El Director General de la FAO aborda también el tema de las emisiones derivadas de los sistemas de producción láctea en las conversaciones mundiales sobre el cambio climático
En el informe se muestra que existen muchas posibilidades de aplicar soluciones de energías renovables en los sistemas agroalimentarios.
©FAO/Teopista Mutesi
Roma/Glasgow – La producción, la distribución y el consumo de alimentos utilizan casi una tercera parte de la energía mundial y son responsables de en torno a un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales, lo que convierte su dependencia de los combustibles fósiles en una prioridad en la lucha contra el cambio climático.
En un nuevo informe presentado hoy paralelamente a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 26) en Glasgow se analiza la relación entre los sistemas agroalimentarios mundiales y la energía renovable y se sostiene que las soluciones están a nuestro alcance.
El riego alimentado por energía solar, por ejemplo, está adoptándose de forma generalizada para mejorar el acceso al agua, permitiendo múltiples ciclos de cultivo y aumentando la resiliencia a los cambios en los regímenes de las precipitaciones. En la India, el empleo de bombas de riego alimentadas por energía solar ha elevado los ingresos de los agricultores al menos un 50 % en comparación con el riego mediante captación del agua pluvial; en Rwanda, los rendimientos de los pequeños agricultores se han incrementado en torno a una tercera parte.
El informe titulado Renewable energy for agri-food systems – Towards the Sustainable Development Goals and the Paris agreement (Energía renovable para los sistemas agroalimentarios: hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París) es resultado del esfuerzo conjunto entre la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA).
“En el informe se muestra que existen muchas posibilidades de aplicar soluciones de energías renovables en los sistemas agroalimentarios”, señaló el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, en un mensaje de vídeo dirigido a los participantes, en el que también destacó la importancia de hacer que las tecnologías innovadoras sean accesibles a los pequeños agricultores. El Sr. QU estuvo acompañado en la presentación por el Sr. Francesco La Camera, Director General de IRENA.
Poner fin a la compartimentación
En el informe de 89 páginas se elimina la inconveniente compartimentación entre las políticas en materia de energía y las políticas agroalimentarias aportando recomendaciones dirigidas a los responsables de la toma de decisiones. Entre estas recomendaciones figuran una mejor recopilación de datos para orientar las inversiones destinadas a energías renovables, la mejora del acceso a financiación para usuarios finales y empresas y un mayor hincapié en la sensibilización y la creación de capacidad.
“La alianza entre IRENA y la FAO refleja nuestro compromiso de poner fin a estas compartimentaciones trabajando conjuntamente para aplicar medidas transversales”, afirmó el Sr. QU.
Un tercio de las emisiones de los sistemas agroalimentarios se derivan del uso de energía y el informe se presenta en el contexto de un aumento de más del 20 % en el consumo de energía destinada a la producción, la distribución y el consumo de alimentos entre 2000 y 2018. Dicho aumento se ha visto impulsado principalmente por la mecanización en Asia en forma de bombas de riego, maquinaria agrícola, equipos de procesamiento e insumos como fertilizantes. El uso de energía en África, que acoge alrededor de un 15 % de la población mundial y afronta una creciente demanda de alimentos, se ha mantenido prácticamente sin cambios y solo supone en torno al 4 % del consumo de energía mundial en los sistemas agroalimentarios.
La función de la FAO en el sector lácteo
En un acto independiente en la COP 26, el Director General de la FAO también abordó el papel del sector lácteo en los debates sobre el cambio climático que se estaban manteniendo en Glasgow.
Aunque la leche y los productos lácteos contribuyen de manera importante a la seguridad alimentaria y la provisión de alimentos nutritivos para cientos de millones de personas, existe una necesidad urgente de acelerar e intensificar la respuesta del sector y aumentar el ritmo de adopción de las opciones de mitigación disponibles.
“Debemos acelerar la transformación de nuestros sistemas agroalimentarios para que sean más eficientes, más inclusivos, más resilientes y más sostenibles y contribuiremos a ralentizar el calentamiento mundial y otros efectos de la crisis climática”, declaró el Sr. QU en un mensaje de vídeo.
A la hora de ayudar a hacer que nuestros sistemas agroalimentarios sean más respetuosos con el clima, la FAO proporciona ya una asistencia crucial a los países en los siguientes aspectos:
El objetivo de los enfoques holísticos de la FAO en los sistemas agroalimentarios es lograr una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor para todas las personas, sin dejar a nadie atrás, dijo el Sr. QU.
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