FAO en Uruguay

Condición corporal y forraje, bisagras de la productividad y del impacto ambiental de la ganadería sobre pastizal

Fotoa: @FAO/Cecilia Márquez
05/08/2020

Los técnicos y las técnicas extensionistas del proyecto Ganadería y Clima aprendieron formas de medir la altura, la disponibilidad de pasto (forraje) y de evaluar el grado de engorde del ganado o si está demasiado flaco,aspectos centrales para evaluar la relación entre el animal y su alimento, mejorar la productividad y reducir el impacto ambiental de la actividad.

Al comenzar la capacitación nen la Estación Experimental Bernardo Rosengurtt (EEBR) de la Facultad de Agronomía de la Universaidad de la República, el coordinador de acciones en territorio del proyecto, Ing. Agr. Santiago Dogliotti explicó la dinámica de trabajo y el Ing. Agr. Pablo Soca mencionó la relevancia de esta capacitación para esta experiencia de cooperación internacional y nacional, que busca generar una intensificación sostenible a través de una mirada integral de cada sistema ganadero.

“La posibilidad de ajustar la relación planta/animal en el tiempo, es lo que determina que se mejoren los ingresos económicos con los recursos de cada predio. Esa relación se puede cuantificar, estimar y proyectar si se cuenta con herramientas cuantitativas para conocer el estado de la pastura y de los animales”, dijo Soca.

Para aumentar la productividad, es necesario incrementar la producción de forraje del campo natural. Esto se logra manteniendo mayores alturas de pasto, en función de la estación, aumentando el consumo y la eficiencia del uso de la energía por los animales gracias a la mayor disponibilidad de alimento natural por animal, todo esto teniendo en cuenta la condición corporal y la etapa del ciclo productivo en la que se encuentran las vacas.

Para aumentar la productividad y reducir el impacto ambiental, se debe planificar el movimiento de los animales en las subdivisiones del predio (potreros), haciendo lo que se llama “gestión espacio-temporal del pastoreo”. A la hora de planificar esa gestión resulta imprescindible conocer el estado del sistema productivo en su conjunto a través de dos variables: el diagnóstico de condición corporal y la estimación de la disponibilidad de forraje en cada potrero. La oferta se calcula dividiendo kilos de forraje por kilos de animales vivos.

Soca explicó que “en otoño e invierno es necesario utilizar muy bien el pasto que se produjo en primavera y verano, a través del uso de la condición corporal y otra serie de medidas de manejo que lo potencian, como el destete definitivo y el diagnóstico de gestación en marzo, la clasificación de vacas por estado corporal y también la altura de pasto que permite lograr el consumo de energía con el cual los animales construyen el estado corporal”.

Además, para el equipo de extensionistas del proyecto Ganadería y Clima, capacitarse en estas dos variables es imprescindible para describir y evaluar el funcionamiento de la producción en sus visitas mensuales a los predios participantes de proyecto y para poder apoyar a productores y productoras en su toma de decisiones.

Saberes aplicados

La capacitación, realizada el 29 de junio, incluyó la realización de un diagnóstico de condición corporal en vacas de cría: utilizando como apoyo de una cartilla generada por Facultad de Agronomía, los y las participantes evaluaron y clasificaron un rodeo comparando sus propias percepciones con las de docentes y funcionarios.

Los técnicos del proyecto también evaluaron la disponibilidad de forraje en uno de los bloques de experimento de largo plazo en cría vacuna sobre campo natural de la EEBR. Allí trabajaron con un método basado en la construcción de una escala que permite estimar primero la altura de pasto y luego la disponibilidad de forraje por potrero.

En lo que fue la segunda parte de la jornada de capacitación, el grupo de extensionistas visitó un predio de la zona de Santa Clara que trabaja en base a principios de intensificación ecológica para mejorar la producción en base a los propios recursos del predio, poniendo énfasis en la gestión del campo natural.

En su establecimiento, la familia Gestido realiza un ciclo completo de cría ganadera y hace 6 años aplica la intensificación ecológica, siguiendo la propuesta de Manejo de Rodeo de Cría de Facultad de Agronomía.

Ahí, los extensionistas pudieron conocer in situ los resultados, el aumento sostenido de la productividad de carne por hectárea, el porcentaje de destete y peso al destete. También observaron el manejo espacio-temporal del pastoreo y la muy buena disponibilidad de forraje con la que cuenta el establecimiento, a pesar del largo período de sequía y de manejar una carga de 0.8 a 0.9 unidades ganaderas por hectárea en un sistema de pastoreo continuo.

Luego de hacer una recorrida, extensionistas y docentes analizaron los resultados del predio y, teniendo en cuenta que en este período se triplicó el ingreso neto, el equipo debatió las fortalezas del proceso de cambio llevado adelante y qué aspectos podrían seguir mejorando en el establecimiento.

El proyecto Ganadería y Clima se propone aumentar la productividad y los ingresos de las familias productoras sin necesidad de cambiar los insumos que ya utilizan, solo adoptando un manejo sostenible del campo natural que contribuya a la adaptación al cambio climático, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero por kilo de carne y mejorando el secuestro de carbono en pastizales.

Materiales:

Hilo de twitter

Cartilla de Condición Corporal

Video sobre método de Estimación de Forraje

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