversibles en los sistemas naturales y humanos (IPCC, 2022). Todo ello reviste una especial gravedad en los espacios rurales, donde la intersección entre la dependencia de los medios de vida del clima y las vulnerabilidades socioeconómicas está arrastrando a las personas a condiciones de pobreza y hambre de las que es muy difícil salir.

La adaptación al cambio climático en los entornos de producción a pequeña escala es fundamental para sustentar los procesos de transformación rural. Sin embargo, las poblaciones que viven en la pobreza o que han de afrontar otros obstáculos sociales y económicos para acceder a los recursos de producción y de protección, a las instituciones y a los mercados encuentran importantes dificultades para su adaptación.

En este contexto, el equipo SERA tiene como objetivo recabar datos de estudio para determinar intervenciones eficaces que disminuyan los costos y los riesgos de la adaptación para los pequeños productores vulnerables, así como crear condiciones para que se beneficien de los esfuerzos encaminados a reducir las emisiones y almacenar carbono mediante soluciones basadas en la naturaleza.

Las esferas de trabajo principales en este ámbito son las siguientes:

  1. aprovechamiento de la protección social para apoyar la adaptación de los pequeños productores al cambio climático;
  2. medidas de restauración y conservación del paisaje inclusivas y equitativas;
  3. servicios meteorológicos y enfoques de alerta temprana viables.

 

Inclusión económica

Con el término inclusión económica se hace referencia a un proceso de transformación que redunda en una mayor capacidad de generación de ingresos, al tiempo que aborda los factores productivos, financieros, sociales y psicológicos que obstaculizan este proceso (FAO, 2020; Banco Mundial, 2021). Su carácter multidimensional requiere intervenciones complejas y polifacéticas. Las políticas y los programas de inclusión económica suelen comprender distintas combinaciones de transferencias directas, generación de competencias y conocimientos, y prestación de apoyo para vincular a los beneficiarios con los mercados y las instituciones. La forma en la que se combinan, orientan y secuencian estos distintos elementos puede influir en su eficacia.

El equipo SERA respalda la obtención de datos de estudio con objeto de mejorar la eficacia de los proyectos y programas de inclusión económica. Cuenta con un largo historial de obtención de datos objetivos que inició en el marco del proyecto “De la protección a la producción”, una asociación con los gobiernos nacionales, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y las instituciones nacionales de investigación de siete países del África subsahariana. Esta labor se ha ampliado con nuevas actividades centradas en:

  1. la transición de las respuestas humanitarias a los enfoques de desarrollo en contextos frágiles;
  2. la prestación de apoyo a los países a fin de incrementar la participación en el mercado y la comercialización de los pequeños productores, especialmente los jóvenes, las mujeres y las personas pobres y vulnerables, mediante la obtención de datos objetivos en el contexto de las intervenciones en la cadena de valor.