Respuestas emergentes a la crisis COVID-19 desde la agricultura familiar y el movimiento agroecológico en América Latina - Un nuevo enfoque centrado en los alimentos, los agricultores y la acción colectiva
En América Latina, el "sector informal", la agricultura familiar y los movimientos agroecológicos fueron esenciales para afrontar y adaptarse a los retos de la pandemia de COVID-19. Un grupo de organizaciones de investigación latinoamericanas llevó a cabo un estudio de investigación para evaluar la naturaleza y el alcance de las primeras iniciativas (primeros tres meses) para abordar y hacer frente a los impactos de la pandemia de COVID-19 en los países latinoamericanos.
La pandemia puso de manifiesto el papel fundamental de los sistemas alimentarios y las cadenas de valor locales, así como la necesidad de reforzarlos mediante políticas públicas para aumentar la resiliencia alimentaria en tiempos de crisis y más allá. El análisis reveló algunas características clave de los sistemas alimentarios locales que eran esenciales para superar este y otros posibles problemas:
- La preexistencia de organizaciones e instituciones sociales (por ejemplo, el movimiento agroecológico, los sindicatos de agricultores, las organizaciones de consumidores, etc.) y su capacidad para afrontar y reorientarse ante una crisis.
- El funcionamiento de canales de mercado alternativos que fueron fundamentales en su respuesta temprana a las restricciones de movilidad y a los nuevos protocolos de seguridad impuestos por la pandemia (por ejemplo, mercados locales frescos, ventas en línea, entrega de alimentos, etc.).
- El papel que pueden desempeñar las redes sociales y las herramientas en línea en la conexión de las personas (productores y consumidores, redes, cadenas de valor cortas, etc.) y los consiguientes beneficios de una amplia alfabetización informática.
- El apoyo de los gobiernos, desde el nivel local hasta el nacional, a las iniciativas existentes relacionadas con la agricultura familiar y la agroecología, antes consideradas como alternativas marginales, en algunos casos incluso en contradicción con sus propios puntos de vista y políticas.
- Aumentar la concienciación y la participación de los consumidores urbanos en sistemas alimentarios locales, reconociendo su carácter esencial y su contribución a su salud y bienestar.