Cultivos tradicionales

Cardo de comer

El cardo de comer es un pariente cercano de la alcachofa y se considera que el cardo silvestre es ancestro de ambos. Se trata de un arbusto perenne que crece hasta los dos metros de altura. Sus grandes hojas pinnadas son de color verde grisáceo en la cara superior y casi blancas en la inferior. Las flores son moradas y miden entre 5 y 7,5 cm de diámetro. Las variedades silvestres dan floraciones blancas. Se cultiva tradicionalmente por su tallo comestible. Se adapta a las condiciones secas del Mediterráneo, donde la mayor parte de las precipitaciones tiene lugar en la estación invernal. 

Lugar de origen

Las tres subespecies, es decir, el cardo silvestre, la alcachofa y el cardo de comer, tienen su origen en la región mediterránea. Parece que la alcachofa se domesticó probablemente en Sicilia, en tanto que el cardo de comer se domesticó en el Mediterráneo occidental, probablemente en España o Francia. La distribución del cardo de comer está comprendida entre Chipre al Este y Portugal y las Islas Canarias al Oeste, pero se cultiva sobre todo en Italia, Francia, España y el Norte de África. 

Cómo se come

Cardo con salsa de almendras 

Ingredientes: Cuatro tallos de cardo de comer, una cebolla grande finamente picada, una taza de almendras crudas, una o dos tazas de leche de almendra sin endulzar, dos rebanadas de pan duro, un manojo de perejil fresco, un limón, sal y pimienta negra

Preparación: Prepare los cardos cortando las extremidades ásperas y retire las fibras duras. Ponga las piezas cortadas a remojo en agua fría con un chorrito de jugo de limón para que no pierdan color. Corte los cardos por la mitad a lo largo y después en trozos de unos cinco centímetros a lo ancho. Ponga a hervir en agua salada con un poco de jugo de limón durante 45 minutos o hasta que estén tiernos.

Fría las almendras en un poco de aceite de oliva hasta que se tuesten, teniendo cuidado de que no se quemen. Ponga a un lado las almendras. Ponga a freír el pan hasta que esté dorado, póngalo a un lado y ponga también a freír la cebolla picada justo hasta que empiece a dorarse. Mezcle la cebolla, las almendras y el pan en un robot de cocina. Vierta la mezcla en una sartén y póngala a baja temperatura con un poco de aceite. Agregue poco a poco la leche y remueva como haría con una besamel hasta que espese. Agregue después los cardos y deje que se calienten en la salsa. Agregue sal y pimienta negra molida para dar sabor y adorne con perejil.

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