Le gestión forestal sostenible para la conservación de la biodiversidad
Los bosques albergan la mayor parte de la biodiversidad terrestre del planeta. Solo los bosques tropicales albergan más del 50 % de las especies terrestres. Los bosques y su biodiversidad sirven como red de seguridad para la humanidad: proporcionan aire limpio, regulan los ciclos del agua, secuestran carbono de la atmósfera, mitigan los desastres naturales y apuntalan los medios de vida. Los bosques también desempeñan un papel importante en el mantenimiento de la salud y el bienestar psicológico de los seres humanos, así como en el sostenimiento de nuestras economías.
Si bien la conservación de la biodiversidad ha sido una agenda mundial importante durante al menos tres décadas, la biodiversidad forestal continúa perdiéndose a un ritmo alarmante. La deforestación es el factor más importante de la pérdida de biodiversidad de los bosques. La biodiversidad forestal también está siendo erosionada por la degradación forestal, en particular por la sobreexplotación de plantas y animales silvestres, así como por especies invasoras, incendios, plagas y enfermedades. La pérdida de biodiversidad compromete el funcionamiento ecológico y la estabilidad de los bosques, socavando así el suministro de servicios ecosistémicos a la humanidad.
La amplia evidencia científica demuestra que la GFS puede ayudar a aplacar las pérdidas de biodiversidad y asegurar beneficios sostenibles. En todos los tipos de bosques manejados se deberían integrar preocupaciones por la biodiversidad. Es necesario garantizar que se manejen específicamente áreas adecuadas de bosque que representen todo el conjunto de tipos de bosques para la conservación de la biodiversidad. En los bosques de producción, la GFS debe garantizar que se preserven las especies y los recursos genéticos vulnerables, así como la diversidad de los ecosistemas. En los bosques de manejo intensivo, puede ser necesario establecer reservas para la conservación, y al planificar la implementación de la gestión forestal deberían tenerse en cuenta los impactos de las prácticas silvícolas sobre la biodiversidad. Todos los bosques deben estar protegidos contra incendios forestales, plagas, especies invasoras, invasiones y actividades ilegales. La conservación de la biodiversidad también requiere medidas a nivel de paisaje (por ejemplo, abordar los factores que impulsan la deforestación, establecer corredores ecológicos, reducir la fragmentación del hábitat) basadas en esfuerzos intersectoriales cooperativos. También pueden ser necesarias medidas específicas en zonas tampón alrededor de las áreas protegidas.
La FAO funge de Plataforma para la integración de la biodiversidad y publicó en 2020 la Estrategia de la FAO para la integración de la biodiversidad en los distintos sectores agrícolas. Ese mismo año, junto con CIFOR, publicó también Integración de la biodiversidad en la silvicultura, que revisó el estado actual de la integración de la biodiversidad en la silvicultura, evaluó los diversos enfoques y herramientas disponibles e identificó buenas prácticas para equilibrar la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad forestal.