El organismo internacional, junto a la entidad financiera, realizaron una capacitación sobre regulaciones ambientales internacionales a medianas y grandes empresas del Centro sur de Chile y de Perú, con el objetivo de promover la adopción de nuevas tecnologías y soluciones basadas en la naturaleza; y anunciaron los resultados iniciales de un proyecto para la adopción de sistemas de producción de alimento sostenible e inclusiva.  

En agosto, la FAO y el Grupo Rabobank fueron anfitriones del primer taller de la iniciativa piloto “Nuevas Regulaciones Ambientales Internacionales: una oportunidad para la sostenibilidad y la competitividad”, con el objetivo de impulsar la transición del sector agroalimentario chileno hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la Agenda 2030.

Lizette Sint, Directora Ejecutiva de RaboFinance para Chile y Perú, destacó la alianza junto a la FAO en la instancia de aprendizaje. “El desarrollo sostenible de los sistemas agroalimentarios no se puede lograr de manera aislada. Por esta razón, Rabobank trabaja con las comunidades, clientes y organizaciones internacionales, como FAO, para avanzar hacia estos objetivos”, enfatizó. 

Más de 70 participantes, clientes de Rabobank Chile y Perú, provenientes de medianas y grandes empresas, participaron en el taller de capacitación sobre nuevas regulaciones ambientales internacionales, el cual contó con una exposición de la Oficial Senior de Sustentabilidad de RaboFinance, Ángeles Undurraga. 

La ponencia fue enfocada en cómo los consumidores y el mercado mundial de alimentos están avanzando hacia incrementar la sostenibilidad en sus procesos, así como visto en políticas implementadas por la Unión Europea, Asia y América del Norte. 

En respuesta a la necesidad de adecuación de la oferta chilena de alimentos, debido a estas crecientes exigencias de los mercados externos –como el europeo–, la capacitación ofrecida por FAO y Rabobank se trató principalmente sobre el Pacto Verde Europeo y la llamada “Estrategia de la granja a la mesa”. 

Estas normativas y estándares fijan nuevas metas para reducir el uso de pesticidas, fertilizantes y antibióticos en la producción agropecuaria y por tanto, según la Oficial de RaboFinance, evidencian la necesidad de contar con tecnologías y financiamiento para cambiar la forma de producir en Chile. La Estrategia de la granja a la mesa, según Undurraga, busca generar una cadena de producción sostenible “que trabaje fuertemente en reducir la pérdida y desperdicio de alimento, genere dietas sustentables; y que fortalezca una cadena de valor en donde disminuyamos la huella de carbono”. 

Por su parte, Dulclair Sternadt, Oficial de Alianzas de la FAO Américas, enfatizó la búsqueda de la FAO por la realización y actualización de normativas, como las que se expusieron en el taller, de la forma más participativa posible. “Sabemos que las empresas están cansadas de trabajar en marcos normativos nacionales e internacionales enfocados en penalizar cuando cometen algún tipo de falta. Lo que queremos ver son los incentivos a las que quieren hacer bien”, aseguró. 

Marcelo Alves, Jefe de Área Rural de RaboFinance, comentó sobre las ventajas de las alianzas para mayor capacitación. “Hay oportunidades estratégicas y entendemos que pueden impulsar el negocio. Uno de los objetivos del banco es conectar la teoría con la práctica de los campos, ese es el contexto que nos hace pensar en realizar charlas”, dijo. 

Durante el taller, se trató el aumento previsto de la superficie de cultivos dedicados a la agricultura orgánica, como una tendencia relevante para el sector frutícola chileno. Los expertos de Rabobank se refirieron a las ventajas de anticipar estos cambios, para disminuir los riesgos de una empresa y para generar oportunidades al optimizar procesos, reducir costos y mejorar las relaciones con actores relevantes. En estos ámbitos, las tecnologías y el financiamiento se mencionaron como instrumentos imprescindibles. 

Trabajo en conjunto y próximos pasos 

La FAO y el Grupo Rabobank comenzaron su trabajo con la firma de un Memorando de Entendimiento (MoU) en julio de 2020, para impulsar la transformación inclusiva y sostenible de los sistemas agroalimentarios. La iniciativa de Chile surgió a raíz de esta alianza global entre la entidad financiera y la agencia técnica de Naciones Unidas.  

En el país, ambas instituciones trabajaron en el diseño de un proyecto piloto para mejorar el desempeño ambiental de medianas y grandes empresas frutícolas de la zona Centro sur del país, para ajustar dichas unidades productivas a las nuevas exigencias globales. 

El proyecto contempla varias acciones en el territorio nacional: un análisis de los nuevos requerimientos ambientales y de sostenibilidad de los mercados a los cuales Chile exporta frutas y la realización de un taller para compartir esta información; la creación de un instrumento para evaluar los desafíos de las empresas del proyeto frente a los nuevos estándares internacionales; la generación de un espacio para acceder a potenciales soluciones tecnológicas y basadas en la naturaleza; y por último, Rabobank trabajará en alternativas de acceso a productos financieros para fomentar la adopción de prácticas sustentables, a través de créditos verdes o similares.