Aumentar la transparencia de los datos forestales

Por qué importan los datos forestales y qué obstáculos existen

07/07/2025

Los bosques son mucho más que árboles. Contribuyen a la seguridad alimentaria, hídrica y energética. Regulan el clima y ofrecen refugio a millones de personas. Pero para protegerlos, los países necesitan información sólida. Y eso requiere mejores datos.

Contar con datos forestales fiables permite responder a preguntas clave: ¿Cuánta superficie forestal se ha perdido? ¿Dónde se está recuperando? ¿Qué políticas están funcionando y cuáles no?

Muchos países cuentan hoy con sistemas nacionales de monitoreo forestal (SNMF), que permiten seguir la evolución de los bosques a lo largo del tiempo. Pero establecer un sistema no basta. Los datos que genera deben ser fiables, accesibles y utilizados de forma efectiva.

 

El problema no es solo técnico

La recopilación de datos es solo una parte del desafío. En muchos contextos, los datos están fragmentados en sistemas que no se comunican entre sí, o simplemente no se comparten. Puede haber desconfianza entre las instituciones. A veces no existen normas claras sobre la propiedad de los datos ni sobre cómo pueden utilizarse.

Incluso cuando los datos existen, pueden ser difíciles de localizar, incompletos o estar desactualizados. Y si no se confía en los datos, no se utilizan.

Y eso es un problema, porque las buenas decisiones dependen de buenos datos.

 

Compartir los datos beneficia a todos

Cuando los datos forestales se comparten entre instituciones y con el público, se vuelven más útiles. Pueden respaldar la planificación del uso de la tierra, ayudar a las comunidades a proteger sus bosques y proporcionar a los inversores la información que necesitan para apoyar actividades sostenibles.

Uganda es un ejemplo destacado. El país elaboró un protocolo formal para el intercambio de datos forestales y se convirtió en el primer país tropical en publicar los microdatos de su inventario forestal nacional a través del Catálogo de Microdatos de la FAO (FAM). Esta iniciativa mejoró la transparencia y permitió el acceso a investigadores, planificadores y otros actores interesados.

En Costa Rica, varios Ministerios trabajaron conjuntamente para desarrollar el SIMOCUTE, un sistema nacional que integra datos sobre la cobertura del suelo y los ecosistemas. Su modelo de gobernanza - respaldado por un marco legal - demuestra cómo la colaboración intersectorial puede mejorar la toma de decisiones y evitar duplicidades.

 

Las herramientas no bastan sin confianza

Las herramientas digitales están mejorando. El monitoreo forestal, los satélites y las plataformas de datos son más avanzados y asequibles que nunca. Pero sin reglas claras, normas comunes y confianza entre los actores, los datos no se usarán de forma adecuada - o ni siquiera se usarán.

Por eso, países como Guatemala han ido más allá de la tecnología, abordando también las bases jurídicas e institucionales. Un acuerdo de cooperación técnica revisado permitió coordinar a múltiples organismos y universidades en la recopilación, verificación y difusión de datos sobre bosques y uso de la tierra.

Ghana ha adoptado un enfoque similar. El país aplica acuerdos formales de intercambio de datos entre su sistema de monitoreo forestal y los usuarios de datos. Estos acuerdos especifican quién puede acceder a qué datos, bajo qué condiciones y con qué fines, promoviendo claridad, rendición de cuentas y seguridad.

 

Nueva guía de la FAO sobre gestión y gobernanza de los datos forestales

Para ayudar a los países a enfrentar los desafíos actuales en materia de datos, la FAO a través del CBIT-Forest y el programa AIM4Forests, ha publicado una nueva guía: Hacia la institucionalización de los datos forestales – La importancia de la gestión y el intercambio de datos. Esta publicación ofrece pasos concretos y ejemplos reales para fortalecer la gobernanza de los datos forestales. Explica cómo los gobiernos e instituciones pueden mejorar la recopilación, el almacenamiento, la protección y el intercambio de datos forestales, asegurando que la información sea no solo precisa y segura, sino también confiable, accesible y utilizada para decisiones concretas.

La publicación aborda los siguientes temas:

  • Calidad de los datos – por qué los métodos coherentes y las verificaciones son esenciales;
  • Gestión de datos – cómo estructurar, almacenar y proteger los datos a lo largo de su ciclo de vida;
  • Acceso a los datos – cómo equilibrar la apertura con las consideraciones éticas, de privacidad y legales;
  • Plataformas de datos – qué hace que los sistemas digitales sean utilizables, transparentes y sostenibles;
  • Marcos jurídicos e institucionales – cómo clarificar roles, fomentar la colaboración y asegurar la sostenibilidad a largo plazo;
  • Ejemplos de países – experiencias de Brasil, Uganda, Costa Rica, Ghana, Guatemala, Italia y otros.

Ya sea que trabaje en políticas públicas, investigación, una ONG o como técnico, esta guía ofrece recomendaciones prácticas para hacer que los datos forestales sean más visibles, utilizables y eficaces  - apoyando una gobernanza forestal basada en datos y una acción climática informada.

La publicación completa está disponible en: