FAO en Ecuador

No tenemos elección, el Desarrollo Sostenible es responsabilidad de todos

28/06/2019

COLUMNA DE OPINIÓN |Hace 25 años en el Rosal, en un pequeño poblado de la provincia de Tungurahua, comenzó mi servicio al desarrollo agrícola y rural como voluntario del Cuerpo de Paz. Durante este tiempo, he evidenciado tantos cambios sociales, políticos y ambientales, que en muchas ocasiones hasta los cuestionamos, sin darnos cuenta que también somos parte de ellos y que están directamente vinculados a nuestras acciones y decisiones cotidianas.

Hoy enfrentamos una realidad mundial en donde más de 800 millones de personas padecen de hambre y viven bajo el umbral de la pobreza; y al mismo tiempo el doble de esta población registra tasas de sobrepeso y obesidad. Las alertas sobre los límites de nuestros recursos naturales son noticia de cada día, sin mencionar los efectos del cambio climático.

En el 2015, los Estados miembros de la ONU, acordaron una agenda global al 2030 que nos recuerda que estamos compartiendo un espacio con recursos finitos y que la convivencia debe ser armoniosa para garantizar medios de vida para las generaciones presentes y futuras y la defensa permanente de los derechos humanos.

Esta agenda que incluye a 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son ahora el principal referente para las políticas y programas de desarrollo a nivel global y nacional; y me es grato reconocer que Ecuador ha dado pasos muy importantes para lograr resultados efectivos, como la inclusión de los ODS en la agenda legislativa y en el Plan Nacional de Desarrollo.

Quiero referirme a uno de los pilares más fuertes para la economía ecuatoriana: el sector agropecuario. Miles de productores que son los defensores de la seguridad alimentara del país y que constituye la mayor fuente de ingresos y empleos para los hogares rurales. Diariamente, familias de agricultores, pescadores y ganaderos trabajan duro para producir lo que comemos. Alrededor del 80% de nuestra alimentación se la debemos a ellos.

Debo mencionar que la evolución de los sistemas productivos y alimentarios obedece en gran parte, a la incorporación de tecnología y fortalecimiento de capacidades a través de buenas prácticas, las cuales requieren de recursos financieros y humanos, que sin la articulación y colaboración de varios actores no sería posible.  Aplaudo el alto interés del país en la innovación, la agricultura sostenible, la protección y promoción de la agrobiodiversidad, y en el bienestar de las mujeres, jóvenes, y hombres rurales como protagonistas de la trasformación del campo.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha trabajado por más de 70 años en el Ecuador con el compromiso de promover acciones que garanticen un acceso regular a alimentos suficientes y de buena calidad, a través de procesos productivos sostenibles, generando  alianzas con el Gobierno nacional, el sector privado, otras agencias de cooperación internacional, la sociedad civil,  y las comunidades, a fin de reorientar los sistemas agrícolas, que respalden eficazmente el desarrollo, y permitan conseguir la seguridad alimentaria de una población en permanente crecimiento.

En un momento en el que tenemos grandes desafíos que resolver, las asociaciones con los sectores estratégicos de políticas públicas, finanzas, tecnología, creación y fortalecimiento de capacidades, comercio, y educación, forman parte del único plan que tenemos ahora para garantizar nuestro futuro y un mundo sin hambre al 2030.

Ahora cierro un ciclo como Representante de la FAO en Ecuador y me despido de un país con perspectivas positivas para lograr el Desarrollo Sostenible. Estoy seguro que seguiremos movilizando acciones que nos convoquen a todos y todas para construir una sociedad más pacífica, equitativa y próspera, con una atención especial a las invaluables contribuciones del sector rural.

¡Gracias Ecuador por haberme acogido desde mi juventud profesional hasta el día de hoy!

John Preissing, Representante de la FAO en Ecuador