Lima - El Perú celebra cada 1 de agosto el Día Nacional de la Alpaca, a fin de revalorar su crianza y riqueza genética, estimular el consumo de sus productos y subproductos, y destacar la labor que realizan sus criadores en el país.

La alpaca contribuye a la economía familiar del poblador andino y aporta a la seguridad alimentaria y nutricional, así como al ecoturismo, precisa la norma que instauró el Día Nacional en 2012.

En efecto, la alpaca constituye un garante de la seguridad alimentaria y nutricional de los agricultores familiares de las zonas altoandinas del Perú, desde al menos tres perspectivas:

1. Las alpacas constituyen una de las principales fuentes de proteínas consumidas por los agricultores familiares a más de 3 800 msnm.

2. La crianza de alpacas y, específicamente, el uso de los productos y subproductos de este camélido (cuero, pieles, etc.) constituyen una importante fuente generadora de ingresos para los campesinos alto andinos. Las cadenas de producción generadas a partir del aprovechamiento económico de las alpacas generan puestos de trabajo desde el pastoreo, la esquila, el manejo y mejoramiento de la alpaca, el proceso primario y la industrialización de la fibra. Estos ingresos les permiten acceder a otras fuentes de alimentos, diversificar sus dietas y mejorar su estado nutricional.

3. Las alpacas son criadas en condiciones climáticas extremas y su gran adaptabilidad a climas adversos garantiza la estabilidad en la provisión alimenticia de las comunidades de pastores y agricultores de las alturas del país.

El Perú tiene, pues, razones de peso para celebrar el Día Nacional de estos camélidos sudamericanos de más de 6,000 años de antigüedad. El país, además, cuenta con la mayor población de alpacas, contabilizada en 3 685 cabezas, según el Censo Nacional Agropecuario 2012.