Enclavada en las colinas de la isla de São Jorge (archipiélago de las Azores), la empresa Santa Catarina Indústria Conserveira, S.A., dedicada a la producción de conservas de atún, combina la tecnología con los métodos artesanales ancestrales. Actualmente, es la mayor fuente de empleo del sector privado de la isla, ya que cuenta con 139 empleados, de los cuales 120 son mujeres. La pesca artesanal en pequeña escala es muy importante para esta pequeña isla y el número de oportunidades de empleo para las mujeres en la fábrica de conservas de atún es significativo. La Sra. Susana Sousa se encarga de procesar, enlatar y distribuir este atún capturado localmente.
Antes de trabajar en la empresa conservera Santa Catarina, las perspectivas laborales de Susana eran bastante limitadas. Ahora, gracias a una mejor calidad de vida, tiene su propia casa y puede enviar a su hija a la universidad.
“Si tenemos trabajo, tenemos un salario y tenemos libertad. No dependemos de nadie”, dice Susana. Estos pasos son esenciales para empoderar a las mujeres en las comunidades remotas. Las mujeres desempeñan un papel fundamental a la hora de garantizar la seguridad alimentaria y nutricional del hogar, y disponer de ingresos personales también supone mayores oportunidades no solo en lo relativo a la nutrición de la familia, sino también a la salud y la educación.
En la pesca y acuicultura artesanales en pequeña escala, las mujeres como Susana componen cerca del 40 % de la mano de obra mundial y desempeñan un papel esencial en la producción, la elaboración y la comercialización de los alimentos derivados. No obstante, muchas pescadoras, acuicultoras y trabajadoras de la pesca siguen estando socialmente marginadas, y su acceso a activos productivos clave, como el capital financiero, las competencias o las tecnologías, es limitado.
Habida cuenta del papel que desempeñan las mujeres en la pesca artesanal y la acuicultura en pequeña escala, este es un sector clave para el empoderamiento de las mujeres y el desarrollo sostenible. Es esencial que los esfuerzos se centren en construir enfoques de gestión con perspectiva de género, que permitan e incentiven a las mujeres a obtener un mayor acceso y control de las oportunidades de generación de ingresos y a asumir responsabilidades en todas las etapas de la cadena de valor.