FAO en Uruguay

Cuidar nuestros recursos naturales para cuidar nuestra producción

Ivy Ortiz. Foto: FAO/Marina González
19/06/2019

“Si no cuidamos nuestra biodiversidad, ponemos en peligro la seguridad alimentaria mundial”, advierte Hivy Ortiz, Oficial Forestal de la FAO para América Latina y el Caribe.

Ortiz considera alentador, por otro lado, el hecho que todos países de la región que firmaron el Convenio sobre Biodiversidad aplican ahora medidas para conservarla.

A nivel mundial, el 84% de los países que hicieron un reporte para el estudio “El estado de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura en el mundo” aplica medidas para preservar la biodiversidad, algo que demuestra una toma de conciencia mundial.

“La biodiversidad es fundamental para la producción de los alimentos. Si no la cuidas, no puedes garantizar que vas a producir bien y con calidad. América Latina es la principal productora de alimentos del mundo, y la biodiversidad es fundamental en esa producción. Si no la cuidamos, ponemos en peligro la seguridad alimentaria mundial. La biodiversidad garantiza alimentos diversos, la calidad de los suelos que estén sanos y con capacidad de producción sin necesidad de agregar químicos. Cuando hablamos de alimentos sanos, hablamos de calidad nutricional y de que no estén contaminados”, explica la Oficial de la FAO.

Biodiversidad, alimentación sana, alimentación nutritiva, ambiente sano. Esos son nuestros los principales de trabajo de la FAO en materia de biodiversidad, como parte fundamental de los derechos de la humanidad.

Sin embargo, la certificación de que se produce bien en la agricultura es muy no es un proceso sencillo, destaca Hivy Ortiz. Advierte que, en la región, un productor orgánico que quiere certificar su producción como tal “tiene que hacer un papeleo enorme”. Explica que la gente lo dice en el campo: “a mí no me cuesta tanto la producción, a mí lo que me cuesta es el papeleo”. En cambio, “producir mal es muy sencillo, sencillamente se hace sin utilizar criterios de eficiencia ambiental, por ejemplo”, lamenta.

Esto no quita que “el consumidor tiene que poder entender con qué se alimenta y de donde viene su alimento”, dijo en Montevideo. Al entender eso, puede que se dé un cambio, evalúa y puede exigir.

En ese sentido, considera que “el etiquetado, es la última forma, pero lo primero que hay que ver es cómo se produce, dónde se produce y garantizar precios para que estén al alcance de toda la población independientemente de su condición económica” advirtió.

Reunión sobre biodiversidad en Montevideo

La Comisión de Biodiversidad, que es el organismo gestor del Convenio, organizó en Uruguay una consulta regional posterior a la última Conferencia de las Partes (COP) de biodiversidad, celebrada en México a fines del año pasado y de cara a la próxima cumbre del máximo órgano de gobierno de este tratado, prevista en China en 2020.

Del encuentro regional, celebrado en Montevideo hace unas semanas, participaron 80 personas, representantes de todas las partes (delegados de las comisione de biodiversidad), ONGs, representantes de grupos de jóvenes, grupos indígenas, grupos de mujeres y también observadores, entre ellos la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a través de Ortiz, que presentó el estudio “El estado de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura en el mundo”.

Esa publicación es como “un zoom” a la parte de agricultura, respecto al informe general, que hizo la Plataforma Intergubernamental Científico-Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés) sobre el Estado de la Biodiversidad a nivel mundial en todos sus aspectos, explicó la oficial de la FAO en Montevideo.

Fueron 91 países y más de 1.300 personas, los que participaron de la preparación del informe enfocado a la agricultura que ella presentó.

Para Ortiz, el hecho que Uruguay haya sido sede del encuentro regional y que vaya a ser también sede de la próxima reunión de la Comisión Forestal para América Latina y el Caribe (COFLAC) demuestra que el país “tomó un liderazgo en cuanto a la protección de la biodiversidad”.

En la reunión regional celebrada en Montevideo, las organizaciones de la sociedad civil que participaron llamaron a que los Gobiernos ratifiquen el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, que fue firmado por 17 países de la región, entre ellos Uruguay, pero formalmente adoptado sólo por Guyana hasta ahora. 

Este documento establece un derecho a la información y a la participación en los procesos de decisiones que afecten al medio ambiente, así como a la Justicia en caso de daños.

Biodiversidad y cambio climático

Representantes de organizaciones juveniles destacaron por otro lado el importante rol que juega el cuidado de la biodiversidad como herramienta de adaptación y mitigación del cambio climático, ya que impacta no solo en las emisiones de carbono, sino que incide en el ciclo de nitrógenos, del agua, en los nutrientes y en control de plagas.

Es difícil trabajar y alcanzar acuerdos relativos al tema de la biodiversidad porque los acuerdos son internacionales pero las acciones son locales, en donde cada país o región interesa preservar especies o cuidar aspectos distintos que tienen impacto global pero que son poco perceptibles explica Ortiz.

Los indicadores de biodiversidad son múltiples: suelos, vegetales, animales, continúa explicando la referente regional. “Las acciones tienen que ser locales, pero los efectos van a ser mundiales”, agrega.

Además, señaló que “la protección de la biodiversidad no debe recaer solamente en las áreas protegidas, creer que sólo se conserva ahí es un error. Primero porque son pequeñas, segundo porque no se ha logrado que sean representativas de todos los ecosistemas, porque las amenazas están fuera de las áreas protegidas y  porque los ministerios que manejan los servicios de parques, suelen ser los que tienen menos recursos de todos los servicios de gobierno. Es mejor invertir en que todos los servicios tengan un componente ambiental, relacionado con el uso de la biodiversidad, que apostar a que un solo servicio se haga cargo de todo”.

El cuidado de la biodiversidad está muy vinculado con nuestra vida cotidiana, por eso es necesario que sea local y transversal y que se perciba como una responsabilidad de todos.