Valle del Polochic, Alta Verapaz. Entre el 25 de febrero y 1 de marzo se realiza una gira a campo para visitar varias comunidades de mujeres beneficiarias del programa conjunto "Acelerando el progreso del empoderamiento económico de las mujeres rurales" en el Valle del Polochic. Estas visitas tienen como objetivo documentar y recolectar evidencia sobre procesos de empodermiento de las mujeres vinculadas al mencionado programa. 

 

En esta gira ha participado personal de FAO, PMA, ONU Mujeres y FIDA, como parte de las agencias implementadoras del programa conjunto y dos integrantes de la Unidad de Género del MAGA junto con su coordinadora (Marta Olga Rodríguez), personal de DICORER y de VISAN.

Para la recolección de evidencia y documentación, la comitiva realiza una serie de visitas y entrevistas a grupos de autoridades locales que han participado en el proyecto (pertenecientes a las sedes regionales del MAGA, SEPREM, SESAN, CONALFA y PRODENORTE), así como a grupos focales de beneficiarias y a sus comunidades.

La FAO implementa el eje de producción agropecuaria en el programa conjunto, y las mujeres rurales explicarán el impacto de la implementación de las tecnologías ahorradoras de tiempo y el proceso de capacitación implementarlas así como otra serie de prácticas: siembra, cosecha, almacenamiento de grano, temas de género, seguridad alimentaria y nutricional, cría de aves, tilapia y cerdos, y creación y manejo de fondos de ahorro y crédito.

 

Tanto las personas integrantes de la gira, como las autoridades locales, expresan su deseo de establecer mejores comunicaciones para el monitoreo de las mujeres participantes del programa conjunto, así como de replicar las buenas prácticas aprendidas en estos días en otras áreas del país (revisándolas para adecuar su pertinencia cultural).

Por su parte, las beneficiarias han hecho hincapié en su deseo de tener un seguimiento por parte del MAGA tras el cierre del programa conjunto, ya que quieren seguir progresando. Durante la gira, las mujeres de las diferentes comunidades han coincidido en que el programa conjunto las ha empoderado no solo económicamente y fuera de sus casas (al darles mayor libertad de movimiento, conocimientos técnicos para el desempeño de trabajos remunerados y dinero propio), sino dentro de las mismas, ya que se han repartido de manera más equitativa las labores domésticas y de cuidado.

Las mujeres que han participado en el proyecto y en la misión de documentación expresan que en sus casas y comunidades ahora son tomadas en cuenta y tienen un mayor poder de toma de decisiones y consciencia de cuáles son sus derechos y cómo ejercerlos.

Se ha logrado evidenciar que los servicios de extensión deben ser propicios y receptivos a las cuestiones de género, ya que son cruciales para fomentar la puesta en marcha y la modernización de los negocios de mujeres y así ayudar a crear trabajo productivo y decente, alcanzar la igualdad de género, reducir la pobreza y asegurar economías y sociedades más sólidas.