FAO en Perú

“Los mercados de abastos siguen siendo la principal forma de provisión de alimentos para la población peruana”

11/02/2016

Rodolfo Rodríguez, experto del Programa Integral de Mercadeo Agropecuario de Costa Rica, visitó el mercado de Belén en Iquitos y se reunió con especialistas nacionales y técnicos de PRODUCE para contribuir con su experiencia en el proyecto de “Mejoramiento del Servicio de Comercialización del Gran Mercado de Belén”

Lima.- El Ministerio de la Producción del Perú está trabajando en el Proyecto de Inversión Pública de “Mejoramiento del Servicio de Comercialización del Gran Mercado de Belén (Iquitos)”, con el objetivo de contribuir al desarrollo económico inclusivo de la Provincia de Maynas a través del mejoramiento de la infraestructura del mercado y de la capacitación de autoridades locales, productores y comerciantes para asegurar su sostenibilidad.

En ese contexto, la FAO está apoyando a PRODUCE en la elaboración de los estudios complementarios sobre las metas de capacidad de la prestación del servicio y dimensionamiento del mercado de abastos. Para ello, la FAO ha promovido la cooperación entre países y ha coordinado la misión de intercambio de experiencias y conocimientos técnicos entre los consultores nacionales y el especialista Rodolfo Rodríguez, del Programa Integral de Mercadeo Agropecuario de Costa Rica.

Rodolfo Rodríguez estuvo en Lima para compartir algunas recomendaciones con los encargados del PIP, participó en el Foro Internacional Mi Mercado Productivo, organizado por PRODUCE, y visitó el mercado de Belén. El consultor comparte su visión integral de la importancia de los mercados de abastos en las economías locales.

¿Cómo define una gestión moderna de los mercados de abastos en la región?

Los mercados de este tipo se clasifican en el mundo como mercados tradicionales. Ellos presentan una serie de características generales tales como la falta de condiciones de salubridad, oscuridad, falta de agua, invasión de los pasillos por parte de los locatarios, infraestructura sin mantenimiento y a menudo colapsada, administración no profesionalizada, falta de estacionamiento para clientes y, en general, una mala imagen para los clientes y turistas. En la acera del frente, está el formato del mercadeo moderno, dígase supermercados, que ofrecen todo lo contrario y que paulatinamente estarán captando más porción de la demanda total por alimentos.

La gestión moderna deberá tener en cuenta las falencias antes mencionadas para revertir esas características negativas. Una de las primeras cosas por solucionar será sin duda la infraestructura y la otra la profesionalización de la gestión administrativa. Esto es tan importante como el proceso de capacitación de los locatarios para que entiendan la importancia de la labor que realizan y la urgencia de ser más competitivos para enfrentar la demanda del futuro cercano.

En base a su experiencia, ¿cuáles son las cualidades que debe tener un buen mercado  de abastos en zonas de pobreza?

Servicios básicos como electricidad y agua individualizada o por sectores, iluminación, reglamentación adecuada y que se cumpla, administración profesionalizada, gestión del cobro y la asignación de esos recursos financieros para su mantenimiento.

¿Qué potencialidades ve usted en el proyecto del Gran Mercado de Belén?

En Costa Rica, tenemos claro que la principal amenaza de nuestro sistema tradicional de comercio son los supermercados. Ellos han pasado, en los últimos 5 años, de suplir un 10% de la demanda a un 21,2% y cuando alguien aumenta su cuota es porque alguien la pierde: en nuestro caso los perdedores son los mercados tradicionales como el de Iquitos, que pasaron de una cuota de 17,6% a un 8,8%.   La principal  oportunidad del mercado de Belén es que la población sigue creciendo a un ritmo de entre 2% y 3% anual y, por tanto, demandando cada vez más productos para la alimentación. Y en Perú todavía este tipo de comercio tradicional sigue teniendo una cuota del 70% del mercado, o sea, es el principal formato de abastecimiento de los alimentos para la población. No hay que olvidar que la principal amenaza de este tipo de mercados son los formatos de comercio moderno, que pronto estarán llegando con más fuerza al Perú y a Iquitos en particular. Se requiere actuar rápidamente para poder competir, si no se hace nada, la competencia acabará por sustituirlos.

¿Qué riesgos se pueden correr en el diseño e implementación de proyectos de mejoramiento de mercados como este? ¿Qué recomendaciones haría al Ministerio de la Producción en este sentido?

Se debe partir siempre de una clara definición del problema, oportunidad o necesidad (PON) de llevar a cabo un proyecto. Ser estrictos en la documentación necesaria para garantizar que el componente “estudio de mercado”, donde se definen la oferta en la zona, la demanda potencial agregada, los precios en los diferentes eslabones de la cadena y la definición del producto y servicio a ofrecer, esté ajustado a la realidad.

En cuanto al componente de “análisis financiero y económico”, se debe estar conscientes de que estos son proyectos de inversión pública con un alto contenido social y no se debe pretender que la operación del nuevo mercado sea capaz de pagar esa inversión. Sí deberá ser capaz de pagar los gastos operativos recurrentes que se generen en el mercado. Para pagar sus propios gastos operativos debe disponerse de una reglamentación y que se cumpla, cambiar significativamente el proceso actual de cobro, el cual es sumamente ineficiente y, finalmente, profesionalizar la administración del mercado.

¿Qué le parece el trabajo que se viene desarrollando en el marco de este proyecto de inversión pública en comparación con lo que se hace en su país?

Mucho del trabajo que actualmente desarrollan los consultores peruanos en Iquitos, los cuales son excelentes profesionales, se pueden tener elaborados previamente para todo Perú con la realización de un trabajo de investigación que analice la tendencias del consumo de productos alimenticios con tabulaciones por región o Estado.  En Costa Rica, realizamos este estudio cada 2 o 3 años a través de los niños del último nivel de las escuelas de todo el país, a quienes se les corre una encuesta y se les entrega otra para los padres o encargados, quienes una semana después devuelven las boletas con información de las compras de la última semana. Tabulando estos datos encontramos el consumo per cápita de cada producto, donde se adquirió, cuál es la frecuencia de compra, quién decide la compra, dinero invertido, etc.  Esta información es sumamente valiosa, fácil de obtener y nos permite, en minutos, conocer la demanda agregada de cada región o provincia, información clave para el “estudio de mercado” de cualquier proyecto de este tipo.

 

Más Información

Loretta Favarato
Comunicadora de FAO Perú
[email protected]
Tel: (511) 447 2641 ax 103 / Cel. 951 235 096