Día mundial del suelo | 5 de diciembre

Mensajes clave

El sellado del suelo se define como la cobertura permanente de la superficie del suelo con materiales impermeables, como hormigón o asfalto, alquitrán y edificios u otras estructuras que no se pueden remover fácilmente. Esto provoca la pérdida de las funciones del suelo y los servicios ecosistémicos. 

Los suelos sanos son fundamentales para que las ciudades sean más frescas, verdes, seguras y saludables 

Los suelos urbanos sellados retienen el calor, agravan las inundaciones y aumentan la demanda de energía para el enfriamiento del aire. Se prevé que en 2050 dos tercios de la población vivirá en ciudades, por lo que unos suelos urbanos saludables y una vegetación diversa son fundamentales para mantener las ciudades frescas, almacenar carbono, absorber agua, favorecer la biodiversidad y mejorar la resiliencia climática. 

Los suelos vivos hacen que las ciudades sean más resilientes 

El sellado, la contaminación y la fragmentación de los suelos urbanos están afectando a la productividad y la biodiversidad del suelo, que alberga a casi 59 % de las especies de la Tierra. La protección de los suelos vivos mantiene la productividad del suelo, el reciclaje de nutrientes y la filtración del agua, así como a los polinizadores, al tiempo que favorece los espacios verdes y refuerza la resiliencia en los ambientes urbanos. 

La restauración de los suelos urbanos hace que las ciudades sean más verdes y saludables  

El tráfico, las industrias, las aguas residuales sin tratar y los residuos sólidos provocan la contaminación del suelo en las zonas urbanas y periurbanas, lo que representa una amenaza para el medio ambiente y la salud de las personas. 

Identificar, gestionar y restaurar estos suelos puede prevenir y reducir enfermedades, como el cáncer, y favorecer la agricultura y la alimentación seguras en las zonas urbanas y periurbanas, así como los jardines y los espacios verdes. 

La expansión urbana está consumiendo los suelos fértiles periurbanos 

Para 2030, la expansión urbana podría convertir hasta el 2,4 % de las tierras de cultivo mundiales , gran parte de sus fértiles tierras periurbanas, lo que podría poner en peligro entre el 3 % y el 4 % de la producción mundial de alimentos en 2000. Se prevé que la expansión urbana se produzca en tierras de cultivo que son 1,77 veces más productivas que la media mundial. 

Proteger estas tierras de cultivo  mediante el uso integrado del suelo y la planificación urbana, los límites de crecimiento, el crecimiento urbano compacto y la integración del sistema agroalimentario es fundamental para salvaguardar los suelos, garantizar la seguridad alimentaria y construir ciudades sostenibles. 

Mantener la salud del suelo en la agricultura urbana y periurbana favorece la resiliencia de los sistemas agroalimentarios 

La práctica de la agricultura urbana en suelos bien gestionados y saludables contribuye a la seguridad alimentaria, la nutrición y los medios de vida, ya que produce hasta el 10 % de las hortalizas, legumbres y tubérculos del mundo, y es parte integral del sistema socioeconómico y ecológico urbano y de la iniciativa «Una sola salud». 

Las ciudades más verdes mejoran la salud y el bienestar

Los espacios verdes saludables y bien gestionados no solo proporcionan espacio para el esparcimiento, sino que también favorecen la salud y el bienestar humanos, ya que la exposición a suelos vivos y sus microbiomas ayuda a fomentar el desarrollo del sistema inmunitario, especialmente en los niños. 

Los residuos orgánicos urbanos pueden convertirse en riqueza para el suelo 

La gestión de residuos es un problema importante en las ciudades, que producen alrededor del 70 % de los residuos municipales mundiales, compuestos en su mayor parte por residuos agrícolas, residuos orgánicos y aproximadamente el 20 % de alimentos. Cuando los residuos orgánicos se procesan de forma segura para convertirlos en composta, biocarbón, residuos biológicos mediante la mosca soldado-negra o se utilizan con plantas perennes, estos residuos pueden devolver nutrientes a los suelos urbanos, favorecer la agricultura y los espacios verdes y convertir las ciudades en aliadas del clima. 

El suelo urbano es la infraestructura oculta de las ciudades 

La falta de reconocimiento de los beneficios que aportan los suelos urbanos saludables hace que las ciudades sean más vulnerables a las inundaciones, el calor y la contaminación. Invertir en suelos saludables es una forma rentable de ahorrar dinero, proteger la salud y fortalecer los sistemas urbanos. 

Los suelos de las zonas rurales alimentan a las poblaciones urbanas 

Más del 80 % de los alimentos del mundo proceden de agricultores familiares que dependen de suelos sanos. Se prevé que en 2050 dos tercios de la población vivirá en ciudades, por lo que los suelos de las zonas rurales siguen siendo esenciales para alimentar a las poblaciones urbanas, mantener los medios de vida de los agricultores y reforzar la seguridad alimentaria mundial. 

Los suelos son el escudo oculto que protege las ciudades 

Los suelos sanos defienden silenciosamente a las ciudades de las inundaciones, los deslizamientos de tierra y la erosión. Al retener decenas de milímetros de lluvia en la zona radical, los suelos bien gestionados actúan como una solución basada en los ecosistemas que reduce la escorrentía, previene la erosión, disminuye los riesgos de desastres para la infraestructura urbana y aumenta la resiliencia climática.