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Agricultor despejando la tierra donde se cultiva maíz. Una vez que el maíz ha sido cosechado, los tallos no se retiran del suelo para evitar la erosión. El maíz actúa como fertilizante y los residuos que quedan en el suelo evitan que la lluvia arrastre la tierra. ©FAO/Giuseppe Bizzarri
Los suelos no solo sostienen los alimentos que consumimos, también son fundamentales en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, la alarmante degradación de este recurso en América Latina y el Caribe amenaza tanto la economía agrícola como la calidad de vida de millones de personas.
El informe de la FAO titulado La gestión sostenible de los suelos: Oportunidades y recomendaciones para tomadores de decisiones subraya la necesidad urgente de acción. Según el estudio, hasta el 93% de las actividades económicas de la región dependen directamente de los suelos, que además juegan un rol esencial en la regulación del clima y la filtración del agua. Sin embargo, el 75% de los suelos en América Latina y el Caribe se encuentran degradados, lo que genera pérdidas económicas de hasta 60 000 millones de dólares anuales debido a la reducción en la producción agrícola.
"Ahora, más que nunca, el papel de los suelos está siendo mundialmente reconocido entre los tomadores de decisiones, especialmente en el contexto del cambio climático ", subraya el informe.
Agricultor trabajando en los campos de Camapara, en la frontera de Honduras con El Salvador, donde se utilizan métodos tradicionales e indígenas que ayudan a retener la humedad del suelo. ©FAO/Giuseppe Bizzarri
Soluciones para un futuro sostenible
El informe señala que la implementación de prácticas sostenibles en la gestión de suelos podría ser una de las soluciones más efectivas. Incrementar la capacidad de secuestro de carbono en los suelos de América Latina y el Caribe podría reducir hasta un 48% las emisiones netas de gases de efecto invernadero en la región. Sin embargo, esto requiere cooperación internacional, programas de financiamiento y regulaciones claras para proteger los recursos naturales.
"Abordar estos desafíos requiere de la voluntad política de los tomadores de decisiones para abordar seriamente estas temáticas", advierte el informe. Una evaluación de 382 iniciativas de gestión sostenible reveló que en el 40% de los casos se reportaron mejoras significativas en la productividad agrícola y en la calidad del agua.
Una inversión en el futuro
Los suelos son una inversión para garantizar la producción de alimentos, combatir el cambio climático y mejorar la calidad de vida en las comunidades rurales. Adoptar prácticas sostenibles no solo preserva el medio ambiente, sino que también asegura un futuro próspero para la agricultura y la sociedad en su conjunto.
Agricultor en Haití, cavando la tierra para tamizarla y empaquetarla en macetas. ©FAO/Walter Astrada
Remolachas y zanahorias en un puesto de frutas en un mercado callejero en São Paulo. ©FAO/Miguel Schincariol
Soluciones para un futuro sostenible
El informe señala que la implementación de prácticas sostenibles en la gestión de suelos podría ser una de las soluciones más efectivas. Incrementar la capacidad de secuestro de carbono en los suelos de América Latina y el Caribe podría reducir hasta un 48% las emisiones netas de gases de efecto invernadero en la región. Sin embargo, esto requiere cooperación internacional, programas de financiamiento y regulaciones claras para proteger los recursos naturales.
"Abordar estos desafíos requiere de la voluntad política de los tomadores de decisiones para abordar seriamente estas temáticas", advierte el informe. Una evaluación de 382 iniciativas de gestión sostenible reveló que en el 40% de los casos se reportaron mejoras significativas en la productividad agrícola y en la calidad del agua.
Una inversión en el futuro
Los suelos son una inversión para garantizar la producción de alimentos, combatir el cambio climático y mejorar la calidad de vida en las comunidades rurales. Adoptar prácticas sostenibles no solo preserva el medio ambiente, sino que también asegura un futuro próspero para la agricultura y la sociedad en su conjunto.
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