Bosques para la seguridad alimentaria, la nutrición y la salud humana

Fruit market ©Alex Webb Magnum Photos for FAO

Puntos destacados

Los bosques ocupan un tercio de la superficie de la Tierra y, sin embargo, albergan el 80% de su biodiversidad terrestre. Estos ecosistemas ricos en recursos pueden contribuir notablemente a la seguridad alimentaria y la nutrición: los alimentos silvestres aportan diversidad y nutrición a la dieta de millones de personas; los ingresos procedentes de los productos y servicios forestales ofrecen a las comunidades rurales acceso a medicamentos y otras fuentes de alimentos, y la mayoría de estos hogares utilizan combustibles forestales para cocinar, lo que mejora la inocuidad de los alimentos y del agua. Asimismo, la función fundamental de los bosques en la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos puede ser decisiva para aliviar la inseguridad alimentaria causada por el clima.

Los bosques contribuyen a la seguridad alimentaria y la nutrición no solo de los 2 500 millones de personas que se estima viven en comunidades que dependen de los bosques, sino también de quienes viven en centros urbanos. Los bosques naturales son fundamentales para la supervivencia de los habitantes del bosque, incluidos muchos Pueblos Indígenas, y ayudan a suministrar agua limpia a las tierras agrícolas al proteger las cuencas hidrográficas. Los agricultores mejoran su seguridad alimentaria conservando árboles en las tierras agrícolas, fomentando la regeneración natural y plantando árboles y otras especies forestales. Durante la mayor parte del año, los pastores de tierras áridas y semiáridas dependen de los árboles como fuente de forraje para su ganado.

Los bosques, los árboles y los sistemas agroforestales contribuyen a la seguridad alimentaria y la nutrición de muchas maneras, pero esta contribución suele no reflejarse adecuadamente en las estrategias nacionales de desarrollo y seguridad alimentaria. Sumado a una mala coordinación entre sectores, el resultado neto es que los bosques quedan en su mayoría fuera de las decisiones políticas relacionadas con la seguridad alimentaria y la nutrición.

ODS relacionados
SDG 01 - No poverty
SDG 02 - Zero hunger
SDG 03 - Good health and well being
SDG 07 - Affordable and clean energy
SDG 12 - Responsible consumption and production
SDG 15 - Life on land

El derecho a la alimentación está estableciéndose progresivamente como prioridad a nivel internacional, pero cuando se trata de la realización práctica de este derecho humano, todavía queda entender lo que significa “derecho a la alimentación” y cómo lograrlo en práctica, especialmente para la formulación de políticas y la ejecución de programas.

En el caso de los recursos forestales, por ejemplo, está subestimado el papel crucial de los productos forestales no madereros (PFNM) para la supervivencia y la generación de ingresos de las poblaciones que dependen de los bosques; y políticas y estrategias inapropiadas, así como obstáculos institucionales, impiden el aumento de la contribución de los PFNM al crecimiento económico nacional y la seguridad alimentaria y nutricional de las familias.

Reconocer y asegurar los derechos de tenencia de las poblaciones que dependen de los bosques, en ellos, los pueblos indígenas, y asegurar el acceso equitativo a los recursos son elementos fundamentales para asegurar los medios de vida de estas comunidades. En este contexto, las Directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques en el contexto de la seguridad alimentaria nacional son un instrumento fundamental para sostener la realización progresiva del derecho a la alimentación en el contexto de la seguridad alimentaria nacional.

Los alimentos derivados de los bosques y de los árboles fuera del bosque (hojas silvestres, semillas, nueces, miel, frutas, setas, insectos y animales silvestres, etc.) han sido componentes importantes de la dieta rural durante milenios. Muchos de estos alimentos tienen un valor nutritivo muy alto. Los alimentos derivados de animales silvestres son ricos en hierro, zinc y vitamina B12 de fácil absorción, así como en proteínas y grasas; y las hortalizas de hojas, las frutas y las nueces del bosque son importantes para la ingesta de vitamina A, hierro, ácido fólico, niacina y calcio.

El potencial de los alimentos derivados de los bosques como elementos de dietas sostenibles en gran parte se halla sin explotar. Las limitaciones principales al desarrollo de este potencial son, entre otras cosas, las lagunas de conocimiento, las cuestiones relacionadas con la tenencia y el acceso y los aspectos de la sostenibilidad de la extracción.

Una mejor integración de los conocimientos sobre los alimentos nutritivos derivados de los bosques y los árboles en las estrategias y programas nacionales de nutrición, así como la creación de plataformas políticas intersectoriales que incorporen las cuestiones relativas a la nutrición, la seguridad alimentaria, el medio ambiente, la agricultura, la salud, el desarrollo, la conservación y la planificación del uso del suelo contribuirían a desarrollar este potencial.

Las tareas y responsabilidades de mujeres y hombres en la producción y provisión de alimentos son diferentes. Muchas mujeres tienen un conocimiento altamente especializado de los alimentos derivados de los bosques y los árboles y dedican mucho tiempo a la recolección de productos forestales y de leña. Los hombres, en comparación, raramente tienen responsabilidad de recolectar y utilizar los recursos naturales para el uso familiar.

Las mujeres se enfrentan a desventajas específicas en cuanto al acceso a la tierra, al crédito, a las tecnologías, a las oportunidades de empleo y a los mercados para los productos forestales. Una serie de razones culturales, socioeconómicas e institucionales interrelacionadas han contribuido a crear una disparidad para las mujeres en cuanto a las oportunidades económicas en el sector forestal. Estas razones van desde la percepción social de la función de la mujer y el tiempo que ella tiene que emplear para las tareas domésticas y el cuidado de niños a las diferencias en cuanto a alfabetización, educación, habilidades físicas, competencias técnicas y acceso a los servicios, como la capacitación y la extensión.

En el sector forestal, el empoderamiento de las mujeres puede crear oportunidades de desarrollo importantes para ellas y generar beneficios secundarios importantes para sus familias y comunidades.

Forest landscapeLos servicios ecosistémicos de los bosques y los árboles fuera del bosque a menudo sostienen la producción agrícola y son primordiales para el bienestar de las comunidades urbanas y rurales.

Los bosques y los árboles fuera del bosque protegen los recursos hídricos y del suelo, contribuyen al mantenimiento y la fertilidad del suelo, la regulación del clima y proporcionan hábitat a los polinizadores silvestres y los depredadores de las plagas agrícolas. Fungen como redes de seguridad en casos de crisis y aumentan la resiliencia de los hogares a la inseguridad alimentaria. La degradación del medio ambiente compromete la capacidad de las tierras y los recursos para sustentar la seguridad alimentaria.

Un enfoque de paisaje para manejar los recursos naturales puede contribuir a lograr resiliencia alimentaria en el largo plazo. La agroforestería, la integración de árboles en los cultivos anuales, en la producción agropecuaria y otras actividades agrícolas, son elementos importantes de este enfoque.

La primera conferencia mundial sobre los bosques para la seguridad alimentaria y nutricional reconoció que la seguridad alimentaria se basa en la diversidad –en cuanto a biota, paisajes, cultivos, dietas, unidades de producción y manejo– y que los bosques y los árboles son fundamentales para el mantenimiento de esa diversidad y deben integrarse mejor con las estrategias de seguridad alimentaria y nutrición.

Se necesitan políticas adecuadas para:

  • Proporcionar la tenencia segura de los bosques y la tierra y el acceso equitativo a los recursos mediante la aplicación de los principios establecidos en las Directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques en el contexto de la seguridad alimentaria nacional.
  • Crear mecanismos de coordinación entre los sectores agrícola, forestal, ganadero, pesquero, energético y minero y otros sectores pertinentes a fin de garantizar una mayor coherencia de las intervenciones de seguridad alimentaria y nutricional y una mejor armonización de las políticas.
  • Promover políticas que incrementen el acceso de los pequeños agricultores al crédito, a la tecnología, a los servicios de extensión y de seguros, así como a los mercados para sus productos forestales y provenientes de árboles y los servicios ecosistémicos.
  • Lograr la igualdad de género en la formulación, aplicación y evaluación de las políticas de seguridad alimentaria, nutrición y mitigación de la pobreza y las estrategias de inversión.
  • Fortalecer los mecanismos para la recopilación y la difusión oportuna de datos sobre la contribución de los bosques y los árboles a la seguridad alimentaria y nutricional para su uso en la formulación de políticas.