Umar Papalia Indonesia

Atrás

"Sin una pesca sostenible, el atún desaparecerá. Aplico estas prácticas ahora para asegurar que nuestros hijos y nietos sigan pudiendo disfrutar del atún"

Umar Papalia ha trabajado en la pesca durante más de 15 años. A las 4.30 de la madrugada, comienza su día capturando el calamar de cebo que necesita para atraer al atún. “En torno a las 6.00 de la mañana buscamos delfines, porque donde hay un delfín hay atún”, explica Umar.

Umar y sus compañeros que también se dedican a la pesca en pequeña escala carecen de localizadores de peces o instrumentos para detectar peces a través de sonar. Buscan atentamente la aleta de un delfín para saber dónde pescar rabiles sin dañar ni atrapar a los delfines.

Umar es un pescador tradicional de rabiles de la Asociación de pesca del norte de Buru y Maluku, en Indonesia oriental. La pesca en pequeña escala con embarcaciones de una o dos personas que emplean anzuelos y líneas ha sido certificada por el Marine Stewardship Council (MSC) (Consejo para la gestión de los mares) como pesca sostenible. No obstante, no siempre ha sido así. Hace unos 10 años, Umar tuvo la inquietante sensación de que el atún cada vez era más difícil de localizar.

“Tardábamos más en dar con ellos, lo cual significaba que debíamos ir más lejos, algo que requiere más combustible”, recuerda Umar. “Esto hizo que me diera cuenta de la presión que sufre el atún”.

En 2012, con el apoyo de una ONG local, el sector privado e instituciones académicas, Umar comenzó a recopilar los datos necesarios para comprender la salud de la población. “Los datos son importantes”, afirma Umar. “Pueden darnos la oportunidad de cumplir con los estándares internacionales de sostenibilidad”, prosigue.

En 2020, la pesca en pequeña escala del atún en Indonesia se convirtió en la primera actividad del país con una certificación de comercio justo y también del MSC. Pero no fue una tarea fácil. Requirió un gran sacrificio personal, paciencia y compromiso para cumplir los requisitos necesarios. Hay que tener en cuenta que una jornada de pesca satisfactoria puede suponer la diferencia entre que los hijos de Umar puedan ir a la escuela o no.

El atún sostenible del norte de Buru se ha introducido en la cocina asiática y, actualmente, se comercializa sobre todo en los Estados Unidos de América. “Antes solíamos venderlo por una pequeña cantidad de dinero”, afirma Umar. “Pero desde que participamos en el programa del MSC, entendemos cómo puede ayudarnos a mejorar nuestras prácticas de pesca. Ahora también podemos obtener un mejor precio por nuestro atún”.

Existe una demanda creciente de atún sostenible y Umar cree que nuestro futuro depende de ella. “Sin una pesca sostenible, el atún desaparecerá. Aplico estas prácticas ahora para asegurar que nuestros hijos y nietos sigan pudiendo disfrutar del atún”, declara Umar.