De esta manera, los agricultores aprenden a traducir su conocimiento empírico del suelo en un conocimiento práctico y científico que va desde la descripción de formas, colores y olores hasta el uso de reactivos químicos para diseñar los planes de fertilización.

Es el descubrimiento de un universo nuevo a pesar de que lo tienen todos los días entre las manos. Biodiversidad, captura de carbono y retención de humedad son términos que para ellos adquieren todo su sentido, en unas pocas horas.