FAO en Nicaragua

Asamblea Nacional de Nicaragua celebra Día Mundial de la Alimentación durante Sesión Especial

Verónica Guerrero, Representante de FAO Nicaragua
12/10/2015

“Vincular la Protección Social y la Agricultura es fundamental para romper el ciclo de la pobreza rural”, señaló hoy la representante de la FAO en Nicaragua ante el plenario de la Asamblea Nacional.

La representante de la FAO, en Nicaragua, Verónica Guerrero Rodríguez compartió durante una sesión especial ante el Plenario de la Asamblea Nacional, los principales avances y desafíos a nivel mundial, regional y nacional en la lucha contra el hambre y la pobreza. Destacó especialmente el rol de los programas de protección social para incidir en el corto, mediano y largo plazo en las causas estructurales del hambre y la pobreza rural. 

La diputada Argentina Parajón en representación del Frente Parlamentario contra el Hambre, destacó los avances a nivel nacional en la lucha contra el hambre y la importancia del marco legal e institucional para garantizar el Derecho a la Alimentación de los nicaragüenses.

La mayor parte de los pobres del mundo vive en zonas rurales. El hambre y la inseguridad alimentaria son, por encima de todo, expresiones de la pobreza rural. Por tanto, su reducción es esencial para la misión de la FAO que ha sido mandatada por sus países miembros. Donde hay hambre, hay pobreza y aunque la proporción de personas subalimentadas disminuyó del 23,3% en 1990-92 al 12,9% en el 2015, aún 800 millones de personas padecen de hambre en el mundo, esto es, una persona de cada 8.

La región Latinoamericana y el Caribe destacan a nivel mundial por sus logros en el cumplimiento del Objetivo del Milenio 1. A partir del 2016 serán los nuevos 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) los que reflejen los retos para la reducción de la pobreza y el hambre en los Objetivos 1 y 2 respectivamente.

Para enfrentar estos retos persistentes de pobreza y hambre, es indispensable la conjugación de políticas públicas enfocadas en el derecho a la alimentación, agricultura y la protección social. A lo largo de su intervención, Verónica Guerrero reiteró que el apoyo económico o en especie que los programas de protección social brinda a la población más vulnerable socialmente, evitan que las personas sufran hambre a corto plazo. Y a largo plazo, las medidas de protección social dinamizan la economía familiar, aumentan la demanda de bienes y servicios producidos en el país, y al hacerlo, contribuyen a un círculo virtuoso de crecimiento económico, reducción de la pobreza y mejora de la seguridad alimentaria.

Nicaragua ha asumido un modelo de protección social enfocado en la restitución de derechos a los ciudadanos, que se expresa en la dimensión ética del Plan Nacional de Desarrollo Humano al resaltar como objetivo fundamental la erradicación de la pobreza. Este modelo ha rendido frutos, Nicaragua ha sido el país de la región que más puntos porcentuales redujo del indicador de hambre en los últimos 25 años, habiendo cumplido anticipadamente con la meta 1c del ODM 1. Los datos nacionales son consistentes con esta tendencia, la reciente Encuesta de Medición del Nivel de Vida 2014 muestra una disminución de la pobreza a nivel nacional, habiendo pasado de 47,9% en 1998 a 29.6% en 2014.

En sus intervenciones, tanto la diputada Argentina Parajón, como Verónica Guerrero recalcaron el rol de los programas socio-productivos en la reducción del hambre y la pobreza. Especialmente destacaron El Programa Productivo Alimentario, o hambre Cero, el programa Usura Cero, El Plan Especial de Producción de Granos Básicos “Cristiano, Socialista y Solidario” (CRISSOL), el Programa de Retención de Vientres, el Bono Cristiano, Socialista y Solidario, el Programa de Alimentos para el Pueblo, y muchas otras políticas de protección social vinculados a diversos temas, como la atención de la infancia, con el programa AMOR, o los Centros de Desarrollo Infantil.

De igual forma ambas expositoras coincidieron en la importancia de los marcos institucionales y jurídicos que facilitan el diseño e implementación de estas políticas públicas. El reconocimiento constitucional del derecho a la alimentación, la ley 639 en soberanía y seguridad alimentaria, la conformación del Consejo Interuniversitario en SSAN y la creación del Ministerio de Economía Familiar, Comunitaria, Cooperativa y Asociativa, fueron algunos de los principales avances mencionados en lo que a institucionalidad refiere.

Para concluir, Verónica Guerrero se refirió a los retos aun latentes para la erradicación del hambre y la pobreza rural: la universalización de las políticas públicas que permita llegar a todas las familias en situación de pobreza y pobreza extrema; la más efectiva coordinación entre las políticas de protección social con las de desarrollo agrícola; y un sistema de innovación e investigación agroalimentario que aumente la resiliencia y promueva mejores prácticas para el uso sostenible de nuestros recursos naturales en un contexto de cambio climático.

El mensaje del Director General de la FAO, Dr. José Graziano da Silva fue el sello del evento: “trabajando juntos, utilizando los conocimientos y herramientas a nuestra disposición, podremos eliminar completamente el hambre crónica en 2030, eso sí será un verdadero motivo de celebración”