El organismo chileno dictó una capacitación a sus funcionarios y trabajadores del Ministerio de Salud con el apoyo técnico del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), a través del secretariado encargado del Convenio de Rotterdam para regulación de uso de plaguicidas y químicos nocivos.

Del tres al cinco de marzo y en estrecha colaboración con el secretariado de los convenios Basel, Rotterdam & Stockholm (BRS) —liderado por ONU Medioambiente y FAO—, el SAG convocó a un Taller Nacional para el Fortalecimiento de Capacidades sobre el Convenio de Rotterdam en Santiago.

El Convenio de Rotterdam es un tratado internacional jurídicamente vinculante que Chile ratificó en 2005 y que regula el uso de ciertos plaguicidas y productos químicos peligrosos, objeto del comercio internacional.

La capacitación puso en contacto a 31 funcionarios de SAG y del Ministerio de Salud con los mejores expertos internacionales y los últimos conocimientos respecto a la aplicación de plaguicidas y químicos.

Los principales objetivos del taller fueron fortalecer las capacidades de los funcionarios del SAG, Ministerio de Salud, sobre el funcionamiento, las obligaciones y beneficios del tratado internacional, así como reforzar los conocimientos sobre evaluaciones de riesgo en la salud humana y medioambiente.

También, el evento contó con la presencia del oficial FAO del Secretariado BRS Mario Yarto y los consultores internacionales Arturo Correa (FAO) y Luis Suguiyama (ex regulador de agroquímicos en la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU.).

Quienes participaron del taller fueron empleados o tomadores de decisiones involucrados en la evaluación y registro de plaguicidas y con experiencia en diferentes ámbitos relacionados con la agricultura, medioambiente y salud pública.

Simultáneamente, la secretaría del Convenio de Rotterdam, realizó una capacitación en Sarajevo, Bosnia, como parte de la iniciativa del Secretariado BRS para dar a conocer la normativa del acuerdo global y del procedimiento de consentimiento previo informado (CPI) para la importación de productos químicos peligrosos.

Asimismo, el taller se propuso una estrategia para mejorar la aplicación de medidas reglamentarias y propuestas de formulaciones plaguicidas extremadamente peligrosas (FPEP).