Los niños están demostrando que la edad no tiene importancia cuando se trata de luchar contra el cambio climático. Aunque no todos puedan cruzar el Atlántico en un barco de vela como Greta Thunberg, no significa que no puedan ayudar a combatir el calentamiento global.
La protección de los océanos es una parte fundamental de esta lucha. Los océanos nos aportan numerosos beneficios: nos proporcionan alimentos, influyen en el clima y en la meteorología y son un espacio para la recreación. Sin embargo, los tratamos con indiferencia. La sobrepesca está reduciendo las poblaciones de peces, amenazando la disponibilidad de alimentos nutritivos y transformando los ecosistemas marinos, y arrojamos al mar millones de toneladas de desechos plásticos, que matan o dañan la vida marina. Necesitamos unos océanos limpios y sanos para proteger nuestra propia salud y supervivencia, y para sostener a las generaciones futuras.
Cada pequeña acción cuenta. Presentamos aquí algunas maneras sencillas de alentar a los niños a proteger los océanos y a convertirse en defensores del medio ambiente:
1- Realizar una limpieza a nivel local
Las campañas de limpieza de playas, lagos o ríos son una excelente manera de hacer que los niños participen en la tarea de mantener nuestro entorno libre de basura. Incluso un parque local mejorará si se limpia. Menos basura en el entorno supone en general menos desechos que pueden ser arrastrados a nuestros cursos de agua. Reúne a tu familia para pasar una mañana en la naturaleza y dedicar tiempo a recoger basura juntos: los niños verán la diferencia real que supone para el área en la que juegan.
2- Reutilizar los objetos desechados
Una buena manera de hacer que los niños se involucren en el reciclaje es animarles a encontrar otros usos para objetos viejos. En lugar de tirar algo, ¡ayúdalos a convertirlo en arte!
Uno grupo de escolares de Roma, Italia, participaron recientemente en un taller de creación de arte a partir de desechos que tuvo lugar en la sede de la FAO como parte del Simposio Internacional sobre la Sostenibilidad de la Pesca. Los niños se desplazaron a una playa local y se les animó a recolectar diferentes tipos de desechos que pudieran convertirse en obras de arte. “La basura no es sólo basura, porque se pueden crear montones de cosas con ella. Termina no siendo ya un desecho, sino... una hermosa obra de arte”, dijo uno de los niños.
Junto con la artista romana Publia Cruciani, los alumnos transformaron el material recuperado en impresionantes obras de arte, ayudando a la basura a encontrar una nueva vida. “Por desgracia el plástico nos rodea”, explica Publia. “Mientras los niños recogían los residuos –añade–, ya estaban usando su imaginación para visualizar lo que podían crear.”