Alianza Mundial por el Suelo

Día Mundial del Suelo: la FAO pone de manifiesto la amenaza de la salinización del suelo para la seguridad alimentaria mundial

Un nuevo informe sobre el suelo muestra que el 55 % de los países analizados carece de suficiente capacidad para realizar análisis de los suelos

22/12/2021

Roma - En el marco de la conmemoración del Día Mundial del Suelo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha destacado la amenaza que plantea la salinización de los suelos para la seguridad alimentaria mundial y ha advertido de que muchos países siguen sin tener suficiente capacidad para realizar análisis de los suelos.

“El suelo es la base de la agricultura y los agricultores del planeta dependen de él para producir alrededor del 95 % de los alimentos que consumimos”, señaló el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO. “Sin embargo, nuestros suelos están en peligro”, destacó en sus observaciones previas a la celebración del acto del 5 de diciembre sobre el tema “Detener la salinización de los suelos, aumentar su productividad”.

Entre las cuestiones fundamentales figuran las siguientes:

- Las prácticas agrícolas insostenibles y la sobreexplotación de los recursos naturales, así como el crecimiento demográfico, están provocando un aumento de la presión sobre los suelos y niveles alarmantes de degradación del suelo a nivel mundial.

- Más de 833 millones de hectáreas de suelo en todo el mundo están afectados ya por la salinidad, como se muestra en el Mapa mundial de los suelos afectados por la salinidad presentado en octubre por la FAO.

- Las estimaciones indican que más del 10 % de los cultivos se ven afectados por la salinidad, lo que supone un importante riesgo para la seguridad alimentaria en todo el mundo.

- Algunas de las regiones más afectadas se encuentran en Asia central, Oriente Medio, América del Sur, África del Norte y el Pacífico.

La gestión de zonas afectadas por la salinidad demanda un enfoque integrado, que comprenda la gestión sostenible del suelo y el riego y drenaje, y la selección de cultivos y plantas tolerantes a la salinidad, en particular halófilas, que puedan crecer bien en estos ambientes.

“Debemos prevenir la salinización del suelo para gestionar adecuadamente los suelos naturales afectados por la salinidad y rehabilitar los suelos degradados debido a la salinización”, declaró el Sr. QU.

En el avance hacia una agricultura digital, se debería fortalecer la capacidad de los laboratorios de suelos para generar datos fiables relativos al suelo, subrayó el Director General al anunciar la presentación oficial del informe titulado Global Soil Laboratory Assessment (Evaluación mundial de los laboratorios de suelos), una iniciativa conjunta de 241 laboratorios en 142 países dirigida por la Alianza mundial sobre los suelos (AMS) y su Red mundial de laboratorios de suelos, formada por más de 760 laboratorios miembros de todo el mundo.

En el informe se ponen de relieve desafíos, pues el 55 % de los países analizados carecen de suficiente capacidad de análisis, en particular de recursos humanos, procedimientos de armonización y equipos, y muchos no pueden satisfacer la demanda nacional de análisis de los suelos en África, Asia y Eurasia.

El Sr. QU recalcó la importancia de invertir de forma continua en los laboratorios de suelos para proporcionar datos fiables sobre los que se puedan tomar decisiones sólidas a fin de asegurar una gestión sostenible del suelo y prevenir su degradación. Añadió que la falta de medidas para mantener y restaurar la salud de los suelos podía tener consecuencias drásticas para la agenda de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas.

Entre las iniciativas dirigidas por la FAO figura un Sistema mundial de información sobre los suelos (GloSIS) y un Observatorio mundial sobre la biodiversidad del suelo recientemente presentado, que contribuirán al seguimiento de la salud de los suelos de la superficie terrestre y la realización de previsiones a este respecto.

En la 26.ª Conferencia de las Partes (COP 26) en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se puso de relieve la función esencial de unos suelos sanos en la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos, así como en el fomento de la resiliencia. Y la FAO ha pedido a los países que mejoren de manera urgente su información y capacidad en relación con los suelos fortaleciendo sus compromisos en favor de una gestión sostenible del suelo.

La reciente adopción por parte de la Unión Europea de una nueva Estrategia sobre el suelo es un ejemplo positivo que establece metas concretas y ambiciosas para mejorar la salud de los suelos tanto dentro como fuera de la Unión, señaló el Sr. QU.

Como parte de las celebraciones del Día Mundial del Suelo, se han otorgado premios financiados por Rusia y Tailandia por la realización de contribuciones destacadas en este ámbito. El premio Glinka de Rusia se concedió a la edafóloga Sra. Lydie-Stella Koutika, de la República del Congo, que tiene más de 40 años de experiencia en investigación sobre agroecosistemas. El premio Rey Bhumibol de Tailandia se otorgó al Instituto de Ciencias del Suelo de Nigeria por concienciar sobre la importancia de unos suelos sanos y los logros alcanzados en este campo.

Labor de la FAO relativa a los suelos

Puede consultar aquí más información sobre la labor de la FAO en relación con los suelos, incluida la Alianza mundial sobre los suelos (AMS), que ayuda a fomentar la colaboración y sinergia entre diversas partes interesadas, desde usuarios de la tierra hasta responsables de la formulación de políticas. Uno de los principales objetivos de la AMS es mejorar la gobernanza del suelo y fomentar su gestión sostenible.

Entre sus funciones principales figuran la elaboración periódica del informe “Estado Mundial del Recurso Suelo”; la elaboración de información y datos sobre los suelos en todos los niveles, apoyada por el desarrollo de la capacidad en materia de cartografía digital del suelo en países en desarrollo; el establecimiento de sistemas nacionales de información sobre el suelo; la elaboración de instrumentos para mejorar la salud del suelo y prevenir su degradación y la ampliación de la escala de buenas prácticas sobre el terreno; la creación y coordinación de redes técnicas, y la promoción de la gestión sostenible de los suelos.