El Niño: se necesitan urgentemente 160 millones de USD para brindar apoyo a más de 4,8 millones de personas hasta marzo de 2024

Acciones prioritarias en 34 países de África oriental y austral, América Latina y el Caribe y Asia y el Pacífico

©FAO/R. Pérez Albrecht

Productores de patata en Santiago de Huata, La Paz (Bolivia).

©FAO/R. Pérez Albrecht

09/11/2023

Roma - Bajo la inminente amenaza de El Niño, que se prevé que afecte considerablemente a millones de personas, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha puesto en marcha un Plan de acción preventiva y respuesta actualizado a fin de reducir los efectos previstos de este fenómeno climático en los medios de vida agrícolas y la seguridad alimentaria de las poblaciones con mayor riesgo y más vulnerables.

Según el Plan, la FAO necesita urgentemente cerca de 160 millones de USD para brindar apoyo a más de 4,8 millones de personas hasta marzo de 2024.

Actualmente, el Plan otorga prioridad a la adopción de medidas en 34 países de África oriental y austral, América Latina y el Caribe y Asia y el Pacífico, que se determinaron sobre la base de una evaluación de las repercusiones históricas de El Niño y otros factores importantes, tales como las previsiones climáticas estacionales más recientes, la estacionalidad de la agricultura y las vulnerabilidades actuales.

En África oriental, por ejemplo, El Niño está vinculado con precipitaciones superiores a la media durante la estación húmeda entre octubre y diciembre, que pueden provocar episodios de lluvias intensas, inundaciones y corrimientos de tierras, sobre todo en Etiopía oriental, Kenya, Somalia y el sur de Uganda. En África austral y partes de América del Sur y central, El Niño suele ocasionar déficits de precipitaciones que pueden provocar importantes efectos negativos en la producción agrícola y la seguridad alimentaria. En tanto, en Asia y el Pacífico, El Niño tiene efectos dispares, ya que puede ocasionar lluvias muy abundantes o muy escasas dependiendo de la ubicación.

Consecuencias nefastas

El mundo afronta este ciclo de El Niño con una cifra récord de 258 millones de personas aquejadas de hambre aguda en 2022 y solo el 20 % del total de fondos necesarios para hacer frente a los altos niveles de inseguridad alimentaria aguda. Muchos países víctimas de crisis humanitarias corren también el riesgo de verse afectados por los efectos de El Niño en las próximas semanas y meses.

Al perturbar los regímenes de precipitaciones y de temperaturas, la repercusión de los próximos episodios de El Niño en la agricultura y la seguridad alimentaria puede ser grave y provocar un importante sufrimiento humano y pérdidas económicas. Por ejemplo, el episodio de El Niño de 2015-16 afectó gravemente a más de 60 millones de personas en todo el mundo y llevó a 23 países a solicitar asistencia humanitaria internacional, por un valor total de 5 000 millones de USD.

Ampliar las medidas preventivas

Los agricultores, los pastores, los pescadores y otros pequeños productores soportan los efectos más directos e inmediatos de las perturbaciones climáticas. Por lo tanto, una acción preventiva eficaz debe concentrarse en prevenir los daños y la pérdida de cultivos, ganado, tierras productivas, agua e infraestructuras para proteger los alimentos en su origen.

Esto no solo salvaguarda el suministro de alimentos locales, sino que también mitiga efectos más amplios en las comunidades, las economías locales y las necesidades de ayuda humanitaria. La FAO estudia la forma en que cada dólar de los EE.UU. invertido en acción preventiva pueda generar un rendimiento para las familias agrícolas de más de 7 USD en pérdidas evitadas y beneficios añadidos.

La Organización empezó a aplicar medidas preventivas para este episodio de El Niño en el primer semestre de 2023. En Somalia, por ejemplo, la reparación de unos 4 600 metros de puntos de rotura a lo largo del río Shebelle protegerá casi 40 000 hectáreas de tierras de cultivo de las inundaciones previstas.

Asimismo, la distribución oportuna de semillas de cultivos tolerantes a la sequía y de ciclo corto en América central ha ayudado a que cada familia receptora de asistencia produzca unos 60 kg de hortalizas cada dos meses a fin de mitigar la repercusión de la sequía causada por El Niño en la producción local de alimentos. Esto reducirá la probabilidad de que las familias recurran a mecanismos de supervivencia negativos, como vender activos o saltarse comidas.

Objetivos fundamentales

El Plan actualizado de la FAO abarca dos intervalos temporales críticos: i) la anticipación a las perturbaciones de El Niño para evitar sus efectos; ii) las primeras intervenciones de respuesta en lugares en los que la devastación de El Niño no se pudo evitar.

Se centra en tres objetivos fundamentales:

  • Mitigar los efectos del desastre de El Niño mediante acciones preventivas, tales como la ayuda a pescadores para proteger sus barcos antes de la tormenta, el refuerzo de diques fluviales antes de inundaciones, la distribución de semillas tolerantes a la sequía a agricultores de secano y la protección de la salud del ganado.
  • Aprovechar los efectos indirectos positivos de El Niño y compensar las pérdidas, por ejemplo mediante el suministro de semillas a agricultores afectados por las inundaciones para que puedan plantar y recuperar una cosecha en cuanto bajen las aguas de inundación.
  • Ofrecer una respuesta rápida en lugares donde El Niño provoque devastación, en particular mediante la distribución anticipada de los suministros más apremiantes como medicamentos veterinarios, semillas y cisternas de agua, proporcionando al mismo tiempo dinero en efectivo a familias gravemente afectadas para que cubran sus necesidades más inmediatas.

Se necesitan fondos cuanto antes para sufragar algunas de las actividades más urgentes de este Plan como, entre otras, proporcionar las variedades de semillas adecuadas a los agricultores para que obtengan una cosecha pese a las probabilidades de sufrir condiciones de sequía o inundación.

Déficits de financiación

“Se necesitan fondos de forma inmediata para llevar a cabo acciones preventivas a escala y en tiempo oportuno”, declaró el Sr. Rein Paulsen, Director de la Oficina de Emergencias y Resiliencia de la FAO. “Las predicciones más recientes apuntan a una probabilidad superior al 80 % de que El Niño continúe hasta marzo o mayo de 2024, por lo que resulta esencial fortalecer los sistemas agroalimentarios a fin de que sean más resilientes a las futuras perturbaciones climáticas para prevenir pérdidas de vidas y de medios de subsistencia”.

A 30 de octubre de 2023, la FAO ha movilizado 35 millones de USD, lo que deja un déficit de 125 millones de USD. Con esa cantidad, el organismo de las Naciones Unidas ha iniciado ya acciones preventivas en 19 países prioritarios y ha atendido a 700 000 personas gracias a la financiación flexible de asociados que aportan recursos como Alemania, Bélgica, el Canadá, la Dirección General de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la Unión Europea, Noruega, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y Suecia.

En otros países, la FAO ha anticipado elementos de preparación, que incluyen a asociados y proveedores de bienes locales, para garantizar que las actividades se puedan iniciar con rapidez una vez se alcancen nuevos indicadores críticos.

Los 34 países que abarca el plan son: Afganistán, Angola, Bolivia, Camboya, Colombia, Ecuador, El Salvador, Eswatini, Etiopía, Fiji, Filipinas, Guatemala, Honduras, Indonesia, Kenya, Lesotho, Madagascar, Malawi, Mozambique, Myanmar, Namibia, Nicaragua, Pakistán, Papua Nueva Guinea, Perú, República Democrática Popular Lao, Rwanda, Somalia, Timor-Leste, Uganda, Venezuela (República Bolivariana de), Viet Nam, Zambia y Zimbabwe.

Contactos

Irina Utkina Oficina de Prensa, FAO (+39) 06 570 52542 [email protected]

Oficina de Prensa, FAO (+39) 06 570 53625 [email protected]